Mitsuki: "El Ronin Kitsune"

Las Guerras de Genpei

A finales del período Heian, los clanes Minamoto y Taira se encuentran enfrentados en una lucha por el poder político y territorial de Japón. A principios y mediados de este siglo, el clan Taira ha dominado todo el territorio, frenando cualquier rebelión por parte de los demás clanes. Pero esto está cambiando desde hace unos años. Gracias a que el clan Hojo, se unió al bando de los Minamoto, cuando su líder Hojo Tomikasa también conocido como "la katana del alba" ayudó a Minamoto no Yoritomo a defender sus tierras convirtiéndose en su abanderado. Ahora Yoritomo está pidiendo ayuda para luchar contra los Taira y decide enviar una carta a su aliado Tomikasa.

-Hoy, yo, Hojo Tomikasa, líder del clan Hojo, vivo uno de los momentos más difíciles de mi vida. Tras veinticinco años de guerra contra el clan Taira, mi señor Minamoto no Yoritomo, líder del clan Minamoto desde la muerte de Yorimasa en el 1199, me pide que vuelva a enviarle a mis samurais más capaces. Afirmando que se acerca una batalla muy importante para nuestros clanes.

Llevo años sirviendo a su familia y enviándole suministros para la otrora guerra que su avaricia comenzó . Tanto arroz como katanas, flechas y arcos, sin negar o dudar lo más mínimo de su persona. Pero mis campos y vasallos, están cansados de esta guerra, que los ha desgastado poco a poco.

Así que consulto contigo querida Haruhi, si merecerá la pena el sudor y la sangre de mis súbditos por la que parece la última lucha. Además de hablar de estos delicados temas, aprovecho esta carta para escribirte un Haiku , por si me veo forzado a ir yo mismo a esta guerra y no puedo volver a escribirte.

La tenue luz del amanecer ilumina el sendero

Las órdenes guían mi espada, pero mi corazón elige su propio destino

Con cariño Hojo Tomikasa. Espero volver a estar pronto juntos-.

Aquel mismo día al atardecer, Tomikasa salió a pensar a su karesansui, allí el líder del clan Hojo pasó horas debatiendo consigo mismo las posibilidades que se le presentaban, cuántos hombres mandar y otras cuestiones, hasta el punto en el que la noche cayó sobre su jardín de arena. Durante la cena, Tomikasa tomó la decisión de que a la mañana siguiente partiría con su guardia personal,compuesta por doscientos samurais con experiencia y trescientos arqueros de yumi, hacia Dan-no-Hura al oeste de Honshū.

Antes de preparar su futón y limpiar y afilar sus katanas como hacía diariamente, Tomikasa, mandó a Hataru, su sirviente, a por kanji y tinta, para informar a su querida Haruhi sobre la batalla que estaba por cernirse. Hataru trajo el pergamino pocos minutos después, con la mayor rapidez que pudo e intentando no molestar a los demás residentes del castillo.

-Querida he tomado una decisión, siento no haber tenido en cuenta tu opinión, pero tu carta hubiera tardado demasiado en llegar. Me dirijo con mis mejores hombres al oeste de Honshū, doscientos samurais y trescientos arqueros yumi estarán a mis espaldas. Según Yoritomo, la batalla será en la bahía, y ya que esta se encuentra en el umbral de mi territorio es mi deber  acudir. Tanto esto como el deber de mantener mi honor con los Minamoto me han llevado a tomar esta decisión, espero volver victorioso y así tu familia me tome como apto para realizar nuestro enlace.

Se despide de ti con mucha lástima pero orgullo Hojo Tomikasa-.

Hojo se levantó sobresaltado, un mal sueño había rondado su mente a lo largo de la noche, pero era incapaz de despertarse de lo que parecía un gran desierto de barcos en mitad del mar. -Hataru vaya preparando el desayuno que por favor tenga mucho arroz, me espera una dura batalla y como diría mi padre si hay que morir mejor con el estómago lleno-.Tras un buen desayuno se dirigió a las afueras de su castillo allí sus quinientos hombres aguardabasn expectantes, esperando la orden para partir hacia la batalla.