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A lo lejos veo algo volando. Es un objeto pequeño, lijero y rosa. Una bellisima mujer corre detras de él intentando cogerlo y a medida que se acerca puedo distinguir que es un sombrero rosa con un lazo adornandolo, derrepente veo que el viento para y él gorro para a mis pies, lo cojo con cuidado y se lo doy a la mujer que ya esta enfrente de mi, ella es pelirroja y con el pelo alocado, tendra aproximadamente 25 años y tal vez este estudiando, lleva un vestido blanco con adornos rosas y unas mallas con unos tacones rosas-rojos.
-Muchísimas gracias.

-El placer es mio -contesto.

-Mi nombre es Elisabeth, pero puede llamarme Eli.

-Yo soy Jack, Jack asecas.

-Hola "Jack Asecas", que pases un buen día.

-Igualmente -es lo unico que puedo contestar antes de que se alege de mí y se suba a un taxi de las calles de madrid.

Voy caminando hasta la oficina donde trabajo, las puertas mecanicas se deslizan a mi paso y subo a el amplio ascensor del gran edificio.

Una vez arriba voy hasta mi despacho y me siento en mí silla.
Me relajo y me echo para atras dejando caer todo el peso del cuerpo sobre la silla, pero la relajación dura poco ya que tengo un montón de papeleo.

Cuando acabo la mitad del trabajo me asomo al gran ventanal del despacho y a traves de él veo Eli, la chica del sombrero rosa cruzar las mismas puertas que he cruzado yo hace un rato.
Corro hacia el ascensor y lo llamo con rapidez pero derrepente se habre y veo a mi jefe acompañado de Elisabeth.

-Te estaba buscando Jack -dice mi jefe.

-Aquí estoy ¿Quién es esta chica? -digo mientras ellos salen de el ascensor.

-Le presento a Elisabeth Prich Houter, su nueva becaria.

-Mi nu nue va va... -digo tartamudeando por la emoción- ¿Becaria?

-Si, ha oído bien.

-Pero sí acabo de llegar como aquel que dice...

-Jack,Jack, Jack -me dice mi jefe mientras me pone la mano en la espalda y me obliga a avanzar- Ya llevas un año en esta empresa creo que estas preparado para esto, has demostrado ser uno de mis mayores empleados, con tan sólo 29 años has demostrado ser muy bueno en este trabajo y creo que eres la persona adecuada para enseñar a Elisabeth este trabajo.

Casi no puedo ni reaccionar cuando ya estoy con Eli en mi oficina.
Acabo el trabajo que me queda y le explico a Eli como hacerlo nos separamos a la hora de comer y nos rencontramos en un pasillo.

-Hola ¿Aun sigues aquí? se supone que despues de comer ya puedes irte -le digo yo.
-Queria despedirme de usted y volver a darle las gracias por lo del sombrero.

-No ha sido nada ¿Quieres que tomemos un café -le digo ilusionado y con la esperanza de que diga que si.

-De acuerdo.

Canciones Para EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora