Maneras De Descubrirte

Marinette es LadyBug

¡No era justo! El rubio se acercó a la puerta y agarro la perilla, era tan tentador, dentro de esa pequeña habitación se encontraba su querida LadyBug. Ella sin una máscara.

Algún día lo sabría, un día descubrirán sus identidades pero ¿Y si era tarde? Y si ella tenia a alguien en ese momento.
No lo dudo más era demasiado tentador para el, ella entró sin cerrar la puerta. Apenas y lo dejo junto.

Provocando el mayor deseo del minino.

Esta vez no lo pensó más, se acercó abriendo un poco mas, lo suficiente para ver de espaldas a una conocida joven para él, junto con una criatura rojiza de igual tamaño al de Plagg. Ya no estaba la valiente y confiable LadyBug ahora estaba su compañera de clases Marinette, la cual era confiable y valiente pero cada vez que hablaban ella tartamudeaba avergonzada.

-¡Marinette! -dijo abriendo la puerta al reconocerla.

-¡Chat Noir! Yo no soy... -se quedo callada para preguntar -¿Me conoces?

-Sí -la miro por unos segundos, ahora todo tomaba forma en su cabeza, aunque lo peor se veía venír, se asustó al ver a Marinette la chica que le daba sonrisas cada vez que se saludaban fruncir el ceño -no te enfades My lady ¡Te mostraré quien soy!

¡No! -grito Marinette al ver como su compañero de peleas se disponía a quitarse el anillo -¡No quiero saber quien eres! ¡No me interesa! -dijo empujando al rubio, logrando salir de ese cuarto

-Marinette... - dijo siguiéndola por el amplio salón.

-Aléjate de mi... ¡Eres un tonto!

-¡Espera!

-No te acerques, me voy. Haz como si nada hubiera pasado.

-Pero el hubiera no existe my lady -sin evitar decirlo con su característico coqueteo.

-Al igual que tu para mi sino me dejas en paz -dijo corriendo saliendo del hotel.

En un momento preciso.

Chat Noir perdió su transformación dejando sólo al modelo con su kwani.

-Te seré sincero, a mi también me sorprendió -dijo el pequeño kwani en forma de gato que miró la cara asustada de su compañero -creí que estarías más feliz, por fin sabes quien es LadyBug.

-Lo estoy pero... la escuchaste ¿no? - dijo Adrien agachado su cabeza derrotado.

-Si, claro y fuertemente y sin tartamudear - se burló - ve tras ella.

-¡Estas loco! -dijo Adrien -además si la quiero ver necesito transformarme en Chat Noir.

Una vez que el rubio modelo llegó a su casa, subió directo a su habitación para que Plagg coma su porción de queso mientras que el empezó a peinarse para ver a Marinette.

-Oye, creo que te hace falta el brillo de labios -se burló Plagg al ver como el rubio se miraba de cada ángulo en el espejo.

-No molestes Plagg y acaba tu queso.

-De acuerdo tranquilo, pero estas seguro de querer ir ahora...

-¿Qué hay de malo?

-Ya es tarde y de seguro ella esta durmiendo... se puede poner de mal humor -dijo haciendo de Adrien desistir de ir.

Al día siguiente...

Al llegar a la escuela el rubio no pudo evitar buscar con la mirada a Marinette.

-Hola, amigo mio -lo saludo Nino pasando sus brazo por los hombros del rubio

-Hola Nino ¿Qué tal? -saludo automáticamente Adrien mientras seguía buscando a Marinette.

-Bien hermano y...¿tu? -dijo extrañado al ver que su amigo no le prestaba atención -yo creía que me buscabas a mi ¿buscas algo? ¿o alguien?

-No, a nadie ¿porque?

-Por qué... ¿Miras a todos lados? ¿Acaso buscas a... Marinette?- dijo Nino traviesamente sin medir sus consecuencias.

"Alya va a matarme"

-Marinette? ¿Cómo... ? No, Marinette ella...- empezó a enredarse Adrien con su lengua dejando más que asombrado a Nino -Ella es linda, es decir su cabello y sus ojos azul como el cielo, su risa...

-Tu...

"Alya va a amarme"

-A ti te gusta Marinette -el moreno agarro los hombros de su amigo con una gran sonrisa. Haciendo que Adrien cerrará los ojos dando un gran suspiro.

- Lo siento Nino, se lo mucho que te gusta y aun así yo...

-¡Adrien es la mejor noticia que me pudiste haber dado! -Lo abrazo el moreno.

-Espera ¿A ti no te gusta Marinette? -dijo confundido el rubio.

-Es una larga historia... pero lo importante es que tienes que decirle tus sentimientos -dijo Nino dando un leve golpe al pecho de su amigo.

-No creo que sea una buena idea...