Capitulo 2 - Hambruna.

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Ian--Imagen

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Los lamentos en el exterior continuaban pero todo se veía opacado por el contacto que mantenía con Ian, su mano me transmitía la seguridad suficiente para seguir avanzando, con él sentía que nada en este mundo podría hacerme daño. Seguíamos caminando al parecer sin rumbo pero al parecer Ian conocía el lugar, mientras continuábamos nuestro recorrido por el desértico lugar pude darme cuenta de que aquel astro que ilumina el lugar no se movía, pues este parecía estar siempre en el mismo lugar a pesar de que revisaba cada 10 o 15 minutos, no se mucho de este lugar pero permanecer aquí se me hace eterno.

El tiempo pasaba y no parábamos de caminar, solo seguía los pasos de Ian y me concentraba en su tacto y el calor que transmitía para poder ignorar lo que había a mi alrededor; pero hubo algo que no pude bloquear, un olor a putrefacción penetró en mi nariz y este me causaba nauseas. Tras varios minutos el contacto que mantenía con Ian se perdió abruptamente, y entonces la desesperación volvió a apoderarse de mí, mientras aquellos gritos penetraban mis oídos; por alguna razón Ian había desaparecido de mi lado, entonces una voz empezó a resaltar dentro de aquellas que torturaban mis oídos, era la voz de ella, la voz de Louise.

La voz de Louise, empezaba a silenciar aquellos lamentos mientras luchaba internamente por ir a rescatarla, mis pies empezaron a correr sin pensar; pero cuando quise reaccionar me encontraba en frente de un enorme árbol, al parecer lo único vivo en el lugar. Aquel árbol poseía una, y solo una fruta de un color incluso más dorado que el oro puro. -No hagas nada estúpido- resonó la voz de Ian en mi cabeza, su voz me hizo reaccionar y darme cuenta de que había arrancado la fruta del árbol. La fruta era pesada para ser tan pequeña lucía como un pequeño melocotón pero pesaba al menos dos kilogramos. Al parecer al ver dicho fruto entre en otro trance acercando la fruta a mi boca pero aun sin morderla. -Cómela William y volveremos a estar juntos, solo una mordida y todo será como antes- Dijo la voz de Louise, sintiendo como un cuerpo frío se apoyaba sobre mi espalda. -Tengo frío William, quiero estar contigo otra vez- Agregó aquella voz familiar. -¡IZANAMI!- Escuche una voz a lo lejos pero ya me encontraba mordiendo aquel fruto extasiándome con su dulzor. Sentí como un golpe aterrizó en mi estomago haciendo que el fruto cayera de mis manos y haciendo que vomitara El trozo que que habia comido de este;pero este al sacarme de mi trance se volvió un montón de insectos desagradables que se esparcieron por el suelo junto con el trozo que había comido, que ahora era una cucaracha, el golpe además de hacerme vomitar hace que pierda el conocimiento.

-¡Izanami, por que siempre haces lo mismo!- escuche la voz de Ian en la distancia.

-Es divertido ver cómo ceden los humanos ante las tentaciones- replicó una mujer de largos cabellos negros y cuerpo demasiado esbelto, además con rastros de descomposición, envuelta en un vestido blanco. Que irónico pensé. Ella sostenía un fruto dorado entre sus manos, el de mi ilusión.

-¡Cuántas veces tengo que pasar por aquí para demostrarte que no somos humanos!- añadió Ian.

-Si, pero muy en el fondo aún poseen esa cualidad humana que los hace débiles- Agregó aquella mujer de cabellos negros y piel pálida.

-Izanami, deberías dejarnos pasar sin luchar por favor- requirió Ian con bondad.

-JAJAJAJAJA!- Rió maleficamente Izanami. -¿Crees que después de todo este tiempo sola los voy a dejar pasar así como así?, Jajajajaja! Pues no!, me voy a entretener un poco más con ustedes- Agregó

Ella era la que gobernaba este lugar, ella era la reina del lugar en donde estábamos. Izanami, Reina de la Hambruna.

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⏰ Última actualización: Feb 13, 2016 ⏰

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