After

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-¿Dónde estabas? ¿Ves lo tarde que es? Me tenías preocupado- comenzó a soltar Jin en cuanto Jungkook cruzo la puerta de la entrada.

El joven solo sonrió de medio lado y le tendió una flor que había tomado del ramo que había dejado en la tumba de Nam hacia un rato, visitaba aquel lugar al menos una vez a la semana, siempre se quedaba hasta tarde contemplando aquella fría piedra, aquel nombre grabado en ella, no sabía porque Jin aún le gritaba cada vez que volvía a casa; el mayor solo lo miro con un sentimiento de culpabilidad en el rostro, tomo la flor e hizo amago de querer disculparse pero Kook hablo primero.

-Estoy cansado, me iré a dormir- y después anduvo hasta su habitación

Puso el seguro a la puerta y se dejó caer en la cama, al principio tener una habitación para el solo había parecido una buena idea, ahora no lo era tanto, a veces la soledad le dolía más de lo que quería admitir, no tener a alguien con quien hablar por las noches antes de cerrar los ojos, no tener un confidente cercano a quien contarle uno que otro secreto, no tener a alguien que te prestara una camiseta en un día frio. Kook sonrió con amargura mientras miraba el techo de la habitación, no podía quejarse, después de todo aquello había sido su idea. Cada noche era asaltado por pesadillas que mostraban una y otra vez el mismo escenario que trataba de olvidar, después de eso llegaban las lágrimas y los sollozos, las culpas que no se iban y las promesas no cumplidas. Ya era una carga bastante pesada para los demás, no quería molestarlos con cosas insignificantes como esa.

Ya habían pasado dos meses desde la última vez que había visto a Namjoon, los doctores le dijeron que había sido solo una alucinación, un producto de su mente para ocultar la verdad que no quería aceptar, Tae había dicho que tal vez era su fantasma que no había podido cruzar por tener "asuntos pendientes" con él. A Kook solo le dolía ya no tener a aquel espejismo que le sonreía cada vez que iba en su búsqueda, ya no tenía un escape ni una manera de evadir el dolor, pasaba horas enteras pensando en que hubiera sido mejor nunca recordar, prefería mil veces aquella ilusión, aquella esperanza, prefería mil veces aquel engaño que el dolor que lo acompañaba ahora.

El último mes había sido como una tortura para él, al principio todos habían tratado de ayudarlo pero ahora todo a su alrededor había cambiado tan drásticamente, se sentía a la deriva, ya no tenía nada a que aferrarse. Frente a los chicos siempre fingía con una sonrisa, tratando de aparentar que estaba bien, y aunque estaba seguro de que nadie se tragaba esa actuación no lo molestaban, excepto Jin. El mayor se había convertido en una madre sobreprotectora con él, llenándolo de cuidados y atenciones innecesarios, era sofocante y dulce al mismo tiempo, era el único que se preocupaba por él. El resto de los chicos lo evitaban, salían de la sala cuando él llegaba, se iban antes de que el despertara o simplemente lo ignoraban tanto como les era posible; no los culpaba, de hecho los comprendía, el haría lo mismo si estuviera en su lugar. Suga era el único con el que realmente le agradaba estar, no porque lo tratara bien, al contrario, el mayor siempre le dedicaba miradas cargadas de odio y desprecio, lo empujaba al pasar, lo golpeaba cuando nadie miraba, lo amenazaba siempre que podía, Suga era el único que demostraba lo que realmente sentía hacia él. Odio.

Sabía que eso era lo que todos sentían, lo odiaban, pero solo el peli azul lo demostraba; incluso Jin, quien se mostraba lindo con él, en el fondo sabía que también lo despreciaba, Tae ya le había contado que el mayor de todos también había tenido sentimientos hacia Namjoon... ¿Por qué lo trataba así entonces? Jin debía odiarlo más que los demás y aun así siempre le sonreía, se preocupaba, le preparaba su desayuno favorito... sabía que todas aquellas atenciones eran solo por lastima, eso le dolía y le molestaba a partes iguales. Las cosas nunca volverían a ser como antes. Nunca más.

Se removió en su cama mientras sentía como las lágrimas escapaban de sus ojos, se abrazó a su almohada y escondió su rostro en esta, le había prometido a Namjoon, ilusión o no, que se mantendría fuerte y seguiría adelante, pero cada día que pasaba le parecía más imposible mantener esa promesa. Lo único que Kook quería era librarse del dolor, dejar atrás la tristeza y el sufrimiento, quería volver a reír, quería sonreír, quería volver a esos tiempos en los que todos estaban juntos y eran felices. Quería dejar de ser una carga.

Alguien llamo a su puerta, sacándolo de toda aquella maraña de pensamientos, se levantó limpiándose las lágrimas, trato de dibujar una sonrisa en su rostro y abrió, al otro lado estaba Suga, mirando el suelo y con las manos en los bolsillos, levanto un poco el rostro para ver al más joven, sus ojos estaba rojos e hinchados, claramente había estado llorando.

-Yo... necesitamos hablar...- dijo apenas en un susurro

Kook lo invito a pasar, Suga dudo un momento pero acabo entrando en la habitación, se colocó a un lado de la ventana y dejo que su vista se perdiera en el infinito.

-Se acabó- dijo después de unos segundos de silencio –Bangtan Boys ya no existe-

*****

-¡No lo hagas! ¡Por favor, basta!-

-Lo siento...- susurro, pero nadie lo escucho, sus palabras fueron arrastradas por el viento

-¡Por favor! No nos lastimes así... no de nuevo...-

-Perdón...-

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Holi!

Aquí esta la segunda parte(?) que les prometí, probablemente sea mas corta y triste que la anterior, están advertidos! (Así luego no me matan xD)

Besos >3<

After You Left [NamKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora