Capítulo 1

8 2 0
                                    

Estamos todos saludándonos después de un verano entero sin vernos, nuevo curso, nueva vida (eso era lo que pretendía, buscar un nuevo grupo de amigas para salir y centrarme en mi blog y en los estudios), ya que en primero lo pasé fatal, aunque ya os contaré la historia de mis pesadillas, bueno tampoco me paso jaja.
Estábamos todos, y aunque en cierta parte no me caen bien los de mi clase, me alegraba mucho de verlos a todos y de empezar la rutina.
Saludo a todos mis compañeros y a las tres únicas amigas que tengo, Silvia, Ángela y Laura. Silvia es mi vecina y cada dia vamos a clase y a casa juntas después del instituto, la verdad es que no me cae bien porque es la típica falsa que va de buena contigo, y después te critica a las espaldas poniéndote verde e incluso a la cara, pero no me queda otra occión, asi que decido ir con ella.
Ángela era mi mejor amiga de pequeña, y como cabe de esperar, nos peleamos y simplemente pasamos la una de la otra aunque ahora tampoco es que nos llevemos bien, pero ella siempre va con Silvia, son como el típico paquete que compras y te vienen dos, por lo que, si quiero ir con Silvia, Ángela tiene que venir también (Por lo menos parece que tengo una amiga más).
Y Laura, la verdad es que es una verdadera amiga, es un poco extraña porque tiene una personalidad y un comportamiento muy raro y no le cae bien a casi nadie, pero la verdad es que desde siempre se ha portado fenomenal conmigo y me reconforta mucho su presencia, porque es la única persona a la que se lo cuento todo, absolutamente todo de todos los temas, por lo que no me molesta nada que siempre esté conmigo, tanto recreos como clases.
Asi que, voy con mi grupo de amigas al recreo (y no voy a mentir, somos las "pavas" de la clase, pero no me importa, al menos no estoy sola, y aún
así, no busco amigas, sólo compañia para pasar los recreos). La verdad es que estamos muy tranquilos, y yo voy directa a mi sitio de siempre, el patio es grande, a la izquierda hay un gimnasio y a la derecha como un banco largo gris (en el que siempre me siento) y justo al lado la pista de baloncesto (que todos los recreos está ocupada).
Fui a tirar el papel del bocadillo a la papelera y al girar, un aire repentino me hizo mirar a los niños que jugaban al fútbol, en concreto al chico de la portería, y justo él me miró. Fue entonces cuando supe que mi vida sería   distinta y que habría una larga historia detrás de esta repentina mirada.
Vuelvo al banco embobada sin quitarle ojo al chico, y siento la necesidad de saber su nombre, por lo que llamo a Raúl (un chico de mi clase que está jugando a fútbol) que le preguntara al niño cómo se llamaba y que me lo dijera porque estaba deseando saberlo (bueno lo de deseando saberlo me lo guardé para mí). Y no tardó nada en decirme el nombre que estaría en mi cabeza el resto del curso, y quien, sabe si toda mi adolescencia. Jack.
Su nombre se repetía una y otra vez en mi mente, Jack (decía yo, es adorable), y durante las tres horas siguientes intenté organizar mi cabeza porque mis planes se habian puesto boca arriba, ¡Me habia enamorado!
Y obviamente, al salir, esperé un poco haciéndome la tonta y preguntando a mis compañeras cosas para ganar tiempo, y salir justo delante de él, y ocurrió nuestro primer diálogo, bueno, palabras, pero a mi me gusta llamarlo diálogo. Me acerco y le digo ¡Hola!, me observa detenidamente y yo me aparto un poco, no quiero parecerle fea de cerca, asi que para sacar conversación le pregunto que si le gusta mi amiga Silvia, y sé que sabe quien es porque sus amigos no paran de nombrarla porque se llevan mal entre si. Jack me mira y pasa de mi sin ni siquiera dignarse a contestar, y mi cabeza piensa : es la cosa más adorable que he visto jamás, pero mi boca le dice : dios que estúpido eres ... Y me voy sin ni siquiera mirarle, bueno de reojo porque ya ni controlo mis sentimientos.
La verdad es que no sé cómo demonios voy a acercarme a él, habia pensado en en que si le sacaba conversación me pediría el número y a partir de ahí nos conoceríamos, pero no contaba con que
pasaria eso, aunque supongo que no está bien hacerse ilusiones porque las cosas no suelen suceder como tu esperas .

En casa decido ponerme a curiosear con el blog, la verdad es que es bastante infantil, incluso el nombre, pero aunque tengo muchísimas ganas de mirar webs con las que colaborar, escribir algo, ponerme en las redes sociales... Lo único que soy capaz de hacer es pararme a pensar en Jack, en qué estará haciendo, si tendrá clases, cuál es su apellido, y donde vivirá, y lo más importante ... ¿Le habré parecido guapa? ¿Tendría alguna oportunidad con él? En la cabeza digo, que tonta soy, no me gusta, sólo me parece bonico (porque yo no digo guapo ni está bueno, digo bonico siempre). Pero mi corazón me dice que sí tengo oportunidad, os va a parecer raro pero yo tengo muy buena intuición, una vez leí en una web que me encanta, que las chicas leo son muy buenas en la intuición y son muy protectoras, y la verdad es que conmigo no se equivocaba). Me creo mi propia historia en la cabeza sobre lo que va a pasar (ocurra o no) y me sumerjo en mis pensamientos, pero tenia un buen presentimiento, sabía que iba a salir
con él, no sé como iba a suceder pero sabía, no se porqué, que estábamos destinados a estar juntos siempre.

Durante unas semanas me dedico a observarlo y estudiarlo, incluso descubro su apellido : Larsson, Jack Larsson. Jack Larsson y Zara. Jack Larsson y Zara Beer.
Lo observo todo lo que puedo, en el recreo, cuando va a gimnasia ( por supuesto me aprendo los dos dias que tiene gimnasia, martes y jueves) y tanto a la salida mientras espera a su hermana Chloe, como en la entrada.
No hay duda, siento una atracción por él demasiado grande, me gusta muchísimo, y quiero pasar con él el resto de mi vida, con Jack, por muy obsesivo que suene.
Y tampoco cabe duda de que él me observa también, me mira con sus pequeños ojos marrones. De estatura la verdad es que es bajito, tiene el pelo marrón oscuro aunque reflejos en la zona de la frente (por no decir flequillo), una nariz estraña, como pequeña y hacia arriba, unos labios normales y los dientes, aunque no me fijo mucho, los tiene bien (es verdad que no tiene los dientes perfectos pero a mi eso no me importa). Tiene buen cuerpo y la verdad es que ni está delgado ni gordo, simplemente está rellenito pero muy bien, y su forma de vestir me encanta, aunque en mi instituto, como es religioso llevamos uniforme (que debo decir que le queda espectacular).
Su sonrisa es mi devilidad, y no puedo evitar quedarme como las tontas cuando me mira, le amo. Sé que es pronto para esa decisión, pero lo sé, le amo.

Las semanas pasan volando y no me doy ni cuenta de que ya es
viernes. No sé a vosotros pero para mi el viernes es sagrado, es cuando tengo el dia libre sin deberes ni nada y encima salgo con mis amigas por la ciudad tranquilamente.
Estaba ya en la calle, en concreto en un callejón, donde en la esquina hay una zapateria con unas escaleras (ahí es donde estábamos sentadas Silvia y yo) y justo en frente una peluquería con un borde que utilizábamos de banco (donde estában sentados Jack con su grupo de amigos), era la cosa más bonita del mundo y yo estaba en una nube mirándolo.
De repente me llaman y yo me levanto para contestar cuando Jorge, un niño de su grupo, dice : ¡Ey Jack, ahí está tu novia! Y claro, yo roja como un tomate sonrio de la emoción de que me relacionen como "su novia" y él me mira y me sonrie tan cálidamente que me derrite el corazón.

SURVIVORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora