Next Me || Rubelangel- One Shot.

Next Me.

—Apareció hoy en la mañana, mientras desayunaba—comenta mientras tomo su brazo y paso mis dedos sobre la marca.

—No, no puedo creerlo..—murmuro y él ríe.

—¿Crees que yo sí?—dice y agrega—Mi madre comenzó a gritar y dijo que ya era todo un hombre—suelto su brazo, y asiento mirando el suelo.

Me dolía el hecho de pensar que yo no tenía mi marca, y soy mayor que Miguel. Se supone que yo debí tenerlo primero, esas son las reglas.

—No te pongas mal, amigo. Pronto tendrás tu marca, y saldremos en citas dobles con nuestras parejas—propone y sonríe.

—Está bien, pero yo elegiré el lugar,

Reímos.

En el camino a la escuela me pregunto por qué "la marca" comenzó a existir. Yo le llamo marca, pero es una especie de tatuaje que aparece de la nada y mayormente a los dieciséis o dieciocho, este marca trata sobre tu 'media naranja' o como Miguel le llama: Soulmate. Aparece cuando los dioses saben que aquella persona está más cerca que nunca, y la marca de mi mejor amigo era una manzana verde.

Yo siempre soñé que sería el primero de los dos en tenerla, pero veo que los dioses tenían planes para Miguel antes que a mí. El amor no tiene sexo, y si tu media naranja es mujer u hombre, serás aceptado por la sociedad.

Aunque algunos no aceptan estar junto a un hombre y terminan rompiendo una de las reglas importantes, separarse de la persona que te asignaron. El castigo es el rechazo de la sociedad, y duele cuando se trata de tus familiares, pero seguir las reglas que te deparan al olimpo de los dioses.

Pero lo peor de todo es que siempre te van a molestar si no tiene tu marca, y soy uno de los tres que no la tienen en el colegio.

—Espero que mi soulmate y el de Miguel se unan, no puedo esperar a ser su novia—oigo a unos chicas murmurar a mis espaldas.

Ruedo los ojos.

—Ruben, quítate—Cristen me aparta de mi amigo, y se cuelga del cuello de él.

—I-Iré al baño—informo en un murmuro, y retrocedo al ver como las chicas se amontonan junto a Miguel.

Bufo, y camino hacia los baños en donde algunos estudiantes merodeaban. Tomo la manija, pero una mano me detiene.

—Rubius, tío—sonrío al escuchar a Alejandro, mi amigo.

—Alex—sonríe.

—¿Así que.. Miguel ya tiene su marca?—pregunta y asiento.

Alex tuvo la suya hace unos seis meses, es una especie de nota musical que está en su cuello; todos lo molestan diciendo que saldrá con el profesor de música—Frank—, pero nunca nadie ha visto su marca.

—S-Sí—me recuesto en la pared y suspiro—Me siento una mierda al saber que soy el único del grupo que no tiene la suya, ¡tengo diecisiete, maldita sea!

—Oh vamos, no te desanimes hombre. Te apuesto que de aquí a unos días tendrás la tuya, lo presiento.

—Te creeré amigo, te creeré.

El timbre suena, y ambos vamos a clase, aunque tuve que ir al baño para refrescarme. Nos sentamos casi al último, y esperamos a la maestra de ciencias sociales.

—¡Oh dios, mío! ¡Oh dios mío, Lauren mira!—levanto la mirada y veo a dos chicas, gritar junto a la nota.

Y entonces veo como en su mano aparece un polvo algo celeste, y ¡boom! otra persona marcada, y eso significa.