La prueba

I. Despierto

El aire me rozaba la cara, y me cubría como una manta. Sentía el frío suelo en mi espalda. A pesa de todo, el dolor se extendía por mi cuerpo. Dolor. La unica palabra que rodaba en mi mente una y otra vez. No podía soportarlo. Dejandome llevar, me quedé inconsciente. Me desperté en una cama del hospital, sin pista de que me había pasado. La gente que me rodeaba me miró, y se fueron a abrazarme. Reconocía a todos. Mi novio, mi madre, mi mejor amiga...
-Anna.-la voz provenía de e fondo de la sala. Un doctor salió de la sombra, mirandome con cierto aire de orgullo.-Buenas Anna, me alegro de que hayas despertado.
-¿Te conozco?-intenté no sonar grosera, pero lo pareció.
El doctor me miró por un momento con cara de desprecio y reproche.
- Te salvé la vida- me dijo, recuperando su sonrisa falsa.- Me llamo Doctor Howard, por si preguntas.
- Ah. Gracias, doctor Howard.
- Si, si vale, venga ya lleguemos a lo que he venido a decirte- me dijo. Si hubiese tenido unas tijeras le habría cortado el poco pelo que le quedaba... -Deberías saber que en dos días volverás a casa, como si nada te hubiese pasado.
-¿Qué me pasó?-pregunté. La habitación se quedo callada.
- Eh, ¿Que pasa?
El mismo silencio lo sucedió.
- Venga, cariño- replicó mi madre- tienes que comer.
- Que mal disimuláis- contesté