No guardes renconres, guarda recuerdos. No llores recuerdos, recuerda alegrías.
No vivas del pasado, aprovecha el presente. Prepara el mañana, tú puedes y debes.
Escoge el rol de tu vida, olvida lo que ya pasó, que al fin no retornará más.
Haz la dieta de la alegría: una sonrisa por la mañana y un agradecimiento al final del día.