Pasando los meses, tenía las esperanzas de volverlo a ver, no sabía que le habia pasado, tras los meses no lo veía, tenía las esperanzas de ver sus ojos de nuevo, pero no, sufrí día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto y segundo tras segundo.
Al paso del tiempo pense, ¿ya se habrá olvidado de mi? Ese era mi mayor miedo, el olvido.
Tiempo Después... para tratar de olvidarlo, quise hacerme algo que cambie en mi, me corté el pelo, me maquillaje y siento un cambio bastante rotundo.
Tras pasar los meses, me arrepentí. cambie mucho, y no sabia si se acordará de mi cuando nos volvamos a ver. Lo extraño, cada momento es una eternidad, ¿Qué podía hacer para parar este dolor? ¿Tendría que salir con alguien más para despejarme? ¿Tendría que salir con mis amigos? O ¿Tendría que olvidarme de el para siempre? El único problema, era que no podía sacarmelo de mi cabeza, no podía sacarme su mirada, esos ojos tan brillantes como la luna, y ese pelo más oscuro que las noches. Era tan fuerte el amor que le tenía, que no podía dormir por las noches, tampoco comía, lo único que me alimentaba eran mis lágrimas.
Ya pasaron seis meses y todavía no pude volverlo a ver, mis padres estaban asustados, por mi falta de alimentación y el estrés que tenía, ya no sabían que hacer para poder ayudarme. Antes de irme a dormir, mi mamá me llamó y me dijo:
-Hija, estamos asustados por todo lo que te está pasando, quieres contarme algo que no sepa?
Sinceramente no quería decirle que mi problema era por un muchacho que conocí, así que le tuve que mentir.
-Mamá, quedate tranquila, estoy muy estresada por el trabajo y la Universidad, sólo eso es.
Nose si sospechaba de mi, pero hice lo que pude.
A la mañana siguiente, fui al baño, me lave la cara y me mire al espejo, y a mi misma me dije, ¿Porqué haces esto? ¿Tenes necesidad de tratarte así? ¿Vas a poder aguantar? ¿Todo lo que te estas haciendo? ¿Crees que vale la pena?. Al salir del baño fui a cambiarme para salir a caminar y tratar de despejarme, al caminar, lo vi, lo vi. Era el, le grite con todas mis fuerzas, ¡¡Robert!! , el me escucho y vino hacia mi, me saludó y le pregunté:
-Hola, ¿Estas bien?, ¿Dónde estabas?, ¿Qué te paso?
El me respondió:
-Hola Alice, Si estoy bien, me fui unos meses a visitar a mis padres en Madrid.. (riéndose me dijo)
-¿Me extrañaste?
Yo estaba tan feliz de volverlo a ver que le respondí:
-Si y demasiado. (Tenía mis ojos llorosos, pero no de tristeza, sino de la felicidad que tenía).
El me dijo:
-¿Queres caminar?
Le respondí:
-Me encantaría.
Al caminar, me tomó de la mano, y yo obviamente agarre su mano, el me preguntó si tenía pareja, yo le respondí que no, desde ese momento, sentí que éramos nosotros dos en este mundo, que nada ni nadie iba a destruir ese momento.
El me dijo:
-Alice, me gustaría conocerte más. Sos una persona muy linda, buena y dulce. Sinceramente te quería decir que, desde el momento en el que nos chocamos, no paró de pensar en vos. No paró de pensar en tus ojos, tus ojos azules, más azules que el mar. Y en tu sonrisa, esa sonrisa es la más hermosa que e visto en mi vida.
Le respondí:
A mi me encantaría poder conocer mucho más de vos. Se que nos conocemos hace dos dias pero, siento que nacimos para estar juntos..
Desde ese momento, fue cuando empezó todo. No me importaba otra cosa, sólo me importaba el.
