-¿Llevas todo para la escuela?- habla mi hermano mayor.
-Sí, ya tengo todo- le digo y cojo mi mochila-. Bien, ya me voy.
-Auf Wiedersehen, Schwester[1].-el chico me abraza y besa mi frente.
-Auf Wiedersehen, Bruder[2].- respondo y me voy.
Al salir por la puerta principal busco en mi mochila los audífonos y los conecto al celular y emprendo el camino a la escuela.
Las adoquinadas calles de Heiliges volk están cubiertas por una ligera capa de nieve y el frio que cala los huesos me acompaña durante mi camino a la única escuela mi mejor amiga me debe de estar esperando. El trayecto a mi destino lo hago en total silencio y con millones de pensamientos rondando por mi cabeza, hasta que al cruzar una calle un sentimiento de incomodidad me inunda. Simplemente decido dejarlo pasar y seguir.
Estoy a dos cuadras de llegar a la escuela y la incomodidad sigue en mí pero yo sigo como si nada. Luego le bajo el volumen a la música y es ahí cuando escucho unos pasos acelerados a mi espalda.
Quien me sigue debe ser Alexandria, pienso, la novia de mi hermano y sin darme la vuelta exclamo
-Alexandria, ¡deja de seguirme!
Nadie responde.
-Alexandria, ya sé que me odias- blanqueo los ojos sabiendo que ella no me ve- pero no creo que tengas que caer tan bajo como para que me hagas una broma como esta. Te creí más madura.
Alexandria no me responde. Yo pego un bufido y sigo caminando.
Dos minutos más y los pasos vuelven. Molesta, me doy la vuelta para encarar a la noviecita de mi hermano.
-¡Ya basta Alexandria!- cuando di la vuelta tenía los ojos cerrados y al abrirlos no vi a nadie-. Pero que caraj...-¿Dónde se metió la tipa?- ¡Alexandria, ya aparece!
Me quedo unos minutos esperando a que esa mujer aparezca pero no hay ni rastro de ella. Ya luego le diré a mi hermano para que detenga a esa rubia cara de pu... perdón, amigable.
-¿Para qué quiere seguirme esa estúpida?- susurro al aire-. Mi hermano no podía elegir a alguien más normal y que no me odie tanto.
¡Diablos! Exclamo mentalmente. Los pasos y la sensación de que me siguen aún persiste y como no sé qué más hacer corro con todas mis fuerzas.
La adrenalina, y un poco de miedo, se apoderan de mi sistema porque, ¿Qué pasa si no es Alexandria quien me sigue? Y sin pensármelo dos veces, acelero mi corrida.
Ya estoy a punto de llegar, solo una esquina por cruzar pero...
-¡Oh dios!- grito en el suelo- lo siento, no me fije por donde iba, ¿se encuentra bien?
Con rapidez me paro del suelo para levantar a quien choqué pero la anciana ya estaba en pie y observaba cada uno de mis movimientos con los ojos como platos.
-Disculpe, ¿está bien?- la anciana forma una gran o con su boca y comienza a tiritar- ¿le duele algo?
-mě vybrali pro vás[3]...- susurra la vieja.
-Ah... ¿disculpe?- la miro confundida.
-¡mě vybrali pro vás!- la anciana grita y me apunta- ¡¡mě vybrali pro vás!!
-Señora, no entiendo su idioma- le digo en alemán esperando que comprenda-. Soy alemana, no hablo checo.
-¡mě vybrali pro vás!- la vieja alza sus manos al aire, luego me apunta y sonríe de una manera espeluznante. Oficialmente esta vieja me asusta.
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Life Or Death
General FictionPrólogo 15 de Marzo, 1999, Heiliges Volk, Alemania. -Es tan pequeña- Dijo el bueno mientras tomaba las pequeñas manos de la niña. -Es muy inocente para ser verdad - Dijo el malo mientras sonreía malevolamente hacia la pequeña. -Sólo tiene un mes ¿Co...