El día feliz.

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Narra Katherine:

Hoy era mi cumple años número dieciséis pero también era mi examen para ser aceptada en la escuela de derecho y estaba muy nerviosa por ambas cosas, aunque siendo sensata, era más por el examen. Estaban tan centrada en estudiar que no había escuchado a mi madre tocar la puerta, así que en cuanto la escuche fui a abrirla, de pronto sentí algo cubrir mis ojos.

-No abras lo ojos hasta que yo diga ¿si cielo? - dijo con una risa, se escuchaba emocionada.

-No mamá, lo prometo- reí.

-Bueno, bajaras conmigo las escaleras ¿podrás?

-Si mamá, tu serás mis ojos- Sonreí aunque ella no lo haya visto.

Bajamos las escaleras y sentía mi cuerpo conducirse a otro lado, prontamente se detuvo y el de mi madre también ya que lo sentía de tras mío.

-Bien hija, ahora te quitaras la venda y seguirás mi voz.

Cuando escuche a mi madre decir las ultimas palabras, su voz cambio por segundos. Quizá escuche mal o este delirando por no dormir y solo estudiar.

-Por aquí hija- La escuche con la misma voz anterior.

Seguí la voz de mi madre, era muy extraña, era distorsionada por momentos algo que quizá para otra persona le causaría pavor. Llegue hasta el patio trasero y al abrir la puerta para llegar hasta la voz de mi madre, escuche un grito de auxilio. No comprendo lo que esta pasando pero ahora si me dio miedo, abrí rápidamente la puerta de donde provino el grito y una vez mas era de el patio trasero. No se encontraba persona alguna en el, eso me dio aun mas miedo, quizá estén escondidos atrás de la casita de madera donde papá guarda sus cosas. Fui rápidamente hacia ahí, los gritos no cesaban. Al llegar, me encontré con sangre un mensaje en la rejita de madera que se encontraba a un lado: "Cuida bien de mi". De un listón para los globos con sangre se encontraba un collar en forma de llave. Prontamente todo se apago.

-Hija, cielo, cariño

-¿Ya está despertando?

-Si.

-¿Mamá que paso? - Por fin su silueta de mis padres se aclararon.

-Cariño, que bueno que ya estas mejor – Dijo mi papá con una sonrisa entre preocupado.

-Te dije que siguieras mi voz pero fuiste corriendo a la bodega de tu padre y cuando fuimos por ti, estabas en el suelo.

-Bueno, yo soñé que... - No sabia que decir, no tenia caso decirlo. - Nada mamá quizá era el cansancio.

Después de eso, mis padres no quisieron insistir así que fuimos a donde estaba mi sorpresa, estaban algunos amigos y mi familia. Ya era hora de abrir los regalos y mi abuela paso a darme el obsequio, me dio un abrazo y me dijo "felicidades cariño", le di un beso en agradecimiento. Mi primo comenzó a decir "que lo abra, que lo abra", lo abrí y me encontré con el collar del sueño. Sentía mi piel enchinarse, tome aire y solo logre sonreír en gesto de emoción. Pasaba la fiesta y sólo me preguntaba ¿por qué el mensaje?

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2016 ⏰

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