Te Haré Popular

Capítulo 4: Hablar con populares.

Los hermosos ojos azules de Cameron en multimedia

*Cameron*

-Listo, ya quedaste - Dijo liz acomodando mi chaqueta. Me hizo probarme toda lo ropa que trajo, para ver cual me pondría mañana.

- Bien. - Dije exasperado.

-¡Espera! ¿Necesitas esos lentes? en kinder no lo usabas.

- Pues la verdad, solo los tenia que usar un año, pero me he acostumbrados a ellos.

- Eso es ridículo y tan de nerd. Te los quitaras. - dijo y efectivamente me quito lo lentes. Pero al hacerlo se quedo casi embobada viendo mis lo que creo que eran mis ojos.

*Lizzy*

Wow, cameron tenia los ojos azules, mas hermosos que habia visto, con los lentes no se le veian tan azules, y en kinder no le preste mucha atencion, pero vaya que si eran realmente hermosos. Despeje mi mirada a otro lado, ya que cameron me miraba raro.

-¿Que pasa? - pregunto cameron, el momento empezó a ser un poco incomodo.

- Na-nada - Tartamudeé ¿porque mierda lo hize? - Ya esta mejor, asegurate de llevar esa ropa mañana, te esperare en la entrada y pondremos en marcha el segundo paso. Hasta mañana. - me despedí y salí corriendo de la casa de cameron. Fue muy incomodo.

¿Porque me le quede mirando tanto?. Me sentí como una idiota. Luego de convencerme a mi misma de que solo está embobada por los ojos de Cameron porque de verdad eran hermosos me subí a mi auto pero este no andaba, intente prenderlo de nuevo pero nada. Mierda, Se acabo la gasolina. Puse mis manos encima del volante y acomode mi cabeza para pensar como irme a casa pero mis ojos se fueron cerrando y fui cayendo en un profundo sueño.

*Cameron*

Bajé después de media hora, cuando Liz ya se había ido, o al menos eso creí, cuando me asome a la ventana su auto seguia ahi, decidi salir para ver que pasaba. Cuando llegue al auto ella estaba rescostada al volante, aparentemente durmiendo. Se veia tan pacifica, Lizzy es una chica muy imperactiva, y verla tan quieta, la hace ver hermosa, mas de lo que es. ¿Espera? ¿Que acabo de decir?. Toque la ventana suavemente. Y ella despertó de golpe y abrió la ventana de auto.

- ¿Que quieres Cam? - Preguntó malhumorada

- ¿Que haces frente a mi casa? Te cobrare el estacionamiento.

- Ja Ja, - Rodó los ojos - me quede sin gasolina. - Pronunció bajito.

Suspiré, me arrepentiría de lo que iba a decir en 3, 2, 1.

- ¿Quieres que te lleve? - Solté y ella Frunció el ceño.

- ¿Que acaso tienes auto?

- ¡Pues claro! - Dije obvio - ven sígueme te va a encantar, es todo un clásico.

***

*Lizzy*

- Cuando me dijiste que es un clásico, no pensé que seria esta chatarra. Enserio Cam, un Yugo. Esto no merece llamarse auto.

Dije desde afuera observando al auto amarillo de Cam.

-Pues otros no tenemos para autos caros y modernos. Total, ¿quieres que te lleve o no?

- No me subiré a esa chatarra.

- No ofendas a Cher.

- ¿Cher? ¡le pusiste nombre! Estás demente. - Solté - ¿Sabes? Llamaré a Andrew.

- Como quieras princesa - Dijo Cameron mientras se apoyaba en el carro.

- Cimi Qiiris Princisi - Imité mientras yo marcaba a mi novio.

Un tono.

Dos tonos.

Tres tonos.

Llamada transferida al buzón de mensajes...

Mierda, ¿Que pasa?, Andrew siempre me contesta. Bufé.

-No te contestaron, eh - dijo en un tono burlón - entonces... ¿te llevo? - dijo acariciando su yugo llamado "Cher" con "orgullo"- digo pues no querras irte caminado, ya que recuerdo que tu casa queda casi al otro lado de la ciudad.

Fruncí el ceño, pero asentí y suspiré derrotada.

- Bien, sube. - Hizo un gesto con su cabeza y saco las llaves de su bolsillo para encender el auto.

***

- ¿Que esta haciendo? - Pregunta Camero luego de 15 minutos de viaje.

- ¿Que no es obvio? trato de cubrirme mi cara al maximo. Por eso tengo esta bufanda en la cabeza, y las gafas.

- ¿Te da verguenza estar conmigo?

-No, me da verguenza estar en un auto asi.

- Malcriada- susurro bajito pero alcance a oírlo.

-No soy malcriada, idiota.

- Si, lo eres. Te preocupas mas por ropa, carros lujosos, vestirse bien. Te puedo asegurar que tus notas no te importa en lo absoluto.

-Claro que me importan mis notas, y si presto atencion a esas cosas por que son importantes.

- No, no son importantes, esas cosas son solo vanidad. Gastas dinero en todas esas cosas, por que no sabes en que mas gastarla, hay cosas mas importantes que ropa o autos o esas cosas. La gente como tu no se interesa por lo demas, los humillan y les hacen sentir que no valen nada y-y - Se entrecortó su voz - llegan a hacer mucho daño, a la persona que ofenden y hasta su familia. - Cameron freno el auto se recostó sobre el volante y empezó a llorar, era la primera vez que veía a un hombre llorar. No entendía que pasaba, pero sabia que el estaba mal, que había sufrido mucho, lo único que podía hacer era abrazarlo

-¿Cam? - se voltio para encontrarse con mis ojos y le di un abrazo el se sorprendió, pero luego me respondió el abrazo. Mientras mas lloraba, mas se aferaba a mi, era inevitable que no se me pegaran las ganas de llorar. Cameron me soltó y me miro extrañado.

-¿Porque lloras? -dijo quitándome la gafas

- Pues recordé lo de mi mama - Mentí, lo de mi mama no me importa en absoluto, se divorció hace dos años de mi papá pero prometió volver por mi.

- Pues... Se te corrió el maquillaje, amiga - Cameron se río a mil carcajadas y yo solo le lanzaba una mirada asesina.

- ¡Oh vamos! Admite que es gracioso, mira tu cara.

Saqué un espejo que traía en mi bolso, me mire, y vaya que me veía horrible. Cameron tenia razón, asi que empecé a reir ni una foca pariendo ¿Como hacen las focas pariendo? No tengo idea, Cameron y yo reíamos a carcajadas, luego de calmarnos él encendió el auto y seguimos hasta mi casa.

***

- Bueno, llegaste sana y salva, no te puedes quejar.

- Quien diría que esta chatarra arrancaría.

- ¡Ey! No ofendas a Cher, suele ser sensible. - Yo reí.

- Estás loco - salí del auto - Oye Cam - Dije desde la ventana del auto - ¿Que pasará con mi auto?

- Lo llenare de gasolina y vendré mañana a buscarte ¿Te parece?

- Esta bien, te espero a las 9 en punto, no te tardes Smith, mañana sera el segundo paso.

- ¿Y ese cual es?

- Hablar con populares.

- ¡¿QUE?!

- Adiocito, Smith - Dije adentrándome por fin a mi casa.