Capitulo 26

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A eso de la tarde llego Louis. Él siempre iba a ver a ___ y trataba de convencerla de que volviera a su casa, pero después de hacerlo varias veces y darse cuenta de que no serviría de nada hacer eso, dejó de intentarlo y ya solo iba a visitarla.
Ni bien llegó pudo observar la persiana de la habitación abierta. Observo que ___ tenía las piernas flexionadas sobre el siente y en su rostro había una cara triste. Pensó que posiblemente ya había visto al joven aunque siempre tenía la misma cara.

Louis: ¿Lo viste? —preguntó sentándose a su lado?

___: No... —contesto mirando el suelo.

Louis: ¿Por qué? Creí que eso era lo que quería hacer...

___: Ya no sé si eso es lo que quiero —ve al joven con los ojos húmedos—. A veces pienso que es mejor imaginármelo pero luego creo que eso es peor y a veces pienso que si muere yo jamás pude verlo pero sé que si lo hago no lo soportaré y me desmoronaré. Yo ya no puedo con esto y ciento que si lo veo todo se pondrá peor.

Louis: Esta bien... nadie te presiona. Tú haz lo que quieras.

Estuvieron juntos un rato, por momentos en silencio por momentos hablando.
Las horas pasaron y ya se habían hecho las cinco de la tarde. ___ se encontraba sentada en la silla con la cabeza recostada contra la pared y la mirada clavada en el techo con luces artificiales. Louis estaba a su lado pero dormido. Al parecer aquel día había sido un tanto agotador... vaya a saber uno hace cuando que el joven no duerme y esta era la primera vez que podía dormir. ____ sintió lástima por él. Deseaba acobijarlo aunque sea pero no podía. Igualmente, al verlo, todos los cuerdos de lo que él hizo por ella afloraron a su mente y dejó escapar una leve sonrisa. Louis era un muy buen amigo y no se merecía estar pasando por todo esto. Se notaba que también sufría por la situación de Harry y aunque estuviese cansado él iba igual a verlo a él y a ella.
Su mirada pasó del rostro de Louis a la ventana aun abierta de la habitación de Harry.
Las ansias y el martilleo fuerte en el pecho comenzaron. Sintió un cosquilleo insaciable recorriendo todo su cuerpo y sabía que no podría detenerlo hasta que lo hiciera.
Se coloco de pie, teniendo cuidado de no despertar a Louis y camino lentamente hasta llegar a la ventana.
Junto a la ventana se encontraba algo así como un pedazo de pared que sobresalía, era algo así como una columna pero cuadrada y pegada a la pared.
Se junto a la columna y lentamente comenzó a deslizarse para que sus ojos pudiesen observa la habitación.
Dentro de ella había una voz le decía que no lo hiciera, que no mirara dentro pero era inevitable. Tenía que hacerlo sí o sí.
Al principio sus ojos observaron una pared blanca, luego una cantidad enorme de máquinas. Pudo distinguir el electrocardiógrafo y otro mundo de aparatos que no conocía.
Se siguió moviendo hasta que por fin lo vio.
Sintió como el corazón se le detuvo. Las lágrimas afloraron instantáneamente a sus ojos y ni bien los primeros sollozos salieron de su boca las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus ojos.
No, no podía ser cierto, estaba soñándolo, aquello no podía ser Harry.
¿Por qué no podía morirse? ¿Por qué no dejaban libre a Zoe para que la asesinara a ella? Para ese entonces ya no le importaba vivir.
Ahora entiendo porque nadie quería que lo viera..., ahora entiende porque ella misma no deseaba verlo. Ni la peor pesadilla se asemejaba a la realidad.
Harry estaba recostado en una camilla con el típico camisón de puntos azules.
Solo que éste tenía un gran escote que se le permitía verle todo el pecho. Un montón de cables rojos y azules se encontraban adheridos a su pecho para luego conectarse a diversas máquinas.
Pude verle con claridad las vendas que habían sido colocadas sobre las heridas de bala.
Unos centímetros más hacia la derecha y una de las balas le hubiese atravesado el corazón mientras que la otra le perforaría el pulmón.
Se notaban unos leve hematomas en su rostro y algunos cortes que ya tenían formada una costra. Todo ocasionado por la pelea que tuvieron él y Louis. Después de todo, Harry era el que había resultado más golpeado ya que Louis no tenía tantas heridas.
Habían varias bolsas de suero colgadas a un lado de él. Sus manos estaban llenas de vendas que tenían los cables del suero, así estos podían pasar los nutrientes necesarios.
Igualmente, en otro de sus brazos se notaba que tenía incrustado en las venas de su codo un aparatito que en forma de mariposa que se utiliza para sacar sangre, pero ___ sabía muy bien que por ahí era dónde inyectaban la aguja con los narcóticos o sedantes para hacer que Harry permaneciera en un estado de coma.
Solo pensar en ello le ponía los pelos de punta. Él podría despertar con traumas cerebrales por haber pasado —posiblemente—, un rato sin oxigeno en el cerebro. El coma solo lo ayudaría a evitar que se haga un daño mayor y a que se recupere.
Pero lo que más le causaba impresión era aquel tuvo de respiración que usaba el joven.
Había un tanque de oxigeno junto a la camilla que se conectaba a un tubo corrugado, el cual se unía a otro pequeño tuvo que había alrededor de la boca de Harry para hacer que el aire entrase con normalidad.
Le dolía en el alma saber que sus pulmones habían empezado a fallar... ¿Qué más fallaría luego? Solo esperaba que por el momento se estuviese recuperando pero nadie le decía nada y ella no era capaz de escuchar lo que los médicos decían ya que lo hacían dentro de la habitación.
Las lágrimas le corrían por las mejillas de tan solo verlo así.
Fue en ese momento que sintió la mano de alguien sobre su hombro. A penas se dio cuenta de ello y siguió observando a Harry como si nada.

Manipulado (h.s) ACABADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora