Dark Love

Capítulo 1.

Domingo.7:30pm

Uno, Dos, Tres, Cuatro; Cuatro Gemidos provenientes de la habitación de kate.

A veces tiendo a preguntarme cuando fue la ultima vez que la llamé 'mamá' ultimamente me he dado porvencida a averiguarlo, solo pienso que es una pregunta sin respuesta, como casi todas las que me suelo hacer, la respuesta existe pero no existe la posibilidad de obtenerla.

¿Ella alguna vez se ha preguntado lo que sentiré al escucharla?¿Si estoy en casa cuando trae a esos hombres?¿Si acepto lo que hace? O simplemente ¿Si los escucho al menos? No, por supuesto que no, a ella no le importo en lo absoluto, nunca lo he hecho y nunca lo haré.

¡kate Pitterson señoras y señores! La ganadora al Oscar de mejor mamá del mundo.

Enojada limpié mis lagrimas mientras me paraba de mi cama para caminar a la mesa de noche mientras absorvia mi naríz.

Observe mi reflejo en el espejo; ojos rojos de tanto llorar, labios inchados y naríz  roja, siempre es igual, y lo detesto.

Enojada tomé mi celular, lo metí en la parte trasera de mi jean negro mientras tomaba mis llaves.

Otro gemido. Maldita sea.

Tomé el cerrojo de mi gabeta de ropa interior y la abri con fuerza; Busqué, busqué y busque.

Allí está.

550 dolares, me bastará para quedarme hasta mañana en un hotel y comprarme una deliciosa cena newyorkina, guardé todo en mi pantalones.

- ¡O-Oh si Dean más! - Maldita puta.

Enoja cerré de golpe la gabeta y no sé como pasó pero uno de los retratos mios de pequeña cayó sobre la mesa causando que pequeños trozos de vidrios callera sobre el suelo y me cortara levemente la mano al intentar recogerlo.

Silencio.

- ¿Escuchaste eso?- preguntó una voz masculina.

Silencio, silencio, silencio.

-Espera un segundo, cariño, ya vuelvo - kate.

Enojada, corri hasta la puerta, tomé el cerrojo y la tranqué con seguro mientras me repetia internamente; ella no es una buena persona.

Uno, dos, tres toques en la puerta, tres toques a los que no respondi.

Ella no me vería así, no me vería llorando, no me vería debil, no despues de tanto

-¿Lexia?- No llores - Cariño ¿estas ahí? - Largate kate - Cariño, ¿me escu...- La voz profunda de un hombre no la dejó seguir.

- ¿Qué pasa, belleza?- Escuche la misma voz masculina de hace un momento.

- Nada, guapeton, ve a la habitación - Escuché como la mujer que dice ser mi madre le dijo seductoramente.

- No iré sin ti, mamasita - escuche una leve risa, despues pisadas y por ultimo una puerta cerrarse, no  faltó mucho tiempo para volver a escuchar gemidos y esta vez mas fuertes, maldita sea cuanto la odio.

Un ligero liquido rojo corria al rededor de mi mano, pesado, oscuro, espeso y concertado; sangre.

De tanto apretar el vidrio por mi enojo ha salido Sangre de mi mano derecha, maldición, esta porquería no se quitara en un segundo.

Tome una toallita humeda y la puse sobre mi herida, no me haría mucho efecto, pero algo es algo.

Tome todas mis cosas, abrí la ventana, observé mi habitación por ultima vez en el día y sin esperar más, salté.