Después de tantos sapos

Capítulo 2: Un día extraño

De esa noche recuerdo, tragos, tragos y más tragos. ¿Qué habré hecho? No estaba acostumbrada a tomar pero la situación y el ambiente me llevaron a esto.

¡Un momento! ¿Dónde estoy? Esto está muy cómodo. Se escuchan ruidos y pareciera estar en un apartamento .

-La chica se está despertando- salió de la voz de un chico. Y sentí su mano en mi hombro agitándome.

Para mi tranquilidad escucho luego la voz de Andrés, uno de mis ex. A diferencia de Manuel, él mide un poco más de metro y medio, rubio y de ojos claros. Se va acercando hacia mi, lo noto por sus pisadas.

-Princesita, ¿Por qué hiciste eso?- no tenía idea lo de lo que ocurrió anoche - Me llamaste y dijiste que me querías, que te buscará en el "Eclipse".

Yo apenas podía abrir los ojos, mis párpados estaban pesados. No podía ni hablar pero como pude me senté la cama que estaba acostada. - No tengo, cómo explicar lo que paso. Te doy gracias por salvarme- dije y de pronto sentí unos brazos rodearme y haciendo que colocará mi cabeza en su pecho.

- Deberías darte un baño hermosa, te preparo un desayuno y llevo a casa- dijo mi salvador.

Saque fuerzas de donde no tenía y me duche, aun Andrés conservaba ropa mía, en su closet, vestí lo que conseguí. Me hizo desayunar con él, para luego llevarme a casa. Todo lo hizo como prometió.

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Pase todo el día anterior durmiendo y hoy era domingo. Estuve con Clara en el parque preguntándole lo que había ocurrido.

Para mi sorpresa mi amiga me cuenta que había encontrado un amigo de la adolescencia y estuvieron charlando. Yo había ido al baño, y que desde allí no me vio más. Pero Andrés la llamo para decirle que estaba con él. Toda una película.

Éste día fue uno más del montón. Mañana me tocaba trabajar en la farmacia, en el turno de la mañana.

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Mi despertador hizo de las suyas y me levanto a las 6:00 am, entraba a trabajar en dos horas pero siempre soy puntual y muy detallista para arreglarme "soy mujer necesito tiempo".

Se me olvido contarles que el dueño de la botiqueria donde trabajo, es del profesor Klose. El no estaría, por lo que queda de mes. Yo quede como encargada del negocio.

Decidí vestirme casual, use unos jeans, zapatillas vinotinto al igual que el sueter, con un top blanco debajo, cabello recogido. Considere que estaba bien y que era sencillo para trabajar.

Luego del almuerzo, mi día y vida cambiaron en el momento, en que unos ojos miel, se cruzaron con los míos, para quedarse en mi memoria y no borrarlos jamás.