Aquella Noche Lluviosa En Donde El frío acechaba por las calles de Zindrix, una señora, de un aspecto senil quien estaba cubierta con una capucha oscura mientras llevaba en una canasta, tapando con una mini sábana blanca a aquella bebé que no dejaba de sollozar fuertemente hacía la puerta de un orfanato.
A Los Pocos Momentos, Aquella Señora al ver por última vez la imágen de su hija en La apertura de aquel orfelinato, Mientras que La Dama mayor se cerraba un poco más con su abrigo.
A Los Pocos Instantes, La Señora al estirar un poco su cuerpo para golpear el pórtico del orfelinato.
Rápidamente La señora, Baja los tres escalones grises Fugazmente mientras se iba corriendo, debajo de la fuerte lluvia hacia otro lugar.
De Pronto, Cuando una señora, no muy mayor, de un aspecto esbelta, abre la puerta y mira a una niña que no dejaba de llorar, A Lado de la mini cintura de la beba había una nota casi empapada.
La Dueña de aquel hospicio recoge la nota con su mano derecha, Una vez que agarra aquella nota, Comienza a leer lo que decía aquel escrito:- Se que ustedes la van a cuidar, la van a proteger y la van a educar muy bien, Yo no puedo mantenerla a Ella porque estoy sin trabajo, Intente varias veces conseguir un trabajo, pero todos los trabajos que logré conseguir no me aceptaron, Además soy viuda, Su padre falleció hace muy pocos días, por favor, esto último no se lo cuente por ahora, Todavía no quiero dañarla más de lo que está ahora, Su Nombre Es Mariana, Desde Ya Gracias- Finalizó lo último con un nombre que no se podía ver co nítidez de como se llamaba su madre biológica.
Cuando La Señora había leído aquella carta, Sus lágrimas comenzaron a disminuir sobre su bello rostro.
Sagazmente Aquella Señora Llamada Aida Servivi, de treinta años, de cabellos morochos recogidos, sus ojos eran azules, su piel era blanca, La Señora llevaba puesta un delantal bermellón sobre su falda gris y tenía puesta unos zapatos negros altos.
Una vez que Aída se agachó para recoger aquella carta y para guardarla sobre uno de los bolsillos de aquel delantal.
A Los Pocos Ratos, La señora de aquel refugio, Observa por ambos lados si aquella persona que había dejado aquella niña en la canasta sobre la puerta del hospicio estaba escondida.
Aida A Los Pocos de mirar por última vez por ambos lados por si apareciera por última vez aquella persona que había abandonada aquella beba casi empapada.
Aida al bajar su mirada, Mira una canasta con un bebé casi empapado, De Inmediato La Dama Mayor levanta con sus ambas manos aquella canasta junto con la beba dentro, Posteriormente Cierra la puerta con su mano izquierda mientras que con su mano derecha sostenía la canasta que tenía adentro a la nueva integrante de aquel lugar.
Desde Este Momento, Empieza mi Historia
Pasado Quince Años, desde la entrada a aquel hospicio, No pude dejar de pensar como una persona casi sin corazón, fría, malévolamente,etc podría abandonar a su propio hijo o hija en un orfanato para niños y niñas.
Desde aquella noche en la cuál mi madre me había dejado en el pórtico de aquel sitio que yo misma desconocía de como se llamaba, Una parte de mí piensa si aquella persona que me abandonó aquella noche tormentosa en la puerta del orfanato, aún me podría estar extrañando pero otra parte de mí siente que si se vuelve a reencontrar con aquella persona que la había abandonado, no la perdonaría más ni ya le daría más oportunidades para que me perdonarán por lo que mi madre había hecho.
Mientras yo Mariana Zerti, casi llamada la mayoría de las veces como La Mari, La Marchu, Muy pocas veces me llamaban por mi apellido que había creado, seguía escribiendo en uno de los cuadernos con una lapicera, recostada en la cama, todo lo que ve había pasado aquella noche tormentosa.
Todavía me acuerdo los primeros días, cuando ingresé a este sitio, un señor alto, muy bien vestido y peinado, de un lenguaje elocuente, que se llamaba Alberto Yerxic, pero la mayoría de las veces que lo veíamos a él, le decíamos Señor Yerxic, ya que era el fundador de aquel orfanato, Cada vez que lo veíamos caminar al señor Yerxic por los largos corredores, nos daba cada vez que tendíamos cada uno su propia cama y cada vez que teníamos que lavar la ropa nuestra por nosotros mismos, Una Lapicera y un cuaderno para que anotaramos de lo que estaba pasando, adentro de esté lugar, Mientras que El Señor Urtixom nos daba ropa nueva para ocasiones especiales como Los cumpleaños de mis nuevos amigos y amigas, Reuniones para adoptar a un niño o una niña,etc.
Una de mis amigas que ingresaron sin siquiera tocar la puerta de la habitación, Rápidamente me levanté de la cama, Me dirigí casi sin aire a uno de los bloques de ladrillos falsos para esconder mi diario íntimo en donde contenía todos mis hechos que me estaban ocurriendo en mi vida.
Velozmente, regrese a mi posición principal que estaba, De Pronto una de mis amigas del orfanato Llamada Antonella Urtibili, De unos catorce años, de estatura alta, de cabellos castaños atados largos ondulados que lllegaban hasta en la cintura, sus ojos eran celestes, su piel era muy pálida, Antonella tenía puesto una falda lila que le llegaba hasta en el suelo con unos zapatos blancos bajos.
Antonella A los Pocos Minutos se me aproxima hacía mi cama, se sienta mirándome de reojo y me pregunta mirándome a los ojos:- ¿Qué te pasa Mariana?, Es sobre lo de tu madre ¿no?, Bueno, te doy un consejo como de mejor amiga, A Veces los Adultos están llenos de problemas que hasta un punto estallan como fuegos artificales ¿me explico?- Cuestionó lo primero sabia y seria.
Varias veces yo le asentí con mi cabeza de que entendía perfectamente lo que ella trataba de decirme.
Pocos Momentos Después, Antonella siguió explicándome de lo que le podría haber pasado a mi madre a tal punto de dejarme en un orfanato:- Lo que ocurrió con tu madre Mari, Fué que Ella a lo mejor no pudo conseguir varios trabajos para mantenerse no solo a ella misma sino también, para manternerte a vos, Además.... convegamos que en este preciso instante, tu mamá estará siendo entrevistada en algún trabajo para conseguirlo, pero no te preocupes por eso ¿sí?, Acá tenés a tu mejor amiga, que soy yo y tenés a tus otros amigos y amiga para confiar, para contarles todo lo que te vaya pasando a vos, para ayudarte en todo lo que vos necesites,etc- Manifestó con una voz fina que se podía escuchar en aquella habitación un poco sucia y a la vez silenciosa.
Una de sus otras amigas Llamada Celeste, Le replica mirando aquella escena enternecedora:- Bueno, Bueno, ya es hora de que vayamos a almorzar Antonella vamos, ¿Venís Mariana?- Cuestionó lo último con una voz seria.
Mariana al voltearse casi con una mirada triste le contesta observándola a los ojos hacia su amiga:- Enseguida voy, quiero estar un momento sola por favor- Pidó con una voz quebradiza, Una vez que se volteó hacía el lado izquiero de la cama mientras alzaba su mirada para ver en aquella ventana de cristal, los rayos del sol que entraban.