Cuando no encuentro consuelo,
ni en la luna, ni en el mar.
Cuando me escondes tu alma,
y decides no hablar.Como le hago yo entonces,
cuando el Sol ya no me alumbra;
y tu voz cálida y fuerte
ni calienta, ni deslumbra.Este corazón de mármol,
que se aferra a lo imposible;
y se encadena a tu ombligo
mientras sueña con ser libre.¿Como? Si por más que corra,
mis sueños no los alcanzo.
Cuando en tu pecho de acero
no encuentro ya mi descanso.Y el llanto aunque no se asoma,
humedece mis paredes.
Dibujando una salida,
impidiendo que me quede.Todos los derechos reservados. Liza Cruz, 2016©