Con una vida aparentemente normal, silenciando sus llantos y plegarías detrás de una fingida mueca ¿Qué humano no lo hace? No conozco a ninguno que en su vida no ha experimentado la dulce copa de la amargura, esos desaciertos de la vida, que ha muchos los ha sacudido y torturado, aún cuando sabes que son tan estrepitosos, sentiría lastima por aquel que los desconociera, aunque ahora que lo pienso, la vida sería muy aburrida sino doliera debes en cuando. De nuestros errores aprendemos y de nuestras cicatrices recordamos lo doloroso que fue aquella experiencia vivida, pero de eso se trata ¿No?
Diferentes vidas, diferentes historias, diferentes identidades, no todos pensamos igual, a muchos se les olvida que son simples humanos de carne y hueso, egocéntricos, creyéndose Dios y pisoteando a los que no son de su ''clase''. ¿No se dan cuenta de que su corazón es igual de minúsculo que su cerebro? Parece que tanto egocentrismo les hace olvidar que somos iguales y que al fin y al cabo todos venimos del polvo y al polvo volveremos.
Llevamos la fragilidad en alguna parte de nosotros, escrito está lo que seremos y lo que llegaremos hacer.
Pero si con algo en común. Pensaba...
¿Y si quiero seguir inmortalizándolos? Es decir, no somos como una chimenea, que todo lo que arde en nosotros, todo lo que pensamos y sentimos los demás lo puedan ver y oler, saber quienes en realidad somos por dentro, porque un simple gesto o rostro bello puede ser engañoso para el ojo humano fácilmente y en algunos casos el silencio lo complementa.
Mientras yacía mirando la ventana que daba a la calle...
- Señor Arthur!?... Escucho una voz energica! mientras parpadeaba y volvia en si
- Señor Arthur!? se encuentra bien!?
- ¿Qué sucede Vincent?
- Lo veo pensativo, ¿Le sucede algo?
- ¡Son interesantes! ¿No te parece?
Mientras miraba por la ventana, cubierta de cortinas
- ¿Qué tienen de especial? Son corrientes y aburridos
- Acaso ¿No lo ves? Pueden ser lo que quieran! Llamarse como quieran! Vivir su vida como quieran! Siempre ha sido así y más cuando yo puedo lograrlo!
- Lo recuerdo muy bien señor!! ¿Cómo olvidarlo? Usted es el indicado para ese trabajo.
- Por supuesto Vincent! Tu más que nadie me conoces y sabes de lo que soy capaz.
Dicho esto, mientras se levantaba de su cómodo sillón verde aterciopelado,
era muy típico de la época usar aterciopelado rojo, pues Arthur detestaba la idea de seguir modas o tener algo que otros ya tenían.