Capitulo 1

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Imagen-- William Zapully 

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El ruido del despertador me hace levantar de un sueño, en el cual me encontraba caminado por un pasillo iluminado por la tenue luz de las velas y las paredes de ladrillos rústicos se levantaban imponentemente a mi alrededor, el lugar parecía infinito a no ser por la luz blanca que se alcanzaba a divisar varios kilómetros más adelante, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo cuando alcancé a escuchar lamentos provenientes de la salida del túnel, eran apenas y aun audibles; pero la curiosidad me traicionó y decidí acercarme a dicha luminiscencia. Al avanzar hacia aquel resplandor los lamentos eran cada vez más fuertes, y la curiosidad seguía invadiendo mi cuerpo. La luz ya se encontraba a unos metros, pero no podía divisar nada más allá de la entrada en el momento en el que la empezaba a cruzar el despertador sonó.

Logro salir de la cama con la pesadez que produce dormir; pero aun sin olvidar aquel extraño sueño y el pensar tener que ir a la escuela otra vez me hizo colocar mala cara, entre a el baño y tome una ducha de agua fría para terminar de levantarme y cuando recupero totalmente la lucidez me coloco ropa interior, unos Jeans índigo, una camiseta blanca con estampado negro y mi chaqueta favorita de color negro, salgo de mi habitación y huele a huevos fritos y pan, seguramente mi madre ha hecho desayuno, pero simplemente lo ignoro ya me he acostumbrado a la comida sin sabor de la cafetería de la escuela, sin sabor, como mi vida desde que ella murió, desde entonces aprendí que apegarte a las personas te hace daño, pero sobre todo cuando estas se van, me condene a una vida de soledad absoluta, ya no me dirijo a nadie, ya...no existo.

Las clases empiezan y terminan con total normalidad, arte, matemáticas, inglés, literatura y ciencias, fueron las del programa de hoy, otro día aburrido. Las clases ya han terminado y aun me encuentro en el salón de ciencias, siempre espero que todos se vallan para ser el último en evacuar, no quisiera encontrarme con alguno de mis "viejos amigos" y no poder decirles nada. Salgo del lugar de estudio para dirigirme al metro, quiero darle una vuelta a la cuidad antes de ir a casa a continuar con mi vida aburrida, me ayuda a alivianar la carga que llevo a mis espadas aún me duele su muerte, ella era tan dulce e inocente que aun no entiendo cómo murió los hecho fueron muy confusos y nunca hubo una explicación muy clara de la historia. Seguía mi camino hacia al subway, deslizó mi tarjeta. Mientas pienso: –"Desearía que mi vida fuera más interesante"- . Cuando de pronto un toque a mi hombro, me sacó de mis pensamientos. Miro a mis espaldas cuando un chico de unos 1.65mts con ojos verdes y tez blanca termina por colocar su mano en mi hombro. "- Ven.-"demando. Su voz fue cortante y fría, mi cuerpo no opuso resistencia alguna, solo lo siguió hacia el final de la plataforma donde yacían unas escaleras que daban a un nivel subterráneo que nunca había visto; pero al llegar al último escalón reconocí totalmente el lugar. Las paredes eran las mismas, pero la luz de las velas fue reemplazada por luz halógena, pero aun así el mismo escalofrió corrió por mi espina dorsal, era aquel lugar con el que soñé este mismo día.

Quien me trajo aquí parecía conocer muy bien el lugar cuando de pronto se detuvo en un lugar en el cual parecía mostrarse un mapa, este me hace una señal con la mano para que me acercara cosa que mi cuerpo hace sin pensar otra vez. -¿quién será este tipo?- me pregunto mientras caminaba.

-Mi nombre es Ian- Dijo como si pudiera leer mi mente.

Deberás acompañarme atreves de los 7 caminos, y ya no hay vuelta atrás.-

-¿Eh?- dije aun confundido por sus palabras.

-Lo entenderás en el camino, pongámonos en marcha.-Agregó y sin más empezamos a caminar directamente hacia la luz; pero esta vez paso algo distinto un tren, paso a nuestro lado mientras caminábamos, y entonces el pánico invadió mi cuerpo.

-¿exactamente que lleva ese tren?-. Pregunte a Ian aterrado.

-almas- respondió sin más.

-¿almas?- agregue aterrorizado.

-Sí, almas. Mira cuando los humanos mueren sus almas pasan por un camino de purificación para poder reencarnar.-

-¿Entonces estoy muerto?-

-No, todavía.-

Trague salivan ante su respuesta, esto cada vez es más tenebroso. Seguimos caminando hacia aquella luz pero antes de atravesarla Ian se detiene diciendo: -Lo que hay atravesando esta luz pondrá a prueba todos tus sentimientos, el rey del camino siguiente jugara con tu mente y tratara de controlarte- Dijo con su semblante serio. -asegúrate de seguir mis instrucciones y todo saldrá bien. Cruzando la luz deberemos llegar a un árbol frutal ubicado en el centro del mundo, hay descansa el ser que gobierna ese territorio, mientras no cometas una estupidez esto será fácil-.

-espera, ¿por qué hablas como si conocieras tanto?-

-por qué te conozco, y a pesar de todos tus recorridos siempre haces lo mismo.- Respondió. -Escucha, el rey del próximo camino intentará jugar con tu mente y tus sentimientos, debes ser lo suficientemente fuerte para aguantar. Los lamentos te querrán enloquecer pero vas a estar bien.- agrego y sin más cruzamos aquel resplandor.

Al cruzar el pánico se apodero de mi cuerpo, no podía creer cuanto sufrimiento había en sus voces. Caí en mis rodillas y coloque mis manos en mis oídos en un vano intento de bloquear los lamentos de aquellas almas que rogaban porque eso acabara. Mis ojos se inundaron de lágrimas mientras cada vez hacia más presión sobre mis oídos.

-Paren, paren, por favor- Dije entre lágrimas. Unas cálidas manos se posaron sobre las mías, las cuales me tomaron por sorpresa, levente mi cabeza y mis ojos se encontraron con sus ojos verdes. Una extraña sensación recorrió mi cuerpo, pero de cierta manera me tranquilizo, mi mirada se perdió en la suya, el color verde de sus ojos era hipnotizador, me quede mirándolos y mis lágrimas se detuvieron. Varias imágenes pasaron por mi mente, veía diferentes rostros; pero sus ojos eran del mismo color verde.

-¿recordaste algo, verdad?- pregunto y solo asentí con la cabeza.

-¿también puedes sentir eso?- pregunté ingenuo.

-Sí, antes solíamos ser uno solo- respondió con un aire de tristeza.

-¿Como pudimos ser uno solo? - Agregue.

-Las memorias de tus vidas pasadas están volviendo, pronto lo entenderás.- Dijo con una sonrisa

No me gustaba el hecho de tener que esperar por respuestas, pero no podía obligarlo a responder mis preguntas tampoco.

-No te enojes, solo es cuestión de tiempo.- Dijo mientras me tomaba de una mano y empezábamos a caminar por el lugar y por primera vez me percate del lugar donde estaba. El cielo era de un color azul oscuro que era iluminado por una luna roja, el suelo era árido y una fina capa de niebla hacia el lugar aterrador, no habían restos de árboles o de vida, solo se lograban notar marcas en el suelo que parecían ser provocadas por arrastre. El lugar era un desierto.

Los 7 ReyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora