Estaba harta de la vida que llevaba,harta de las humillaciones, de auto-destruirme a mi misma.Necesitaba escapar y la única salida era la muerte. Estaba cansada de luchar en las batallas y terminar perdiéndolas.
Me levante de la cama y me vi en el espejo. Vi una chica totalmente imperfecta, alguien que nadie quería, llena de cicatrices. ¿Para que seguir luchando?
Agarre uno de mis abrigos tres tallas más grandes,unos lenggis y mis típicas botas.
Mire por última vez mi apartamento. Baje por las escaleras para apreciar todo por última vez.
-Mi niña, donde vas tan tarde?
El era Mateo,el portero y el unico que mostraba preocupación por mi.
-voy a comprar unas cosas-sonrei falsamente
El se quedó mirándome, sabía que era mentira. Me acerque a él y lo abrace.
-Gracias,Mateo-sus brazos Me abrazaron más fuerte
-¿Por que siento que esto es una despedida? Pregunto tras soltarme
"Porque lo es" grito Mi subconsciente
-Niña,cuidado con lo que haces-se notaba la preocupación en su voz
-No haré nada malo, adiós Mateo, fue un placer conocerlo-Susurre
Salí del condominio,para empezar a caminar por las oscuras y desiertas calles, calles que vería por última vez.
Llegue a mi destino y sonrei al ver que no había nadie. Me apoye en la baranda del puente y trate de recordar algo que me hiciera cambiar de opinión, pero todo lo que recordé fue el sufrimiento, dolor y humillaciones que a lo largo se Mi vida he sufrido. Jugué con el frio metal, buscando el valor, para acabar con mi vida.
-Hoy acabará mi sufrimiento-respire por última vez y lentamente fui soltando mis manos de la baranda.
-No lo hagas
Me di la vuelta,pero aún seguía encima de la baranda.Frente a mi había un chico con las manos en los bolsillos y un cigarro en la boca.
-No eres nadie para darme órdenes dije con el ceño fruncido
-Sólo los cobardes se quitan la vida, demuestrale al mundo que eres fuerte-con cada palabra se iba acercándo
-No puedes llamarme cobarde, cuando no sabes lo que he pasado
El chico siguió acercándose y yo en un intento de alejarme resbale. Pensé que caería,pero el me agarró de la cintura.
-¿Por que lo hiciste?pregunte mientras lo empujaba lejos de mi
-Pretendias que te dejará morir?pregunto acercándose a mi
-Alejate de mi-estaba enojada
-Deja que te lleve a casa
-No, puedo volver sola
Comencé a caminar lejos del chico entrometido, cuando unas gotas comenzaron a caer del cielo.
-Ahora no tienes excusa para quejarte-tomo mi muñeca y un gemido de dolor salio de mi-lo siento
Me deje guiar por el,y no porque quisiera sino porque ya ambos estábamos empapados.
Subimos a su auto y gracias al cielo que prendió la calefacción.
-¿No vas a preguntarme mi dirección? Pregunte enarcando una ceja
-te llevaré a mi casa, es el único lugar en el puedo ayudarte
-yo no necesito tú ayuda-me crucé de brazos
El no me respondió y todo el camino fue en total silencio. Llegamos a un lujoso condominio de apartamentos.
Sali del auto y me crucé de brazos. El tomo mi mano y nos condujo dentro del edificio. Entramos al ascensor y en el piso 8 este se detuvo.
-Este es mi apartamento, bienvenida-sonrio, pero lo ignore-me llamo Ian y tu?
-Me llamo Kate, ahora ya puedo regresar a mi apartamento?
En ese momento mi estomago rugio y yo deseaba que la tierra se abriera y me tragara. El me miro me sonrió.
-Si te quedas con esa ropa vas enfermarte-me tomo de la mano, aunque me resiste y me llevó a una habitación
-Sueltame, quiero irme a mi casa dije mientras trataba de soltarme de su agarre
-Solo quiero ayudarte, Kate dijo sin soltarme
-Yo no necesito tu ayuda dije en voz alta-estoy lo suficientemente hundida para poder salir- susurre
Gracias a los dioses el no dijo nada mas, porque no soportaría su lástima.
El busco una toalla, la puso en mis manos y me empujó a lo que parecía ser el baño.
-Ve tomando una ducha, mientras preparó algo para cenar-salio del baño y cerro la puerta-casi se me olvida, te dejaré algo de ropa encima de la cama.
Suspire y mire a mi alrededor. Un baño espacioso y a simple vista con todo lo que podía necesitar.
Me quite la ropa y entre a la ducha. El agua estaba caliente y fue algo relajante. Al terminar enrolle Mi cuerpo con la toalla y salí a la habitación.
La ropa que Ian, había dejado en la cama sólo consistía en una camiseta de cuadros rojos, al parecer suya.
Me coloqué la camiseta, está me quedaba en las rodillas y por suerte las mangas eran largas y tapaban mis muñecas. Ate Mi cabello y sali a buscar a Ian, a quien encontre en el pasillo.
-Ya iba a buscarte, ven la cena está lista-me abrazó por los hombros y extrañamente no me sentí incómoda.
Llegamos a la cocina y el me invito a sentar y frente a mi, puso un enorme plato de spaghetti. No podía comer eso, era demasiada calorías y no podía permitirme eso.
-No te gustan? Porque puedo hacerte otra cosa dijo apenado
-No es eso dije para tranquilizarlo-lo que pasa es que me echaste demasiado.
-¿Demadiado? Pregunto con el ceño fruncido -eso es sólo una porción-tomo el plato y le saco varias cucharas de spaghetti-así está bien? Pregunto, yo sólo asenti.
Me sentía extraña, nadie se preocupaba por mi, a nadie le importaba si comia o no.
Comimos en silencio y cuando terminamos me ofrecí para lavar los platos,aunque Ian se nego.
-Ya puedes llevarme a mi casa?
-No,Dormiras en mi habitación, yo dormiré en el sofá y no se diga mas
No quiere discutir, ya que de una manera me sentía protegida con Ian, por lo que fui directo a la habitación.
Cuando me acosté en la cómoda cama, Mi cuerpo lo agradeció. Cerré los ojos y de inmediato llegaron las voces que aparecen a diario.
"deberías de morirte"
"nadie te quiere"
"eres horrible"
"gorda"
"ballena"
"pero miren, llegó la vaca"Aveces las palabras duelen mas, que un golpe.
No lo soportaba más, me pare y fui al baño. Necesitaba acabar con el dolor. Encontre un cutter y sin pensarlo lo pase por mi muñeca.
Veía como la sangre salía y el dolor que sentía dentro, se iba directo a mis muñecas. Sonreí entre lágrimas, por el alivio que sentia. El dolor iba desapareciendo.
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Dos Cuerpos, Un Alma
RomanceElla sólo quería acabar con su sufrimiento,pero nunca pensó que en su caminó se encontraria con su media mitad