Prologo

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"19 de enero, 1616: Antes de que la historia comenzara a escribirse, existían criaturas de toda clase. Durante milenios estas criaturas fueron creciendo, evolucionando al punto de que estaban a la par que los seres humanos.

Sin embargo, entre estas criaturas se encontraban los vampiros, seres abominables que tomaban los cuerpos de los humanos. Eran temibles, fuertes, rápidos, inteligentes y crueles, pero eso era solo lo que las leyendas contaban de ellos, viles criaturas con una infinita ansia de sangre, morbosos seres que habían jurado conquistar a los humanos a base de violencia.

Por supuesto que todos estos mitos no eran más que exageraciones y cuentos que se contaban para mantenerse seguros, durante muchísimo tiempo los vampiros permanecieron ocultos, los humanos empezaron a negar su existencia, diciendo que solo eran viejas historias.

Hace ya casi mil años, los vampiros empezamos a mostrarnos, salimos de nuestros lugares para intentar convivir con los humanos, pero estos se rehusaron a vivir con monstruos, comenzaron a darnos caza.

Los familiares eran asesinados y los humanos también en venganza de los mismos, comenzó una horrible guerra entre especies a la cual nunca le encontré sentido.

Yo creo que los seres humanos y los vampiros tenemos mucho en común, incluso somos una especie ligada a otra, todo vampiro fue humano alguna vez y no son las bestias que todos creen que son, los vampiros pueden sentir todo lo que siente una persona.

La maldición no nos inhibe de sentir dolor, tristeza, odio o incluso amor, cargamos con algo mayor que los sentimientos humanos, porque cuando un ser es eterno, entonces no hay manera de escapar a los sentimientos, a los demonios que nos persiguen.

Los vampiros cargamos una gran maldición que ningún humano puede entender, nosotros cargamos con la eternidad."

-¿Qué te lleva a escribir a estas horas de la noche, hermano? –Pregunto Alexander curioso-

-La noche es el momento ideal para escribir, Alex, es el momento donde el silencio me otorga la libertad de liberar mi mente –Menciono Vlad- Intento escribir nuestra realidad, dar a conocer al mundo quien en verdad somos. –dijo mientras dejaba su diario secar-

-¿A qué te refieres, Vlad?

- Me refiero a lo que somos en verdad, estoy cansado de ser el monstruo que se esconde de los demás, debemos dar a conocer a los humanos nuestras verdaderas intenciones, nuestras personalidades y sentimientos.

-Abrirnos ante los humanos solo nos hará demostrarles que tenemos debilidad –Dijo Alexander- No es buena idea, hermano.

-Nuestra humanidad no está de todo revocada por nuestra maldición, querido hermano, creo que podemos convivir con los seres humanos si en verdad aprenden quienes somos. –Menciono Vlad mientras recargaba su tintero- Si los humanos nos aceptasen y nuestros familiares aprendiesen a controlarse, entonces no habría nada en contra de nuestra unión.

-Por favor, Vlad, los humanos nunca nos aceptaran, ellos consideran que somos monstruos, criaturas que solo buscan exterminarlos –Dijo Alexander alterado- De ninguna manera van a tener en consideración que somos seres nobles, bueno, al menos la mayoría –Dijo mientras retomaba la calma-

-A diferencia tuya, Alex, creo que lo puedo conseguir, tenemos muchas cosas en común con ellos. Con el suficiente tiempo y confianza, conseguiré unificar nuestras especies –Menciono Vlad mientras colocaba su diario en el escritorio- Solo necesito liberarnos de nuestra terrible imagen y abrirnos a la comprensión, no podemos vivir escondidos para siempre –Finalizo mientras observaba a su hermano-

Demonios de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora