Crisis

229 10 2
                                    


Desear tanto el mando que no tienes idea de qué hacer cuando lo tienes... Jo, no importa, porque lo tienes y los demás saben a quién mirar cuando se espera una orden. A Aries le gusta eso, en el fondo, y en la superficie queda una sonrisa de satisfacción. Es fuerte, joder que si lo es. Impulsivo, sincero, brutal...

Es fuego intenso, de ese que te reduce a cenizas cuando la ira lo enciende. Y por ello mismo, los demás en casa se limitan a verlo ahora que está de mal genio; unos apenas con interés y otros ya con resignación.

- ¿Saben?, no me siento bien con esto, pero que le den-masculla Tauro, que recién llega y cruza los brazos. Su expresión es seria y se le nota una leve molestia; sus ojos están fijos en Aries, su mandíbula se tensa. En su mayoría prefiere evitarse situaciones como esa, pero si se le presentan, él se mantendrá firme y no cambiará de opinión sólo para "contentarse" con otro, y mucho menos con Aries, que le es como un humano mimado que no obtiene lo que quiere-. Cenaré en mi habitación, allá ustedes si necesitan darle por su lado...

-No se trata de eso, Tauro... -interviene Libra tras suspirar, cuando el signo de tierra se ha dado la vuelta-. Incluso yo me siento un poco molesto porque lo ocultases, pero tras pensarlo, entiendo que lo hicieras. Lo prometiste, después de todo- y le sonríe, pero Tauro le da la espalda. Éste no responde y comienza a andar para ir, como dijo antes, a su habitación.

-Iré con él, hay cosas que debo preguntarle.

Y Piscis sigue a Tauro. Cancer lo ve marcharse con un gesto preocupado, titubeante de hacer lo mismo o quedarse a apaciguar el enojo de Aries; tras pensarlo, se disculpa en voz baja y se retira del lugar.

El resto de los signos comprende; algunos también quieren ir tras Tauro y bombardearlo con preguntas, pero vamos, el cuarenta por ciento de la casa ya ha sido destruida como para dejar a Aries así.

- Y resulta que te sigue calando en el fondo, eh.

Si había algo que el fuego no podía devorar, era más fuego. Por eso mismo, con las manos ocultas en los bolsillos, Leo se acercó a Aries, recibiendo al instante una feroz mirada de advertencia, una que le sugiere que se quede en la distancia. Pero Leo es Leo, tan simple como se escucha, y hace falta mucho más para que un León retroceda. Orgullo, valentía..., lo que fuera servía.

Acuario empuja con un poco-o mucha- fuerza el hombro de Sagitario, indicándolo que se una. Y él responde un "joder, no", y el otro le da un "joder que lo harás", y así, de joder en joder, Sagitario ahoga un grito y camina vencido hacia Aries y Leo. Se les une justo cuando Aries parece estar a punto de saltar del sofá para atacar a Leo.

- ¿Tú también? -sisea Aries con evidente rechazo a su compañía-. ¡Estoy bien, maldita sea! Sólo déjenme a solas, necesito pensar...

Sagitario chasquea la lengua y apoya la mano en su cintura.

- Entre más pienses, más razones encontrarás para enojarte. ¿Y sabes?, ya rompiste muchas cosas por hoy.

- Sí, hablando de eso...

- ¡Virgo! -Capricornio, intuyendo, tapó la boca del signo más perfeccionista y se le acercó al oído-. Primero apaga el fuego, luego haz que recojan las cenizas, ¿de acuerdo? No lo hagas más difícil.

Virgo entorna los ojos, cuenta hasta cinco y finalmente asiente. El astro sol puede dar por escrito que Virgo obligará a los otros a limpiar mientras se toma una mimosa.

-¿Entonces los elemento fuego arreglarán esto?

Geminis ahora observa con aburrimiento; había pasado de la preocupación al entretenimiento, pues Aries sabía montarse unos buenos espectáculos, aunque claro, por ningún motivo se le acercó más de la cuenta.

Finge un gesto, vaya a saber porqué eligió uno de pena.

- Supongo que aquí termina, eh. Tenía esperanzas de que Aries y Tauro se agarraran a golpes, o no sé, algo...

- Por más enojo que tenga Aries, Tauro habría barrido el suelo con él. Es de los que te tumban de un sólo golpe, ¿entiendes?

Geminis asiente concordando con Acuario. Los dos saben más que bien eso, y es que, cuando has cruzado la línea que el Toro marcó para su paciencia, no hay duda de que te aplastará. Experiencia propia por parte de ellos; hay secuelas como evidencia.

Libra, a diferencia de sus compañeros de aire, resopla y entorna los ojos.

- Sólo a ustedes, par de idiotas, les gustaría ver que alguien se agarre a golpes aquí. El asunto ya es lo bastante delicado, ¿sí? - con un gesto serio, pero en el que se aprecia preocupación, mira a Aries-. Aries... -llama elevando un poco la voz, mas el signo fuego no se digna a verlo-, todos sabemos cómo te afecta, pero entiende, quizá así es mejor, ¿no te parece? Ustedes ya no podían verse más, eran un peligro para todos aquí, y especialmente para ustedes mismos. Y él lo comprendió antes de cruzar ese mismo límite que tú cruzaste...

- ¡¿Entonces es mi culpa?! -Aries se levanta del sofá a la par que grita, dedicándole una resentida mirada a Libra-. ¡Yo no lo obligué a irse! ¡Yo sólo quería hacerle entender que no puede obligarme a hacer su voluntad!... Yo... -se muerde el labio, queriendo controlar las lágrimas de furia que asoman en sus ojos-, yo no quería perder mi libertad..., y tampoco quería perderlo a él..., no supe qué hacer...

Y delante de los otros signos, Aries se desmorona en montones de lágrimas. Se cubre el rostro; suficiente se ha expuesto ya y no quiere verse más vulnerable. Pero sí, demonios que le duele.

-Vamos, al menos ya sabemos que el idiota está bien- Leo le sonríe y pone una mano sobre su hombro-. En cualquier momento volverá, es bastante hogareño...

- Sí, y además, cuando se entere que Leo entró a su habitación y durmió en su cama, volverá-Sagitario sonríe, el León se tensa-. Créeme, lo hará. Odiaba que entren a su habitación, ¿no? Sobretodo Leo, ¡estrictamente Leo!, si mal no recuer...

- ¡Cierra la boca , imbécil! Fue sólo una vez y porque la puerta de mi habitación estaba tra-ba-da. ¡Y tú también tenías rotundamente prohibido entrar ahí! ¡Serás tú el que sufra cuando vuelva y yo lo ayudaré con tu cadáver!

- ¡JÁ!, ya te quiero ver ensuciándote la ropa por mi causa, Leo. ¡Estaré riendo desde el más allá!

Claramente los signos de fuego eran un caso especial.

- Yo... -Geminis se aburre; hay cosas en las que su mente no puede hacer nada para cambiar la situación y lo sabe-, yo iré con Tauro.

Al darse la vuelta, los sollozos se detienen, y por encima de los gritos de Leo y Sagitario, la voz de Aries lo alcanza.

- Geminis ...,-junta valor y se ordena controlar su propia voz. Y duda, porque está su orgullo diciéndole que finja desinterés, pero a esas alturas ya sería ridículo. Vamos, que sus ojos están enrojecidos por el llanto. Así que toma aire y continúa-: ¿puedes preguntarle a Tauro si Escorpio volverá?

Geminis guarda silencio unos segundos antes de mirar hacia atrás y sonreírle a Aries. Le dedica, a sabiduría de Acuario, una sonrisa decorada con mentira.

- Por supuesto, yo te informo, Aries.

---------

Well~ Es la primera historia que publico por acá, así que díganme novata, pero apenas y estoy entendiendo cómo funcionan las cosas. Sed amables (?

Oh, importante: No estoy muy familiarizada con el tema zodiacal, pero me gusta eso de tenerlos como personajes e intentar plasmar lo que es cada uno, sus virtudes y carácter, así como jugar con los estereotipos. Si tienen consejos u observaciones sobre los signos, son bienvenidos, al igual que sus comentarios.

Nota number two: Cada capítulo tendrá un signo que acapare más protagonismo, así que no se desesperen. Intentaré llevarlo en orden (: Además, aunque al escribir uso mucho el termino masculino, no he decidido quiénes son "él" y quiénes son "ella". Incluso me inclino a eso de no diferenciarlos, ¿qué dicen?

Ciau.

Los colores del ZodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora