Capitulo 10

244 25 4
                                    

Desperte con un fuerte dolor en el cráneo. No podía abrir los ojos y el cuerpo lo sentía como gelatina.

— Arrojenle agua fría. Necesitamos que hable.— dijo una voz femenina.

Trate de abrir los ojos pero aun no podía. Escuche pasos, abrieron el grifo, lo cerraron, caminan hacia mi.

'Splash'. El agua fría me golpeó en la cara ayidandome a que despertará de mi ensoñación.

Trague aire desesperadamente. Mi visión se aclaro. Pude ver a un tipo gordo y feo me miraba con cara de disgusto.

— ¿Dondé estoy?— pregunte aun desorientado.

Sonrió y me golpeo en la mejilla.

— Tu no haces las preguntas aquí perro.— me mostró sus colmillos y gruñó.

Trate de golpearlo pero tenía las manos atadas.

— Detesto a los de tu raza.— Acercó su rostro al mio.

Gire la cabeza ya que el aliento que salía de su boca me mareaba y sentía que en cualquier momento vomitaria.

Una puerta se abrio y una chica entró.

— Largate —  gruñó ella. El chupasangre bajo la mirada y obedeció,nos dejó solos.

Ella se acercó a mi, me sonrió —¿En donde esta la chica?— pregunto amablemente.

Hablando de bipolares.

— ¿En donde estoy?

Su sonrisa menguo un poco.

—¿En donde esta ella?— preguntó por segunda vez.

—¿Dime en donde estoy?— pregunte yo también.

Ella sonrió maliciosamente —No te lo preguntaré de nuevo.— Dijo y  alzo su mano, unas largas garras salieron lentamente. —Responde Ashton Ivanov.

Me tense al oír mi nombre.

Acercó una de sus garras-dedo a mi cara.

— Sería una lastima arruinar ese bonito rostro tuyo. Pero lo haré a menos que me digas en donde esta tu hermana.— siguió acariciando mi rostro.

Rei sarcásticamente.— ¿Crees que te diré en donde esta? Matame de una vez, así no perderás tu tiempo.

Su caricia se detuvo. Tomo mi rostro y con una mano lo apretó. Senti que me romperia la mandibula.

— Créeme que disfrutare cada segundo de tu muerte.— Me enterró sus garras en la frente y deslizó la mano hasta mi barbilla.Solte un grito de dolor y la sangre no espero en aparecer. Los ojos de la chica vampiro se tornaron completamente negros.

— Detesto la sangre de ustedes perros, pero esta vez haré una excepción. — Se acercó a mi cuello y enterró sus colmillos.

Solte un aullido, pero un aullido de lobo.

— Eres tan patético.— sonrió.

Senti que mi piel comenzaba a arder y las ganas de arrancar cada trozo de la misma se intensificaba.

La vampiresa apartó sus colmillos de mi y se sacudió violentamente, sus gritos no se hicieron esperar, la vi tirada con el rostro ensangrentado, era mi sangre pero la estaba quemando y desfigurando lenta y dolorosamente.

—¿Qué me hiciste maldito?— preguntó asustada.

No respondí, me solte de las manos y de los pies, tenia una fuerza aun mayor de la que ya tenía, me sentia diferente y las heridas en mi rostro comenzaron a sanar.

La tome por el cuello, la alze en el aire y rompí su cuello con una sola mano.

[...]

Un sonido en la puerta interrumpió mis pensamientos.

—Ashley, el Alfa te está  esperando.— Dijo Dominic.

Quise ignorarlo pero el aun no se largaba.

— Se que estas aqui Ashley. Si no bajas el vendrá por ti.

Suspire resignada y salí de mi escondite.

— Andando — dije entredientes.

El me siguió y bajamos las escaleras.

— ¿Qué es lo que el lobo quiere? Pregunta fastidiada.

— Me pidio que te lleve a la sala de entrenamiento.

— ¿Para qué? — Pregunté.

— Tal vez estas muy gorda y quiere ponerte a dieta, — ya llevas dos semanas encerrada y por lo que veo has comido mucho.— dijo Dominic sin una pizca de humor.

— ¡¿Gorda?!— Chille avergonzada.

— Oh por favor Ashley. Es broma.— Río en voz baja.

— Eres de lo peor— Ambos nos miramos y no pudimos contener la risa. Dominic paso su brazo por mi hombro en una forma amistosa.

Alguien se aclaro la garganta detrás de nosotros.

Gire y vi al lobo casi echando espuma por la boca y dándole una mirada de muerte a Dominic.

Ambos nos callamos en un santiamén.

— Umm.. Hola —  salude tratando de aliviar las capas de tensión que se formaron en cuestión de segundos. Dominic rapidamente quito su brazo de mi.

Pero el Alfa gruñó, no tuvo que decir ni una palabra y Dominic nos dejó solos.

— Tú — me señaló.— No dejes que te toqué otra vez.

— Estas loco. Tu no me puedes prohibir nada. Si quiero el me puede tocar todo lo que quiera.

Los ojos del lobo se crisparon de la ira. Mis palabras de verdad que lo hicieron enojar.

Se acercó más a mi y me sujetó por la muñeca.— No estoy jugando princesa.— su voz sonó peligrosa.

Trague saliva.

Me sujetó más fuerte y me arrastró hasta adentro de lo que parecía un gimnasio.

— Lo puedes ocupar cuando quieras. Es para ti. No es bueno que una loba joven como tu se la pase todo el día encerrada. Además necesitas entrenar. Hay muchas cosas pasando y no quiero que algo malo te suceda.

Sus últimas palabras se atascaron en mi mente ya que su manera de decirlo fue una mezcla de enojó, preocupación y cariño , algo extraño pero me gusto.

El se dio cuenta de que dijo más de lo debido. Dio media vuelta y me dejo sola.

Decidí entrenar unas horas ya que Dom tenia razón,  ya llevaba dos semanas encerrada en esa habitación, no había podido comunicarme con Ashton ni con nadie del equipo,  estoy en la casa de un lobo extraño el cual solo me trajo aquí para no decime nada,en estas dos semanas aquí solo lo he visto hasta ahora, tengo que admitir que es irresistible pero no puedo leer sus pensamientos aun que  el si los mios. Lo único que evita que me vuelva loca es Dominic, con el puedo conversar e incluso se ha ganado mi confianza.

Aunque en  estos momentos necesito a mi hermano.


















She is a Hunter [Editando y Extendiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora