Cuando estaba en su panza tenía miedo a nacer, tenía miedo a que mi padre también me golpeara a mi, tenía miedo a salir con una enfermedad, tenía miedo a los golpes que le daba mi padre a mi madre cuando era noche, cuando mi papá llegaba borracho a las horas de la madrugada, mi mama y yo preocupadas, no podíamos dormir pensando en donde estaba papá, cuando se escuchaba abrir la puerta era papa, gritando que se levantara mama hacerle de cenar, era madrugada y mi mamá cansada bajaba y hacía de cenar a la hora que llegara papa, si no papá se enojaba y nos pegaba, yo aún no sabía muy bien el motivo de su enojo, yo solo escuchaba que mama lloraba y papá gritaba, sentía golpes, tras golpes, mi mamita siempre ponía sus manos en mi cabecita defendiéndome de un golpe de papá, una vez llego papa muy enojado, y Nos aventó a mama y a mí por las escaleras, rodamos, pero mama siempre me protegía, yo sentía que mamá estaba triste, yo la quería apoyar, la quería abrazar pero lo hacía desde donde yo podía, yo le quería hacer saber a mamá que estábamos juntas. Cuando nací, tenía miedo a que papá llegara furioso y le pegara a mamá yo ya no estaba en ella para defenderla, por qué después de que nací papá le pegaba más fuerte a mama, yo solo lloraba pero parecía que papá no me escuchaba, mis miedos fueron naciendo, le tenía miedo a tener hambre, a que mi madre aveces no entendía el motivo de mi llanto, pero yo no podía hablar, fui creciendo y mis miedos eran mayores, me empezó a dar curiosidad subirme a una bicicleta, y me empezó a dar miedo cuando tuve por primera vez mi caída, recuerdo que yo lloraba por qué mis rodillas estaban raspadas, llenas de tierra, llenas de sangre, le tenía miedo a lo que venía después, era un líquido rojo que la abuela le decía a mi mama que lo tenía que poner después de mis caídas, ese líquido rojo dolía más que la raspada que había tenido en la bicicleta, fui creciendo y mis miedos crecían conmigo, tenía miedo llegar a la primaria y que no tuviera amigos, era muy gordita y poco fea, no digo que las mujeres seamos feas pero bueno, digamos que somos diferentes todas, digamos que no tenía confianza a mí misma, llegue y todo fue muy bonito, hice amigos pronto, jugábamos a las escondidas o a las traes en el receso, comíamos rápido para que el tiempo nos alcanzará para poder jugar, recuerdo que pedía permiso para ir al sanitario, y me iba con amigas a platicar por qué estábamos aburridas en clase, en esa escuela todos decían que ahí había sido un circo, después el circo se convirtió en cementerio y después del cementerio vino la escuela, le teníamos muchísimo miedo ir solas al baño ya que te aparecía una payasa con el cabello Güero, con ojos de color, su cabello estaba trenzado, y su vestimenta era un vestido blanco, me acuerdo que para asustar a los niños decía que yo había visto esa tal payasa, era divertido ver la cara de los demás asustados, desde ahí me empezó a dar miedo los payasos.
Por mala suerte reprobé año, mi
Mamá lloraba con mi abuela maldiciendo mis calificaciones, yo estaba muy contenta por qué sabía que reprobando me iban a cambiar de escuela, pero disimulaba la felicidad por qué sentía feo que mi abuela y mi madre perdieran el orgullo por mi, yo quería que me cambiaran de escuela por qué no estaba a gusto y parecía que a mis amigos les molestaba mi presencia, insulto tras insulto me decían, ¡Gorda! ¡Fresa! ¡Fea! ¡Creída! ¡Negra! ¡Prieta! Yo ya estaba cansada a sí que se cumplió lo que quería, me sacaron de esa escuela y me metieron a un cole, el cole era súper bonito, los niños y niñas eran súper lindos, mi abuelo me llevaba a la escuela, y él me recogía, era la niña más feliz del mundo, amaba la escuela, después me cambiaron a otra, pero el horario era diferente ahora me levantaba tarde, mis abuelos cuidaban de mi, mientras mama esperaba a mi hermano, papá convivió con mi hermano como tres meses solamente, digamos que mi hermano nació entre puras mujeres, y fue criado así.
Crecí...
Entre a la secundaria tenía miedo, ¡Bastante! Sentía que no iba a encontrar más amigas, sentía que no iba a pasar de grado, por qué pensaba que era muy difícil, conocí a ella, chaparrita, flaquita, bonita, divertía, simpática, ¡CONOCÍ A MI MEJOR AMIGA! Nos agarro la loquera, no entrábamos a las clases, si nos sacaban en vez de irnos a casa nos drogábamos, llegábamos tarde a clases, todo cambió, conocimos a toda la secundaria, y después mi miedo fue decepcionar a mamá, reprobar y que se enojara, un día nos fuimos con Mi mejor amiga, nos drogamos, fue algo verdaderamente feo, sentía mis ojos pequeños, me daba risa cualquier cosa insignificante, me dolía la cabeza, escuchaba voces muy fuertes, veía borroso, estaba mareada, veía el camino y lo veía infinito, sentía que nunca se iba a acabar, ¡Era un mal viaje! Tan pequeña y cometiendo esos errores tan grandes, mi mamá se enteró, lloraba mientras le entregaba la droga a mamá, yo veía en sus ojos que estaba decepcionada de mi, y tenía miedo de que por mi culpa estuviera triste, deje eso por un lado, pase de grado, trataba a mis amigas como si yo fuera una reina y ellas fueran mis sirvientas, y nadie nunca me dijo que yo estaba mal ¡Las perdí! Ya no querían estar conmigo y de nuevo nació otro miedo, el miedo de la soledad, tenía miedo a quedarme sin nadie, y así fue, estaba sola, sin nadie, tuve un amor, me acuerdo muy bien de él, yo veía como que era el más guapo de la escuela, nunca había teñido novia ahí, y yo fui la primera, fue muy raro recibí un mensaje de él y al siguiente día nos vimos rm la escuela hablamos y no pasó más de una semana cuando empezamos a ser novios, todo era tan perfecto, el, su sonrisa, su cabello, su cara, sus palabras, su risa, ¡YO ESTABA ENAMORADA! ¿Enserio yo? ¿¿ENAMORADA?? Nunca me había enamorado tanto, cada vez que lo veía sentía de eso que dicen en las películas ¡Mariposas en el estomago! Cada vez que estaba con él me ponía nerviosa, lo quería muchísimo, pero después cambio todo y se termino nuestro amor, yo me aferre a él y pasaron 2 años llorando por el suplicando que volviera pero parecía que el ya no quería saber más nada de mi, termino todo, yo seguí adelante, que más se podía hacer, había muchos que querían conmigo, pero yo solo esperaba que el amor de mi vida volviera de nuevo a mi, y creo que jamás se cumplió lo que yo quería.
Pasó tiempo y empecé tenerle miedo al amor, no quería saber nada de él, sentía que el amor era así como cuando te enfermas que no quieres saber nada de nadie y solo quieres estar dormido esperando a que se te cure la gripa, el amor era como no saber nada de nadie y esperar a que se te cure el corazón, noches enteras llorando hasta que amanecía, y me aferre a la idea que él era el amor de mi vida, después de tanto tiempo me mentí a mí misma diciéndome que ya lo había olvidado y superado, aunque todo mundo sabía que no era así, yo tenía que ser fuerte y seguir con mi vida.
Y de nuevo caí...
Estaba con una amiga en su casa, aburridas, sin nada que hacer, solas, invitamos a unos amigos, compramos algo para tomar, pusimos música y pasamos el rato, se acabo la primera botella y fuimos por otra, jugamos botella ¡Típico! Y nos besamos, ¡NUNCA ME HABÍA GUSTADO TANTO UN BESO COMO AQUELLA NOCHE!
Pasó el tiempo y anduve con uno de esos chavos que habían ido ese día a casa de mi amiga, duramos poco tiempo y termino nuestra relación, pero a mí siempre me había gustado su amigo, callada me quede y seguí mi vida, después nos buscamos, nos encontramos y tratamos de andar, nos besábamos, me iba a visitar, ¡Quién lo diría! Un día hasta cena nos hizo a mí y a mi hermano, ¡NOS BESAMOS! Yo sentía que el sentimiento y la atracción era mutua, así que empezamos a querer andar, no se dio.
¡Me olvide de todos!
Decidí que no quería saber más de ellos, ya que solo afectaban en mi vida, nunca deje de querer al que me dio ese beso jugando a la "botellita"
Pasó bastante tiempo y nos volvimos a ver y hablar.
Empezó todo con preguntas por red social, y de esas preguntas surgió un sentimiento mutuo, resultó que siempre me había gustado y siempre le había gustado, quise intentar algo con el, di lo mejor de mi, ¡Cambie!
Llore y me arrepentí tanto por qué resultó que no era amor correspondido, por qué resultó que yo quería un futuro con el pero no podíamos vivirlo juntos, todo se acabo, se había acabado las visitas a mi casa, los besos largos, los golpes en su carro, los eructos juntos, las canciones que cantábamos juntos, nuestros sentimientos que compartíamos, todo se acabo, entonces me di cuenta que el amor no era para mí, me di cuenta que no era amor correspondido, y que a lo mejor aún no me tocaba encontrar al amor de mi vida, nunca deje de quererlo ni dejó de hacerlo, no se pudo por qué su amigo era mi novio, y su amigo era como su hermano, deje de creer en el amor y me encerré en mi mundo de que todos los hombres son iguales y sólo hieren a las mujeres, pero aprendí a que son experiencias que uno como persona las tiene que superar, para poder seguir adelante.
¡Aún sigo esperando a mi verdadero amor!
Tal vez llegue pronto, tal vez no pero cuando llegue de verdad quiero que sea verdadero.