No te voi a mentir estaba muy nervioso, me daban ganas de quedarme a vivir el la calle antes de entrar en esa casa.Pero logicamente lo hice, despacio y con cuidado para que no me ollesen entrar, pero lo hice.Estando dentro no veia nada, todo estaba a oscuras, de repente pegué un salto al interruptor mas cercano despues de oir un cristal rompiendose delante de mi, alze la mirada y ahi estaba, mi madre.Paralizado sin saver que hacer por la cara con la que me estaba mirando le dije.
-Este corte de pelo es temporal tranquila-
Automaticamente se hecho a llorar riendose al mismo tiempo que se lanzaba hacia mi, la verdad esque no se si reia mas o lloraba de alegria, fue todo muy rapido.
-Luisian, ven aqui!-grito con demasiadas ganas, diria yo.
A unos cinco segundos aparecio el, mi padre, que venia motivado pensando que estaban atracando la casa, pero en cambio se quedo como una estatua de la antigua Grecia, con movimiento y sin color.
La siguiente fue mi hemana que nada mas verme se me hecho encima, no podia creer lo que habia crecido en 5 años.
Mi padre sin decir una palabra retocedio corriendo hacia una habitación, al volver le noté algo diferente entre sus manos.Me acerqué, habrí los ojos el máximo posible y lo vi, mi hermano. Esa fue uno de las únicas veces que he llorado siendo ya aldulto.
Después estuvimos hablando, sobre todo y ante todo hablando. Tanto que acabamos pasando toda la noche así. El día siguiente también, vueno hicimos más cosas a parte de hablar, claro.De mi pelo, lo que siempre me dice mi madre cuando me lo dejo largo, ya te lo puedes imaginar.