Capítulo 1

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*Angelina*
Odio mi trabajo ¿de verdad merezco que mi jefe sea tan engreído? No, no lo creó,pero debo aguantarmelo porque gracias a este  empleo puedo pagar el apartamento.
Desde el día que decidí dejar atras mi pueblo mi familia y mi antigua vida supe que no sería nada fácil salir adelante, pero al menos lo estoy intentando. Aunque a decir verdad no me encuentro tan sola, tengo a Tuka mi compañera desde hace dos años, ella es una perrita pequinés que adopté a los 3 meses de estar viviendo en Montería para tener alguien que me recibiera al llegar a casa, que me diera cariño y que me escuchara.
Trabajo de lunes a sábado en un almacén de ropa llamado "el descuentazo" he pensado estudiar algo pero no me queda mucho tiempo para eso.
Ya falta media hora para salir de trabajar y en lo único que pienso es en irme de aquí, llegar a casa y descansar un rato, al menos mañana es domingo, me merezco un descanso después del inventario tan arduo que me tocó hacer hoy; pero lo peor fue aguantarme a mí jefe mirándome como si yo fuera un bicho insignificante, en serio es pesadito el hombre.
"Riiiiing" ya sonó la alarma, por fin son las 10 p.m. Me iré a casa, ¡que emoción!

*Beto*
Hoy ha sido un día relajado en el consultorio, debo decir que ha sido un día excepcional, la mayoría de las veces no puedo descansar, cuando salgo del hospital enseguida corro al consultorio, me queda cerca y allí Atiendo a mis pacientes particulares. Mañana no trabajo en el hospital sólo vengo medio tiempo acá a ver si se presenta alguna emergencia.
Me iré a casa a dormir, no hay más nada que hacer.
-hasta mañana Zuly descansa y ya vete a casa por Dios- me despido de mi secretaria que es la única que sigue en el consultorio aparte del vigilante y de mi persona.
-hasta mañana doctor- responde ella sonriente
-Beto, Zuly dime Beto, ocho meses trabajando juntos y aún no me he ganado tu confianza- le digo con una media sonrisa.
-está bien, hasta mañana Beto- dice con una sonrisa tímida.
Bajo las escaleras, llego al primer piso y me despido de el vigilante un señor que ha trabajado conmigo los tres años que tiene mi consultorio.
-hasta mañana Jairo
-hasta mañana Beto.

¡Pase Lo Que Pase, No Te Detengas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora