Historia de amor

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Introducción:

Ser el niño que vivió, no es fácil, es una vida llena de peligros mortales, enemigos sobrenaturales y algunos feos de cojones, como el caso de Voldemort, por que no me negara nadie que cuando volvió era feo, pero feo, feo, vamos que ni pagando tendría a nadie a su lado sexualmente, luego, aparte de eso, ser el niño que vivió te da fama, reconocimiento y éxito.

-          Pero no consigo al rubiales de mis sueños, me cago en la ostia.

Capitulo Unico

Todo empezó una noche de San Valentín, en un edificio importante como nuestro gran Hogwarts, donde una figura misteriosa, sensual y muy erótica iba recorriendo los pasillos de Hogwarts haciendo su vigilancia pertinente cuando diviso a un pequeño Gryffindor de primer año perdido por los pasillos, el cual estaba un poquito acojo nao pero tenía un as bajo la manga, cierto merodeador que iba a ir a su rescate con tan solo apretar un pequeño pin que llevaba en su túnica, un pin que proyectaba una alarma en el mapa del merodeador. La alarma apareció en el mapa y Ron aviso a Harry.

-          Harry, uno de primero esta en problemas con un Slytherin.

-          E, vamos a bailar.

-          ¿Eh?

-          Una expresión muggle.

Volvamos al lugar de la acción, donde al parecer nuestra sensual figura estaba enfrentando al Gryffindor de primer año, cuando llego nuestro héroe, que aun no podía ver bien la figura.

-          Premio, te ha tocado el premio gordo.

-          A si, ¿y se puede saber quién va a darme todo lo que merezco Potter?

A medida que decía esto la sombra iba avanzando dejando expuesto al hermoso Slytherin, al cual le quedaba la ropa muy ceñida y además, con el sudor y los rallos lunares se veía muy sensual.

Intentaba seducirme, pero no sabía que los que me conocen bien me llaman el chico de hielo.

-          Pero que pedazo de hombre, pero dios mío, pero que bueno que estas,  de donde has salido tu y donde esta Malfoy, pero que culito más sexy, ahí dios mío, dame un beso, dame un beso y te pongo un kiosco, que estas mas bueno que el pan con chocolate, ven que te unto mantequilla y te como todo entero, ven que te gusto, se que te gusto, dime, que te bese, dame un besito, si uno aunque sea pequeñito...

A todo esto el otro chico ya avía escapado y Harry mientras hablaba daba vueltas alrededor del Slytherin babeando literalmente y hartando a un chico que una de sus NO virtudes es la paciencia y recalco el NO virtudes.

-          Te quiero Dra....

-          Bombarda.

Le dio en todos los bajos y el grito de Harry Potter recorrió el planeta entero despertando a todo Hogwarts. Al día siguiente un Harry Potter con el orgullo en los suelo y un andar muy raro se dirigió a la tienda Sortilegios Weasley y mientras iba el iba hablando mentalmente consigo mismo.

Habíamos tenido por fin nuestro primer contacto, contacto, después de la guerra y podría decirse que habían saltado hasta chispas, pero no podía ser, nuestro amor era imposible, el era un Slytherin súper enamorado de mi el gran Harry Potter y yo era un Héroe, el Héroe del mundo y yo, sabía perfectamente lo que tenía que hacer. Así que entre a la tienda de los locos hermanos incestuosos Weasley.

-          Haber, dúo dinámico, tengo un problema.

-          Ya nos han dicho de cierta bombarda en los huevos.

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