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1984.
Llamada telefónica desde una cabina en una noche sin estrellas, en el desierto de Nevada.
14 años

—¿Lorelei?—la cabeza le da vueltas y su estómago palpita, es como si tuviera un segundo corazón.

—¡Bon Bon!—alarga la o en un chillido que explota en su oído—. ¿Dónde rayos estás?, mi mamá está por llamar a al policía, a al policía.

—En un asalto*.

—Pero si tú no vas a esas fiestas... Ninguna de nosotras asiste a esas cosas, somos señoritas, además tú no tienes vestidos—se escuchaba conmocionada.

—Shs, me estás perforando la cabeza—suspiro lánguidamente.

—¡Dios!, regresa a casa ahora mismo.

—Lo haré, lo haré—repitió una y otra vez, sus párpados eran un par se persianas con los goznes oxidados a punto de cerrarse—. Sabes Lorelei, mi papá solía decirme antes de ir a dormir que las personas se pasaban la vida pensando en el amor y en la muerte, escapando de uno y buscando al otro, y entonces me hacía una pregunta que jamás pude contestar, ¿A cuál buscas y de cuál huyes?, ¿Tú qué crees que hago Lorelei?

—Huir de la muerte y buscar del amor—su respiración dejó de ser acompasada y en sus palabras había una nota de miedo.

—El amor es aburrido Lorelei, todos conocemos al menos una historia acerca de el, todas son acerca de un chico y una chica, del sol y la luna, todas narran la misma historia con toques diferentes y personas diferentes, pero siempre los mismos sentimientos en sus corazones.

—¡Dime que no eres como la flores Bon Bon!, ¡Dime que no vas a marchitarte y a dejarnos, así sin más!, ¡Dime que sabes cuántos corazón vas a destrozar!... Perdón, yo sé que lo entiendes y porque lo entiendes no vas a irte.

—No lose Lorelei, no me estás escuchando—Bonnie bostezo—. Yo  huyo de la muerte, pero escapo del amor.

—Perdón, sé que no tiene nada que ver, pero Irene invito a salir a Hope.

—Oh.

—Si—susurro Lorelei—. ¿Pasa algo?

—No.

—El dijo que no—dijo Lorelei a la nada, porque Bonnie ya había colgado.

Bonnie BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora