Capítulo 1

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Amanecía el sol apenas se podía ver salir, por las espesas nubes que lo cubrían, la nieve cubriendo los autos, los copos que caían se derretían y volvían a tomar su forma, los barcos pesqueros que comenzaban a salir para un nuevo día de pesca y personas caminando por las calles abrigadas 

Tal vez se pregunte de que lugar hablo bueno vivo en Sitka Alaska juntó  con mi  madre, una mujer trabajadora y humilde, nunca conocí a mi padre ya que nos abandono cuando tenía una semana de aver nacido, pero no es algo que realmente me afecte ya que nunca lo necesitamos en nuestras vidas, tal vez no vivo en un palacio pero tengo amor y grandes amigo.

Eran las nueve de la mañana me desperté con un buen ánimo corrí a su las escaleras recuerdo que olía a chocolate caliente entre corriendo y estaba mi madre sirviéndolo mientras veía las noticias
–buenos días mama –
–¿creí que ibas a invernar? –
–que graciosa pero olvidas que hoy es sábado –ella me sonrió y me dio mi taza de chocolate caliente, pero después su sonrisa desapareció al escuchar una noticia, se trataba que en el lugar donde trabajaba había sido asaltado, yo me que preocupada ya que tenía que ir a trabajar
–¿oye mamá y sí mejor no vas a trabajar hoy?–
–¿que ?claro que tengo que ir –
–pero mamá ¿que acaso no escuchaste lo que paso? –
–sí hija pero tengo que ir–respondió me mamá mientras dejaba su taza y se peinaba y preparaba sus cosas
–mejor no mamá el día es precioso ¿por que no vamos con mi abuela o con mi tía hace tiempo que no la vemos? – respondí suplicándole que no fuera
–mejor cuando llegue vamos a ver a tu tía y luego vamos a comer ¿te parece?-
–pero... Pero
–pero nada tranquila estaré bien – dijo mi madre mientras me daba un beso de despedida
–esta bien –dije mientras le sonreía ella salió, y yo me quede sola pero jamás pensé que iba pasar, camine a mi habitación me puse un pantalón una blusa a cuadros una chamara unas botas de nieve tome un libro y lo hecho en una bolsa, baje las escaleras entre a la cocina  prepare unos deliciosas emparedados y un termo lleno de café caliente y también los metí a mi bolsa , tome mis llaves y unos guantes junto con un gorro que estaba cerca, camine algunas calles hasta llegar a una tienda compre unos trozos de carne y continúe hasta salir de la ciudad y llegué a mi lugar favorito donde se encontraba un viejo amigo que era un cazador y que ahora se dedicaba a reparar botes y vender carnada
–hola señor Wilson -
— ¡Miriam! –
–¿ creí qué ya no ibas a venir?-
–pues se equivocó y ¿mis bebés?-
– están atrás – respondió mientras se levantaba de su silla y me abría la puerta de atrás donde se encontraban mis perros desenvolví los trozos de carne y los repartir a mis siete perros
– ¿creo que esos perro comen mejor que yo?—
– no diga tonterías señor Wilson- respondí mientras entraba y sacaba unos emparedados de mi bolsa
–gracias Miriam te has ganado el trineo- respondió mientras me daba las llaves en donde lo guardaba, yo las tome con mucho gusto y corrí. Saqué el trineo era pesado pero eso no me impedía emocionarme, les coloque sus pecheras a mis perros me sostuve con fueras de las riendas y tire de ellas realmente amo estar en el trineo me siento libre sin temor a las tormentas es como desafiar a la muerte con la gran velocidad que puedes alcanzar, después de recorrer un gran tramo mis perros y yo descansamos un rato mientras sacaba mi libro los perros jugaban y descansaban yo me dedique a terminar de leerlo después, partimos a casa ya que comenzaba a anochecer y mamá muy pronto iba a regresar para la cena y tenía que estar presente, me despedí de Wilson de mis cachorros y regrese a casa , mientras caminaba disfrutaba de la noche y me deslizaba por algunas calles que están congeladas realmente para mi era un día bonito a cada lugar que voy me encuentro con un amigo ya que el pueblo es pequeño pero unido casi llegaba a casa pero en mi camino se atravesó él oficial Richard
–hola oficial ¿ sucede algo ?– respondí alegra mente pero eso no sería por mucho tiempo,  el oficial se quitó su gorra y agacho la cabeza
–no lamentó ser yo el portador de tan malas noticias pero....
– ¿ pero qué oficial – dije preocupada
.–tu madre acaba de fallecer te busque en casa pero no estabas lo siento realmente– dijo seriamente yo no sabía que hacer no pude sostenerme solo camine a casa las piernas me temblaban, sentía algo inexplicable en mi pecho abrí la puesta el oficial me hablaba pero yo realmente no podía escucharlo, solo me encerré, el oficial tocaba la puerta pero no sabía que me pasaba no tenía ni una lágrima sentía que esto no era real .
Desperté y vi que me había quedado dormida en la puerta me levanté lentamente y ecuche que alguien tocando 
–¡ Qué !– dije gritando
– soy yo tu tía Rachel ¿puedo pasar?-yo abrí la puerta ella corrió para abrazarme mientras se soltaba en llanto después ella entro y yo cerré la puerta lentamente, mi tía se sentó en la sala yo la seguí  y fríamente le dije
–¿ cómo paso ?–
–creo que no debes saberlo –
–¡dije que como paso ! Es mi madre tengo derecho a saberlo – ella solo me miro un poco sorprendida y tomó un gran suspiro
–la tiendo donde trabajaba fue asaltado otra vez pero esta vez mataron casi a todos los trabajadores – dijo con la voz realmente temblorosa yo solo me quede callada no sabía que decir o que hacer ella me miraba esperando una respuesta de mi parte pero yo realmente no podía hacer nada ella ya estaba muerta.
Recuerdo que como a los dos días fue el funeral, todos estaban de negro y llorando, mi tía, mi abuela, mis amigos y amigos de mi mama incluso el señor Wilson pero yo realmente no podía llorar sólo veía como la enterraban y arrojaban rosas blancas a su tumba y que en mi casa cuando todos estaban  reunidos yo solo me quede sentada en mi sofá sentía como sí una gran parte de mi se hubiera ido con ella y que en cualquier momento moriría por la tristeza que no podía sacar de mi ser, todos pasaban y decían que lo lamentaban y me abrazan. Cuando casi todos se habían ido llego el abogado me mi madre y se sentó junto ami
–lamentó lo que sucedió y se que esto es demasiado para una jovencita como,  tu pero hay alguien que quiere verte –
–¿alguien? - pregunte 
–si esta en el patio trasero – dijo yo sólo me levanté y salí pude ver a un hombre de traje negro alto muy elegante , el hombre boleto y se acercó a mi
–eres igual a tu madre – dijo mientras contenía las lágrimas
– disculpa pero ¿quien eres? – pregunte un poco confundida
–se que no es un buen momento pero. soy tu padre –
–tu eres mi padre –respondí
–si–
–y después de 16 años decides venir maldito cobarde – respondí mientras sentía como me llenaba de ira
.–que haces a qui crees con un no lamente arreglarás todo eso cres que con un tu estúpida presencia estaré bien eres un maldito bastardo –dije mientra lo enpujaba
–escúchame un momento hija –
–no me llames hija yo no tengo padre –respondí como era posible, que hacia aquí después de tantos años
–no digas eso  Miriam  déjame explicártelo  –dijo mientra me sostenía de mis hombros
–eres un maldito dije mientras lo golpeaba en el pecho .– eres un cobarde –  el me acerco a su pecho y me abrazó fuertemente yo me solté en llanto
–yo le dije que no fuera pero no me hizo caso yo le dije, si tan sólo se  hubiera quedado  – dije mientras lloraba y lo abraza, el de igual forma comenzó a llorar mientras me pedía perdón por todo.

Hola esta es una nueva historia espero que les halla gustado :)

La chica de AlaskaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora