- SOLO QUIERO SER AMADA-

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-Solo quiero ser amada-

Aclaraciones previas: Aquí está la segunda secuela de mi anterior Historia titulada "Amigas" por lo que aconsejo que si no han leído esa historia no entenderán mucho a Greslyn. Sin más que agregar comenzaré.

10 de Noviembre

Como todas mi mañanas me dirigí a la universidad, la verdad es que realmente odio estas fechas son fechas de exámenes tras exámenes sin mencionar que también es mi cumpleaños y solo me la paso estudiando, es algo realmente tedioso, sin embargo me pasó algo que hizo que este mes pareciera menos aburrido y la causa de ese acontecimiento fue Arlett.

Arlett era una de las nuevas ingresante de primer año en mi universidad ¿Cómo la conocí? Eso es lo más cómico. No soy muy popular que digamos, en realidad esa sería Enelda, ella es famosa por su narración, carisma y aires de mujer madura, está en el club de literatura y es la más sobresaliente yo solo la admiro y quiero ser tan buena como ella. Sin embargo me falta mucho pero a pesar de ello, conocí a alguien que me admiró.

Cuando iba caminando por el pasillo de la universidad conocí a una chica de primero que me dijo como podía ingresar al club de Literatura y que tenía miedo y vergüenza como es lógico le expliqué y le di unos consejos, al cabo de una semana más o menos Sayan, así se llamaba, se me empezó a apegar a mí, siempre que salía en los recesos y me dirigía a mi lugar preferido de la universidad podía ver unos metros antes de llegar a dicho lugar, su delgada figura, su cabello castaño y largo que cubría toda su espalda hasta la cintura, ella siempre estaba ahí antes que yo, allí conversábamos un poco, también hablábamos sobre libros y siempre la conversación se tornaba sobre literatura.

15 de Noviembre

Como era costumbre me dirigí a la parte trasera de la universidad a mi encuentro con Sayan, pero al llegar no estaba ella sola, sino que estaba acompañada de otra muchacha.

-Buenos Días Sayan- saludando me senté en un banco cerca de allí.

-Buenos Días Greslyn- me saludó como normalmente lo hacía lo único que cambio fue que me presentó a su acompañante, una chica de casi mi estatura de tez clara, ojos de color negro con pestañas largas y onduladas, su cabello era medio largo de color negro azabache con rulos, quizás parecidos a los de Enelda, aunque mirando más detenidamente no, tenía los rulos más bien como lo solían tener las damas antiguas, al tener él color de cabello tan oscuro hacía a la vez destacar su pálida piel, cuando la vi fijamente la perfección de sus rasgos eran similares a los de una muñeca de porcelana, no quiero exagerar al describirla pero esa fue mi primera impresión.

-Hola, es un gusto conocerte, Sayan me ha platicado mucho de ti- sonriendo gentilmente tomó de mi mano y agregó- realmente eres mi tipo.

Tras escuchar esas últimas palabras me sonrojé un poco, digo poco porque no me ví pero sentí como se me calentaban en ese momento los cachetes y las orejas, sin embargo, no podía dejar que una chica más joven que yo me provoque esa inestabilidad y vergüenza.

-Hola, soy Greslyn, estoy en tercer año de Cs. Jurídicas- devolviéndole una sonrisa a la de rulos.

-Ah... que mal educada que soy no me he presentado, soy Arlett, Sayan y yo somos compañeras y estamos en la misma carrera que tú.

-... sí- Al notar cómo era mi contraria, sentí que no debía bajar la guardia y estar atenta a lo que decía.

-Greslyn...- dijo Sayan con un tono algo tímido a lo que solo respondí con un "¿si?" - mañana es tu cumpleaños... y me preguntar si querías salir con- Sayan en ese momento fue interrumpida por la de cabello azabache la cual agregó.

-LA CARTA QUE NUNCA LLEGÓ-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora