Capítulo #3

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Narra Louis

Las montañas eran el lugar perfecto para contemplar el hermoso paisaje de la enorme ciudad. El sonido de los automóviles era característico y familiar para mí.

Desde que llegué a Suecia, no he hecho nada más que conocer un poco de la ciudad y visitar lugares a los que no podré ir cuando las clases comiencen. Vine acá por orden de mis padres, ellos querían un mejor futuro para mí, así que consiguieron inscribirme a través de una beca, en la Universidad de Estocolmo, para estudiar leyes.

Uh sí, Louis Tomlinson como abogado. Nadie se lo imaginaba, ¿Cierto? Lo sé, incluso a mí me cuesta creerlo. Pero debo admitirlo, hay algo en mí que me dice que esto pueda salir bien, y quien sabe qué sea, pero dejo totalmente a mi instinto en mi control.

Llevo no más de un mes acá, pero ya extraño Londres. En especial a Harry, él era el hermano menor que no tuve, me duele haber dejado las cosas con él así. Quizá... No lo sé, tal vez en algún momento el tiempo haga que las cosas se arreglen.

También extraño mi antigua escuela. Los antiguos compañeros, los maestros tratando de sobrevivir y llevar una vida normal con nosotros destrozándola por completo. Los juegos de fútbol improvisados en cualquier lado del colegio a la hora del almuerzo.

Pero hay alguien a quien no me saco de la cabeza, aquella chica que siempre estaba en el pequeño balcón, su vista fija en los chicos que jugaban abajo, o en el cielo, meditando la vida. Nunca supe su nombre, por extraño que suene, y aunque todos nos conocíamos, nunca supe quién era ella. A veces la veía sola, y otra veces con otra chica, Brooklyn, su mejor amiga. Hablé con la morena un par de veces, pero nunca quiso confesarme el nombre de la chica del balcón.

Volviendo al paisaje, comenzaba a oscurecer. Y no había nada más hermoso que pudiera pedir. Amo los atardeceres, sé que suena cursi, pero hay algo en ellos que me hace sentir renovado. Así como cuando te dicen que algo nuevo está por venir al día siguiente.

Saqué la cámara de mi mochila, no sé, es un pequeño hobby que nunca cumplí como quise: la fotografía. Me coloqué en el lugar en el que creía tener la mejor vista para el recuerdo.

Sinceramente no me imaginaba algo como esto, quien diría que luego de tantas cosas en Londres, estaría hoy fotografiando un hermoso atardecer en Estocolmo con grandes ambiciones para mi futuro.

Lo sé, suena ridículamente increíble.

- Oye Louis. ¿Quieres salir por un momento de tu hermoso trance? Por si no lo sabías, habemos personas acá también. –La voz de una chica me llamó. Era Wendy, una amiga que conocí cuando comencé a hacer todos los preparativos para comenzar en la Universidad.
- ¿Sabes que no es necesario que hables así, cierto? Estoy aquí, Wen, no me he ido a Marte. Sólo estoy recordando... un poco.

- Estás tan distraído, que eso pareciera. –Rió.- La noche ya comienza a caer, y eso implica más tráfico para volver a casa. ¿Le apetecería al Señor Recuerdos conducirnos de vuelta a casa? –Reí ante el comentario.

Ella siempre era así. Tenía un sentido del humor totalmente extraño, pero admito que divertía. Cuando la conocí, la chica estaba tan nerviosa como yo haciendo los últimos arreglos de su inscripción. Es el gran paso de ambos hacia la Universidad. Y entre una que otra plática, supe que vive en el mismo edificio que yo, en el séptimo nivel. Nos reunimos desde entonces, y debo decir que es una de las más grandes amigas que haya tenido.

-  ¿Por qué te quejas? Tú no eres la que tiene que conducir de vuelta.

- Me quejo, porque odio el tráfico. Además, no me gusta estar un lugar tan pequeño como un auto, con un chico que lo único que hace es recordar y hablar sin fin de sus maravillosos años en Londres. –Sacó la lengua. A esta chica le encanta comportarse de manera tan infantil.

- ¿Eso es lo que piensas de mí? Está bien, no te complicaré el viaje, me iré solo. –La pelirroja se sorprendió.

- ¿Es joda, verdad? –Su cara me lo decía todo, estaba incrédula. Me estoy aguantando las ganas de reír.

- ¿Tú que crees? –La reté y salí corriendo hacia el auto, que no estaba a más de veinte metros de distancia.

- ¡Tomlinson! ¡Esta me la pagas! –Corrió detrás de mí.
Llegué al auto, pero para mi sorpresa, Wendy era la que tenía las llaves.

- ¡Já! Te salió el tiro por la culata. –Se carcajeaba.

- ¿Sabes algo...? Creo que me quedaré a dormir acá esta noche. Además, tengo una de las mejores vistas hacia las estrellas. –Dije, mientras me recostaba en el suave pasto.

- No es mala idea. –Dijo la pelirroja relajándose. – Pero, ¿Dónde vamos a dormir? ¿Qué vamos a comer? ¿No estarás pensando en hacer esto en estilo vive libre o muere, cierto?

- Sí... reconsiderándolo...Será mejor cuando vengamos preparados. Ahora dame las llaves del auto, que tenemos que volver a casa.

*
Narra Eilyn

- ¡Ell! –Gritaba desesperada mi querida Brook. -¡Ell, corre!

- Ya voy, ya voy. –Dije rodando los ojos.

Llegué a donde estaba y la chica estaba con una gran sonrisa en el rostro, saltaba de un lado para otro. ¿Qué mosca le picó?

- ¿Qué te pasa? –Le pregunté extrañada.- ¿Qué mosca te picó ahora?

- ¡Ell, estoy tan feliz! –Decía suspirando.

- Entonces... ¿Puedes compartir esa felicidad conmigo?

- ¿Recuerdas la asociación?

En este último mes, entre mis planes para olvidar a... El innombrable, estaba la solicitud para la beca en la Universidad de Estocolmo. Estuvimos investigando un poco, y encontramos una asociación a beneficio de la mujer que ofrecía becas universitarias en muchas universidades, nacionales o del extranjero. Pero sólo dan una beca al año. Eso nos desanimó, ambas queremos estudiar en la misma universidad. Aun así, no perdimos la esperanza en que por lo menos alguna llegaría ahí, así que mandamos todos los requerimientos que la asociación necesitara.

- ¿La de becas para mujeres?

- Sí, esa misma.

- ¿Qué pasa con ella? –Ya me estaba confundiendo.

- Pasa que... ¡Aceptaron nuestra solicitud!

- ¿Qué? ¿Ambas?

- ¡Sí! –Gritó emocionada.

- Pero... ¿No se supone que era sólo una beca al año?

- Sí, lo sé. Pero papá tiene algunas influencias en ese lugar, habló con la directora de la asociación y al ver nuestros promedios, no dudaron en darnos una beca a cada una.

- ¿En serio? –Ya me estaba emocionando.

- ¡Sí! –Me volvió a gritar- La directora me llamó y me dijo que nos aceptaba a ambas.

- Oh dios... No puedo creerlo. -Estaba en shock.

- Ven y abrázame mujer, que esto hay que festejarlo. –Me abrazó.

No puedo creerlo, estaré en la misma universidad, con mi mejor amiga, y en lugar donde ambas empezaremos de cero. Nunca creí que pasaría.
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⏰ Última actualización: Apr 23, 2016 ⏰

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Where Do Broken Hearts Go [Louis Tomlinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora