El flujo de hombres desde el continente oriental hasta las tierras occidentales fue cada vez más fluido desde que se descubrió un paso por el lado sur. Se decía que las nuevas tierras estaban totalmente despobladas, por lo que los hombres que acudían a ellas comenzaron a llamarse los Primeros Hombres.
El paso era ancho, rocoso y desértico. A ambos lados se encontraba un gran mar salado, profundo y de un azul intenso, en algunos puntos verdoso. Un grupo de doscientos hombres estaban pasando por El Brazo, como lo habían denominado, hacia las tierras de Poniente. En él había mujeres y niños cogidos de las manos de sus madres o en sus brazos, ancianos en carromatos o ayudados por un bastón, jóvenes en busca de nuevas tierras para cultivar, guerreros para construir allí sus aldeas y convertirse en magnars,.. Una multitud muy heterogénea.
De pronto la tierra tembló. Fue un leve movimiento pero totalmente perceptible. El corazón de la tierra estaba latiendo. Nadie se preocupó lo más mínimo por una simple sacudida que apenas habían notado. El grupo siguió avanzando y de nuevo otro temblor más fuerte que el anterior. En esa ocasión se partieron algunos carromatos y se volcaron las mercancías que había en ellos.
A lo lejos comenzaron a aparecer cinco niños pequeños, luego se convirtieron en diez y luego en quince. El grupo de hombres siguieron avanzando pero descubrieron que no eran niños, pues algunos llevaban largas barbas negras y grises. Todos a la vez levantaron los brazos, los extendieron y comenzaron a murmurar palabras extrañas que ninguno de los hombres conocían ni entendían. Y la tierra comenzó a temblar con gran violencia, pero solo la tierra de El Brazo.
Poco a poco los hombres fueron cayendo al suelo, las sacudidas eran tan salvajes y tan fuertes que ninguno de ellos pudo mantenerse en pie. Y la tierra se abrió. Comenzaron a salir estrechas y finas grietas por las que comenzaron a fluir un río rojo y ardiente: tierra fundida, lava. Los vapores impregnaron el aire, lo que hizo que casi no se pudiera respirar. Las mujeres y los niños comenzaron a gritar. Todos los hombres intentaron ponerse en pie y a correr en dirección a Poniente, pues la entrada a las nuevas tierras estaba más cerca.
Aquellos misteriosos seres seguían hablando en su extraña lengua, allí con los brazos extendidos. Las grietas comenzaron a ponerse más anchas, y el líquido rojo comenzó a salir a raudales. Muchos de los hombres empezaron a arder y a gritar desesperadamente. Las mujeres suplicaron a esos seres y rezaron a sus dioses. Y empezó a llover. Primero fue una lluvia fina y fría pero fue en aumento en apenas unos segundos. El mar a ambos lados se estaba agitando, las olas chocaban con las piedras.
El cielo se estremeció y lanzó un rayo hacia el mar, su sonido dejó sordos a todos. Las olas se estaban uniendo y empezaron a formar una ola de gran magnitud. El miedo y la desesperación se reflejaban en los rostros de todos los hombres. La ola fue creciendo varas y varas de altura y cuando ya fue lo suficientemente grande se abalanzó hacia El Brazo. El choque fue brutal. La tierra se partió en un sinfín de islas pequeñas y barrió a todo el grupo. Una mujer comenzó a gritar, aferrada a un trozo de madera a la deriva del mar. Una ola le invistió, volvió a chillar pero se le llenó la boca de agua y se hundió en la oscuridad y en las profundidades del mar.
Cuando los seres pequeños terminaron de recitar su hechizo, ya no quedaba ni rastro de los Primeros Hombres. El Brazo quedó destrozado y fragmentado en muchas islas pequeñas. Ya nadie podría pasar más por allí, o al menos eso creían estos seres. Unos seres que desconocían la existencia de los barcos.
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Los Reyes en el Norte: Brandon el Constructor (Fanfic Juego de Tronos)
FanfictionDesde Brandon "el Constructor" que inauguró la Casa Stark, siendo el primer Rey en el Norte, hasta Torrhen "el Rey que se Arrodilló" hubo veintidós reyes. Este fic ha sido pensado para relatar la historia del reinado del primer Stark en el Norte: su...