"Tómate esta botella conmigo, y en el último trago nos vamos, quiero ver a que sabe tu olvido, sin poner en mis ojos tus manos..."
Andrés. Calamaro
Soledad termina esa extraña noche de ruptura sentada en un parque con un jugo de naranja en sus manos y esperando que nadie la vea, que nadie note sus lágrimas, que nadie note que esa botella en una bolsa de papel madera es tan sólo jugo porque carece de las agallas que se necesitan para emborracharse de angustia. Para ahogar la pena en alcohol.
Porque le parece demasiado temprano. No porque le tema al alcohol, sino porque le teme a su cuerpo. Siempre le temió, a su cerebro; Teme que su verborragica manera de ser sea incontrolable en ese estado.
Y no para no decir cosas de mas, eso en ella es moneda corriente. Simplemente para estar consciente de que hay algo que quiere guardar para sus adentros. Algo que le araña el hueco dónde había un corazón cada vez que lo recuerda.
Quiere tener control, ese control que le permita guardarse para sí aquel detalle que cambió todo. Aquella palabra que después de convencerse de que no la podría olvidar jamás... Decidió silenciarla, taparla de excusas y de falsos olvidos para que sea solo suya, para que sea como antes. Cuando era sólo suya y sanaba sus heridas cuando aún estaban frescas. Antes, cuando abusaba de su uso solo porque le hacía sonreír tan sinceramente que entregaba luz a quien la escuchara...
Esa palabra... Que ahora intenta en forma fallida, no hacerle daño.Aquel...
Su nombre...
Ese nombre antes suyo y sólo suyo...
Ese Martín que le sacudía el mundo.
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Un Rock Para Soledad
Random"Porque Soledad es alguien en quien todos nos convertimos cuando estamos solos". Esta historia contiene frases de las canciones que Soledad y Martín fueron escuchando desde el día en que su historia de amor fue pausada. Escuchan rock con la espera...