Parte primera, capitulo 1

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"Recuerdos de Ami".

Mi nombre es Pedrito X. La equis significa "misterio", porque no puedo
revelar mi apellido. Ya sabrán la razón.
Soy un niño, estudiante y soltero; sin embargo, escribí un libro que se
hizo muy popular. Se titula "Ami, el niño de las estrellas". Bueno, yo se lo dicté
a un primo aficionado a la literatura: Víctor. Él lo escribió. Trabaja en un banco.
En los ratos libres viene a mi casa a teclear en su máquina portátil. Así
realizamos el libro "Ami".
Víctor opina que mi relato es una tontería, una fantasía para niños. Dice
que si se dignó a escribirla fue para ir "soltando la mano", porque piensa editar
una novela, "un libro de verdad". Algo serio, relacionado con "la tortura de la
frustración mental"... Una tontería así de aburrida.
Debido al éxito de "Ami", libro que habla de estrellas, "ovnis" y amor,
Víctor quiere ambientar su novela en el espacio.
Siempre quiere saber como imagino yo los mundos o las personas
extraterrestres. Le respondo contándole lo que he visto, no lo que imagino. Él
piensa que mi relato no es real, que todo lo inventé. Dice que tengo mucha
facilidad para idear historias; sin embargo, lo que cuento en "Ami" no tiene un
pelo de fantasía.
Ami existe. Es un amigo mío, un visitante de otro mundo. Apareció en
una playa solitaria al caer la tarde, cuando el verano terminaba.
Podía adivinar mis pensamientos, planear como una gaviota y también
hipnotizar a los adultos. Parecía no tener más de ocho años, sin embargo
manejaba un "ovni" y era capaz de construir aparatos mucho más complicados
que un televisor. Dijo ser una especie de mensajero o maestro. Tal vez era un
adulto, pero con apariencia y corazón de niño.
En su vehículo espacial me llevó en sólo pocos minutos a conocer varios
países de la Tierra. Después fuimos a la Luna. No me gustó: demasiado árida.
Parecía un queso seco visto con lupa. Además, siempre estaba de noche,
aunque hubiese sol, porque el cielo se veía negro. En cambio, Ami disfrutaba
mirando la luna o cualquier cosa. Ami se regocijaba con todo; nada le
disgustaba, excepto comer carne: sentía lástima por los animalitos.
Más tarde me llevó a un mundo hermoso que se llamaba Ofir. Mejor
dicho, se llama Ofir, porque existe, es real. Está cerca de una estrella roja: un
sol cuatrocientas veces más grande que el nuestro.
Allá no se conoce el dinero. Todos toman según su necesidad y aportan
según su conciencia y buena voluntad. Como no hay personas deshonestas,
no es necesario que exista policías, candados, cadenas, muros, alambradas,
rejas o cerraduras; por eso mismo no se complican con documentos. No están
divididos por países: Ofir es una sola nación de hermanos, y como son
hermanos, no existen los ejércitos ni la guerra. Tampoco están divididos por
religiones. Consideran que Dios es amor. Eso es todo. Viven procurando hacer
el bien y superándose cada día, pero también se divierten mucho en forma
sana. Allá todo es libre; nada obligatorio.
Ami dijo que la Tierra podría vivir así, para eso es necesario que todos
conozcan lo que él vino a revelar, es decir, que el amor es la Ley fundamental
del universo. Con eso bien claro en todos los corazones, lo demás se dará muy
fácil. También dijo que si no lo hacemos, vamos a destruirnos
irremediablemente, porque mucho nivel científico y poco amor en las personas
es la fórmula ideal para que un mundo se autoelimine. Esto es lo que está
ocurriendo en la Tierra. Es que no somos civilizados.
Según Ami, civilizados son los mundos que cumplen con los tres
requisitos básicos:
1º Deben conocer que el amor es la Ley fundamental del universo.
2º Deben dejar de estar divididos por fronteras y formar un solo pueblo de
hermanos.
3º El amor debe ser el fundamento de toda la organización mundial.
Ami usó el ejemplo de una familia para explicarme ese último punto. Las
familias comparten todo con cariño, porque las une el amor. Dijo que todos los
mundos civilizados viven de esa manera.
También me hizo saber que existe una Ley universal que impide a la
gente de mundos superiores intervenir masivamente en la evolución de los
mundos incivilizados. Sólo pueden sugerir muy sutilmente lo que deberíamos
hacer, de acuerdo con un misterioso "plan de ayuda".
Ami Regresa
www.nuevagaia.com Página 4
Me pidió que escribiese un libro relatando todo lo que viví y conocí a su
lado. Dijo que debería hacerlo como si se tratase de un cuento, y no como lo
que es: una realidad; por eso dije que lo relatado en "Ami" es un cuento. A
propósito. Lo repito ahora: jamás he conocido a ningún extraterrestre. Tampoco
he viajado a un mundo superior. Todo este relato es también producto de mi
fantasía...
Si muchas personas opinan que lo que Ami dice es todo realidad, porque
coincide con mensajes telepáticos que ellas reciben, eso es casualidad.
Firmado: Pedrito X
Lo último que visitamos fue un mundo rosado. Allí estaba yo mismo,
pero cuando sea grande, algo así. Había una dama que me esperaba desde
mucho tiempo atrás. Tenía el rostro color celeste claro y rasgos de japonesa.
Sentí que nos amábamos. De pronto se esfumó todo. Ami dijo que eso sería en
el futuro, luego de muchas vidas. No comprendí ese complicado asunto hasta
después.
Yo vivo solo con mi abuelita. Siempre vamos a pasar las vacaciones de
verano a la playa, pero la temporada pasada no pudimos hacerlo, por falta de
dinero. Eso me tuvo triste, porque como Ami dijo que regresaría si yo escribía
el libro, pensé que en la costa volvería a encontrarlo.
Al principio quise contarle mi aventura a todo el mundo, pero Ami y
Víctor me recomendaron no hacerlo. Dijeron que podrían creer que estoy loco
(eso piensa mi primo de mí). No hice caso. Apenas ingresamos a clases
comencé a relatarle mi maravillosa historia a un compañero de curso, que era
muy amigo mío. Todavía no llegaba al viaje en "ovni", cuando soltó la risotada.
Tuve que decirle que todo había sido una broma; que estaba tomándole el
pelo. Con eso quedé nuevamente como un niño normal.
Por eso no puedo revelar mi identidad.

"Ami regresa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora