Paraíso perdido

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Nunca he sido muy fan de los sueños, parece un sentimiento demasiado caprichoso y egoísta en este mundo, ¿cómo poder hacerlo si todo se está cayendo a pedazos? Todo se desmorona, se desvanece, se pierde, las vidas de mis compañeros se extinguen poco a poco, valerosos por haber caído durante la batalla. Muchas cosas han sucedido en un suspiro, Marco murió y yo me enliste en la Legión de Reconocimiento.

Las estadísticas de sobrevivir fuera de los muros son de temer. No hay un futuro, sólo esperanza y el ahora, las ganas de unos pocos de arreglarlo todo con sus propias manos, o como dicen otros, "una pérdida de tiempo y recursos..."

Eso somos los integrantes de la Legión, unos bichos que succionan los recursos del pueblo y que aún ahora no han dado resultados.

Nada es tan sólido aquí como para asegurar un cambio, sólo nos queda luchar. Eren se ha convertido en una luz para todos desde que su extraño poder de convertirse se conoció, ¿será porque él sí tiene sueños en la cabeza? ¿Qué son los sueños al final...? ¿Qué son las pesadillas...?

Todos arriesgamos nuestras vidas por ti, Eren. Estamos contigo. Sin duda, eres la única esperanza que nos queda



Me despierto aún sin desear abrir los ojos, siento que he dormido más de lo necesario, ¿se me habrá hecho tarde para el entrenamiento? Miro alrededor, una especie de cristales opacos están pegados al techo, me enderezo para notar la forma de la cama y el bulto de la persona a mi lado, esta no es mi habitación de siempre, ¿dónde estoy...? El que está a mi lado, ¿quién es?

Tanteo su hombro, y veo su cabello desordenado, entonces lo reconozco, es Eren, pero, ¿qué no su pieza estaba en el sótano?

Antes de que pueda responderlo él se endereza, soltando un bostezo al tiempo que noto cómo su brazo derecho termina a la mitad al igual que su pierna... El resto de su cuerpo es cómo antes, con los desordenados cabellos cafés cayendo y los grandes ojos esmeralda, tan llamativos en su rostro. Estoy confundido y asustado, extrañado... Él me mira a los ojos y parece entender por un segundo que no entiendo qué diablos sucede, entonces sólo sonríe, ¿está feliz de verme? ¿Desde cuándo Eren está feliz de verme?

—¿Qué demonios pasó contigo? —digo, alarmado, observando de nuevo la falta de su brazo y pierna— TU PIERNA... Y TU BRAZO TAMBIÉN

—Jean, ¿es que acaso perdiste la memoria de nuevo? —pregunta, como queriendo asegurarse de algo, lo miro de la misma forma, él suspira— Al parecer sí... ¿Te acuerdas de mí y de que ayer vine aquí a verte?

¿Qué si lo recuerdo? Claramente lo recuerdo, es el mismo idiota con el que peleo a cada rato, pero, ¿de verdad lo es...? Este parece cambiado, hace falta en él esa pisca irritante que me hace explotar...

Este no es mi cuarto y claramente no se trata de los dormitorios de la Legión, me pregunto dónde están los demás.

—Este no es mi cuarto —digo, mirando cada detalle de la habitación, el piso, las paredes, los escasos muebles, la ventana... Eren se coloca una especie de prótesis de un material desconocido a mi vista, ni siquiera entiendo cómo la fija a su pierna y a su brazo, entonces se levanta y el pantalón desliza por su pantorrilla, camina como si nada deteniéndose en la ventana. No entiendo nada de lo que veo... ¿Acaso esto es un sueño?

—Bien, no me queda otra que explicarte las cosas otra vez —me dice, su mirada se filtra por la ventana y me levanto, ¿el exterior es igual de extraño que la habitación? No me equivoco, lo único que veo es una amplia llanura, hay algunas extrañas construcciones a lo lejos, intuyo que estamos en un edificio alto o algo así, todo parece seco y solitario, el viento sopla, arremolinándose en las pocas plantas que encuentra.

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