El cuartel General de la Eel se encontraba de manteles largos por la fiesta de la música, así que todo mundo se encontraba ocupado. Varios salieron a tocar sus instrumentos, unos cuantos más danzaban y otros estaban preparándose para lo que iba a acontecer en la noche.
Gardienne tenía el día libre, así que se dedicó a pasear por los alrededores.
—Se te ve muy ocupada —el mirada turquesa apareció de la nada causándole un sobresalto a la joven
La joven de cabello ceniza había colocado una mano en su pecho por reflejo debido al espanto —Ezarel, no me des esos sustos
—Lista para esta noche —soltó divertido
—No tengo nada que ponerme
—No necesitas ponerte ropa elegante sabes. En fin me retiro que yo si tengo cosas que hacer
La faelinne siguió su paseo hasta aburrirse, para después tomar rumbo a su habitación, al llegar, en frente de su puerta se hallaba una caja la cual tenía una nota. Tomó ambos objetos y se metió.
"Espero y sea de tu agrado, te espero en el concierto" la muchacha quedó intrigada por la carta, así que abrió la caja para toparse con un vestido de color coral con detalles de encaje. Al sacarlo había unas sandalias a juego. El presente provocó un vuelco en su corazón ¿Quién pudo haberle hecho tan bonito obsequio? Cuando lo descubriera le daría las gracias por el detalle.
Ya entrada la noche tocaron a su puerta, era Alajéa quien le halagó por la vestimenta, para después pedirle ir juntas al evento.
—Me encantó tu ropa, tienes buen gusto —comentó la hija del mar
—en realidad lo dejaron en frente de mi puerta
— ¿Sabes quién fue?
La faelinne negó con la cabeza
— ¡Oh! ¿Por cierto no te enteraste?
—¿De?
—Alguien robó una pócima de aetās y woodrose de la gaveta de Ezarel
— ¿Es por eso que estaba apurado?
—¿Apurado? No, no, no, estaba que echaba humo. En primera por que le robaron y en segunda porque el robo fue a su cajón de bromas
—Bueno ya era hora de que alguien le hiciera enojar un rato
Y como si le invocaran el elfo, este apareció a espaldas de las féminas —Alajéa, si sigues divulgándolo te voy a poner de conejillo de indias —la sirena se tensó al imaginar tal martirio, hizo un gesto con su mano simulando coser su boca. El líder de guardia estiró los labios en una sonrisa de satisfacción al ver el miedo que infundía, miró ahora a la otra joven — ¿No habías dicho que no tenías nada que ponerte?
—Me lo regalaron
—Ja, no mientas. Sabes aceptar que te auto regalas algo no es malo, solo refleja tu profunda soledad. Sin ningún chico que te haga caso
—Siento contradecirte elfo inmundo, pero fui yo quien le regaló el vestido —sin más le robó un beso a la ojivioleta. El dueño de aquella voz era un pelinegro con una coleta alta cuyas puntas eran rojas y con orejas peculiares.
—Así que tenemos en frente al pequeño ladrón- soltó con desdén el peliazul.
Omake: El hombre lobo adolescente con los objetos robados creo una poción de envejecimiento con la cual adquirió la apariencia de un hombre en sus veintes que duró solamente esa noche. Debido a su mal cálculo estuvo una semana constipado. Y Ezarel, no dejaba de burlarse.
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El beso
FanfictionPrompt #4 "Pareja Crack" Todo puede pasar en el festival de la música