Su primera vez.

Buenos dias

Mis dedos se deslizaron por la curva de su espalda *Que mona esta dormida* pensé para mi mismo, dibujaba con las yemas un corazón, sonriendo de oreja a oreja pensaba en la noche anterior, subí la mano hasta su nuca, donde aproveche para desatar el camisón de dos cierres, acerque mis labios hasta su cuello, un cálido beso hizo que su piel se erizase, baje la mano por el centro de la espalda desate el segundo cierre, poco a poco fui dando mas besos por el cuello, bajando por la espalda, mis manos quitaron el camisón.
-hmm- salio de su boca un gemido suave -buenos días cariño- me dijo aun medio dormida.
-Buenos días reina- baje dando besos hasta llegar a sus piernas, separe la derecha con suavidad, mi lengua resbaló desde el muslo hasta internarse en lo mas profundo de ella.
-Ahh- gimió esta vez mas alto, moví la lengua en breves círculos, poco a poco, su cuerpo se movía igual que mi lengua, la introduje dentro de ella y note como se mojaba -oh dios- grito de placer.
-Mojate mas para mi- dije volviendo a introducir la lengua esta vez haciendo olas de lado a lado, dentro de ella la arqueaba hacia arriba, su sabor es exquisito, agarre su trasero con mis manos y apreté, seguí moviendo la lengua cada vez con mas brusquedad, cada vez con mas suavidad, de su boca no dejaban de salir gemidos, mordía la almohada y arañaba las sabanas, subí la cabeza hasta su cuello donde la mordí -quiero mas- susurré en su oído, soltó un pequeño gemido, al estar como estaba mi pene rozaba su piel, note como una de sus manos lo agarraba, no me resistí, movió la mano a lo largo de este, acerque mis caderas a ella, baje la mano rozando mi abdomen y su trasero, agarre su mano y la acerque hasta que el pene la llegaba a su clítoris, lo movió con fuerza haciendo eses con este, -hmm- gemí al notar como se iba mojando aun mas, al poco tiempo notaba como ya no podía tenerla mas dura, se la metí con suavidad, agarre ambas muñecas al lado de su cara, haciendo movimientos suaves fui entrando cada vez mas en ella, sus gemidos eran continuos, me levante y subí sus caderas poniéndola a cuatro patas, introduje mi pene hasta el fondo, agarre su pelo con la mano izquierda haciendo una coleta entre mis dedos, con la derecha la di un azote, moví mis caderas introduciéndola cada vez con mas fuerza, sus gemidos eran ensordecedores, agarre sus nalgas y la empuje hacia mi, note como entraba hasta el fondo, gemí de placer, note como se le contraían los músculos, lo hice con mas fuerza aun.
-Sigue- me grito, note como se estaba corriendo, sus piernas temblaban, poco a poco la iban venciendo, hasta que acabo tumbada, me seguía moviendo y sus gemidos cada vez eran mas fuertes.
-Dios- grite a punto de correrme, me moví mas lento pero con mas fuerza, note como llegaba, a la vez que yo me corría note como ella volvía a hacerlo, me tumbe a su lado y la bese en los labios -buenos días mi amor- dije acariciando su cabello.