INSENSIBLE|| JiKook

Insensible- Capítulo único

22- Enero- 2010.

Está lloviendo. ¿Por qué siempre debe ser así? Si tan solo la lluvia fuera significado de cosas buenas no llovería ahora, tal vez sería soleado, tal vez y estaría nublado.

Pero no es así, hoy llueve a cantaros. Justo hoy, el día que mas me dolerá para toda la vida, no basta estar en el funeral de mi hermano, la última persona de mi familia, si no que ahora llueve.

Soy el único presente en su funeral, me arrepiento tanto de nunca haber dejado que tuviera una vida normal, debí cuidarme solo mientras él vivía.

El tiempo de lamentarse ha pasado, no puedo hacer nada mas que observar, las lagrimas no salen de mis ojos.

Hoy llueve, el clima representa mis emociones, lo sé.

Los trabajadores del cementerio terminaron su trabajo ¿Ahora que hago? No puedo quedarme aquí para siempre pero tampoco puedo irme, no quiero alejarme de él.

-¿Disculpa? -una voz algo tierna irrumpe mis pensamientos.- Deberías irte, te resfriaras.

¿Debo contestar?. Es lo que pienso antes de mirarlo, él viste totalmente de negro, es un chico bajito, su cabello rojizo resalta su piel pálida pero su rostro luce cansado puedo notar las grandes ojeras que adornan su rostro. Él se ve triste, como yo.

-Ya me iba.-mi voz suena tan rota y sin vida.

-Bien.-dice ante de alejarse.

Miro detenidamente el lugar, quiero grabar en mi mente el lugar donde se encuentra mi hermano y es cuando lo notó, hay otro entierro a pocos pasos de la tumba de mi hermano, la cabellera rojiza del chico de antes resalta entre la gente del lugar.

La voz de mi hermano suena mi mente <<No te rindas por una tristeza, no eres él único que sufre en el mundo.>>

Es verdad, no soy el único que perdió a alguien tengo que superarlo.

Me retiró del lugar con mas energía que antes, no importa donde este ahora mi hermano, sus consejos y mis recuerdos lo mantienen vivo en mi.

10- Febrero- 2010.

Es un día soleado, agradezco mucho que así sea, hoy es otra fecha importante y el clima parece querer ajustarse a la situación. Hoy estoy de nuevo frente a la tumba de mi hermano, estoy sentado en el piso arriba de un mantel de picnic, frente a mi esta el pastel que pase a comprar en la pastelería favorita de mi hermano, hoy debe ser especial, es su cumpleaños. <<Infinitos veintidós años>> dice la tarjeta que torpemente escribí.

-Por lo menos ahora puedo decir que eres alguien joven para siempre.

Digo tratando de sonar divertido, quiero que él escuche donde sea que esté, quiero que vea que logré vivir como él siempre quiso que lo hiciera.

Tomo mi mochila para sacar un par de platos junto con un cuchillo para cortar el pastel. Sirvo dos porciones, una la dejó frente a la tumba. <<Feliz cumpleaños>> Susurró antes de comer la tarta.

Mis lagrimas caen a la primera mordida.

Hoy es un día soleado, por que mi hermano esta feliz.

-¡Feliz aniversario!

De nuevo aquella voz tierna irrumpe, volteó para mirar al mismo chico de cabello rojizo. En su mano tiene una copa de vino, miró frente él otra copa llena, él esta ahí por la misma razón que yo. Pasarlo bien con su ser querido.

-Hermano.-susurró cuando miró de nuevo aquellas letras grabadas en la piedra.- Me alegra que aun si ya no te puedo verte puedo pasar momentos contigo.