The Bad Teacher

Capítulo 3

Las horas pasaron, el profesor termino con su trabajo, la madre de la chica no llego, y la tormenta había empeorado.

-Disculpe señorita Powers, yo tengo que retirarme y no me gustaría que se quedará aquí, sola, la tormenta ya empeoro, así que si acepta puedo llevarla a su casa- Dijo mientras metía algunos libros a su maletín.-

-Em-mm, esta bien, no quiero quedarme sola, ya esta obscureciendo, y al parecer mi madre se olvido por mi.

-Oh quizá la tormenta impidió que ella viniera.- Dijo finalmente mirándola a los ojos... Pero que ojos, como el café de una hoja en tremendo otoño, brillantes y seductores... como los de un "Heart Breaker" su cabello bien arreglado... bien afeitado, quien dirían que con aquella mirada, su corazón comenzaría a latir como tremendo motor a todo poder.

Ambos salieron de aquella aula obscura y fría, el profesores dispuso a cerrar aquella vieja puerta de madera que daba con su alón de clases,.

Ella, ella disfruto de aquel panorama... su trasero, seguido de un extraño escalofrío. No había luz en el pasillo, solamente el sonido del viento chocando con las paredes.

-Esto es un poco escalofriante- dijo ella abrazándose a si misma. El solo la miro, sonrió y arreglo su corbata color negro. Tenia un muy buen gusto vistiéndose.

Al llegar afuera al estacionamiento, la tormenta había empeorado, los relámpagos y la fuerza del agua eran bastante fuertes, parecía como si la madre naturaleza estuviera molesta, como si tuviera un desamor en el centro de su corazón...

-No veo su auto- Dijo ella mirando alrededor, ambos bajo un pequeño techo que solo cubría un poco de aquella terrible tormenta.

-Bueno, en las mañanas, siempre me toca un mal lugar para estacionar el auto- dijo cubriéndose con su maletín obscuro de cuero fino -Mi auto esta cerca de las canchas de fútbol Americano- Dijo riendo, Ella no río tanto, aunque no le importaba mojarse, ella sabia que si corría asía allá, ni en 2 pasos se libraría de terminar empapada, con todo y el material escolar, que era lo que mas le importaba.

-Pero, no importa, yo iré a traer el auto, tu espera aquí- Le dijo a ella, mientras se quitaba su saco color vino y le daba su maletín para no mojarlos. Corrió asía entre aquella tormenta por su auto y solo para que ella no se mojara.

El olor de su saco,la cautivo dejándola asombrada, un olor bastante masculino y atractivo... un hombre que huele bien, aquel aroma la dejo perdida entre mil pensamientos, pensamientos no dignos de una chica de 17 años. No de una de sus alumnas. Tan perdida estaba en aquel pequeño gran mundo que no escucho cuando el atractivo hombre sonó el auto 4 veces. Finalmente ya en aquel auto, se disculpo por haberse perdido y no haber escuchado el auto, pero sin tan solo el profesor se hubiera dado cuenta que fue por su culpa... Arrancaron el auto, el, estaba completamente empapado, escurriendo agua de su camisa, camisa que se le pegaba al cuerpo asiéndole notar aquellos bien definidos brazos y su marcado abdomen... Aquel profesor, era una fiera.

-En donde vives?- pregunto el profesor asiendo su cabello asía atrás.

-Al otro lado del pueblo, a las afueras-

-Es un poco retirado no lo crees?- dijo sin quitar la vista del lluvioso camino.

-Siempre lo pensé- dijo ella mirándolo.

-Esta bien si paso a mi apartamento solo a cambiarme esta ropa mojada? Me siento extraño- dijo riendo.

-Esta bien, por mi no hay problema, creo que yo tampoco me sentiría cómoda.

El manejo asía su "apartamento" un vecindario bastante lindo, sofisticado y con colores bastante finos, llegaron a uno de los edificios, uno bastante grande... la chica jamas había estado en esta parte del pueblo.

-Quieres bajar?- pregunto preguntó el, tomando su saco y su maletín, Era una pregunta bastante peculiar, con 2 respuestas... "si o no" que ironía, quien no desearía estar en los zapatos de la chica... aceptando la propuesta de su profesor... entrar a su apartamento, pero solo por que el no quería dejarla sola, en el estacionamiento, y mucho menos con este clima.

Subieron al ascensor, el profesor pico el botón 14-5 el cual los llevo asía un pasillo bastante obscuro, año parecer el maestro tenia una obsesión por los pasillos obscuros, o solo era pura coincidencia... llegaron a una puerta obscura, el profesor abrió dejando entrar a la chica primero, como todo un caballero, definitivamente, tenia muy buen gusto, los colores, los muebles, todo coincidió bastante bien, aquellos sofás color guinda, con la alfombra negra y la chimenea encendida.

-Toma asiento, regresare pronto, solo me cambiare la ropa- dijo el dejando su maletín sobre uno de los sofás, quien diría que aquella chica... aquella tarde tendría tan buena suerte.