Max

El café

Cap 2.

Nunca había visto una sala de detención tan llena, sólo quedaba un sitio libre al costado de él.

Digo "él " porque no se su nombre así que él, el que me lanzó mi almuerzo.

Me senté al costado de él, al parecer ni se acordó de mi. Ósea va por ahí tirando el almuerzo a los demás y es tan natural para él, que no se acuerda de sus víctimas.

-Hey!, yo te recuerdo - al gira él me estaba hablando - oye enserio lo siento, no quería hacer eso.

-¿Eso le dices a tus víctimas? - pensé en voz alta sin querer.

-¿Que?

-Em... Nada

-No, enserio. Lo siento, es más te lo compensare.

-¿Me lo compensarás? - dije con voz sarcástica.

- Si, ya verás

-Primero no me conoces, segundo no te conozco, y tercero como planeas hacerlo - enumeré.

-Si te conozco, bueno, no mucho, te llamas Lesly. Me llamo Max y ya verás.

-¿Cómo me conoces?

-Tengo mis contactos.

-¿Eres un acosador? - le dije frunciendo el ceño

El rió

-No, no lo soy - dijo aún riendo - sólo se algo de ti.

-¿Me acompañas a por un café más tarde?
-agregó.

Dude por varios segundos. ¿Y si me secuestraba?¿o drogaba?

-Ya te dije que no soy un acosador ni algo por el estilo.

-Bueno, esta bien - dije sin aún convencerme del todo.

-Entonces nos vemos.

Sonó la campaña y salimos todos.

Seguía la clase de "Historia Universal", nunca fui buena para memorizar la vida de los difuntos, George Washington, etc.

Terminaron las clases y estaba dispuesta a salir e irme hacia mi casa pero Max me tomó del brazo.

-Hey ¿te vas?

-¿Por que no?

-¿Recuerdas el café?

Ahh... Eso... No

Entramos a un café no muy lejos del instituto, la decoración era rústica.

Pedimos dos capuchinos y empezó la charla.

-Supe que te mudaste hace poco - dijo él.

-Si, pero estaré sólo por un año - dije sin evitar una sonrisa.

-Esta no es la compensación por derramar mi almuerzo sobre mi ¿no? - agregué.

El rió

-No, sería muy simple ¿no crees?

Reí incómoda

-¿Cómo es que me conoces? - pregunte frunciendo el ceño.

-Bueno, después del " incidente " - dijo haciendo comillas con los dedos - solo le pregunte a alguien de tu aula, pero la mayoría decía no conocerte. Excepto un chico que sólo me dijo tu nombre, después entre en tu aula y busqué tu bolso y leí una agenda tuya...

- Oye! - interrumpí

- Perdón, comentarios y preguntas al final del relato - reclamó - Un profesor me pilló leyéndola y me mandaron a detención.

Un mesero trajo los capuchinos y los puso en el centro de la mesa.

-No puedes leer mis agendas. ¿Que agenda fue?

-Una que decía - dijo mirando a la ventana - no me acuerdo solo se que miré la primera hoja y que habían datos.

-Bueno, entonces no importa.

Hubo un silencio incómodo.

-Perdón por arruinar tu camiseta, acepta esta por enunciar la tuya.

Él sacó una camiseta de color blanco con una calavera en negro en la parte frontal.

-¿Es tuya? - dije al ver lo grande que era.

<< No, de su hermana. Utiliza tus neuronas ¿si?>>

Me regaño mi conciencia

-Si, pero te quedara bien.

La tomé - ¿dices que me quedará bien? - me la puse encima, había una gran diferencia.
Los brazos más largos, y era demasiado ancho.

Rió - sólo acéptalo.

-Está bien.

Regreso a mi casa se me dio por mirar el móvil, ¿¡son las 6!? Mi madre me matará, no, no sólo me matará, si no me estrangulará antes de hacerlo.

Abrí la puerta silenciosamente para que no oyeran.

-¡Lesly! - me sorprendí al escuchar su voz.

-¿Dennis? - abrí mis ojos como plato al ver lo que pasaba.