La Llegada Del Forastero [Parte 1]

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Recordaba perfectamente como y porqué se encontraba aislada del mundo.

Recordaba también como todo había empezado pero no cuando había llegado ahi.

- 11 años atrás-

La gran hola era tan visible desde dentro de la gran piedra de color azul que la gente de la caverna pensó que el mismo cielo caía a pedazos sobre sus cabezas. La pequeña niña de piel pálida y ojos verde zafiro apenas de cuatro o cuando años no pudo nadar en contra de la corriente que el receso de la desembocadura del río donde nadaba estaba cogiendo. Grito varias veces en busca de su madre y no pudo ohir la respuesta de esta. Ella igual que otros muchos niños que nadaban estaban siendo tragados por las fuertes holas del mar por mucha oposición que aportaban. Antes de darse cuenta un gran estallido sonó y una gran masa de polvo se trago la luz del sol pero ella no pudo verlo porque fue tragada por las olas. Expulsada al otro lado de la enorme vestía que media quizás más de 20 metros la corriente la arrastró hasta el otro lado del mar inconsciente la mayor parte del viaje. Su cuerpo apenas podía responder a sus peticiones de nadar y la niña creyó que aquello que denominaban la Gran Madre había decidido llevarla consigo. Ya no recordaba cuantos soles habían pasado. Su estómago urgía rápidamente una comida cuando notó un suvito vacío y algo especialmente grande se la trago.

La oscuridad era total cuando abrió los ojos. Grito una y otra vez y entonces un golpe desde el exterior la hizo cayar marcando con fuerza su frente haciendo do que sangrara con un gran derrame.

Aquella mujer que había golpeado el estómago del gran esturión pensó que quizás estaba vivo y que sufría y que había echo una buena obra golpeando con fuerza con el palo al animal. Los cinco enorme hombres movieron el animal y cuando el resto de mujeres abrieron al gran acuático un gran revuelo estalló haciéndolas huir varios metros atrás.

Llena de líquidos estomacales y algunos golpes y arañados apareció la pequeña niña. Sus cabello más negros que cualquiera de los hombres del lugar desenredados y manchados con la sangre que emanaba de su cabeza daban la sensación de ser una red que abrazaba el cuerpo de la pequeña.

La misma mujer que había golpeado al animal pensó que quizás la Diosa le había recompensado con un hijo pero ella al ser avariciosa por querer el pez lo había matado. Se hacerco y todo el cuello de la extrañamente pálida niña y, aunque débil, encontró el pulso tan suabe y febril que su corazón rogaba a la vida.

La mujer se dio cuenta que la pequeña apenas respiraba y se apresuró a ponerla de lado para que expulsara todo el líquido que tuviera en la tráquea. Pocos minutos después como si se tratara de un recién nacido empezó a gritar y a llorar y ante la crédula mirada de todas las personas de su Clan acuno en sus brazos a la pequeña, floja y desmarañana pequeña que en sentir calor y consuelo buscó el cuerpo de la otra con los ojos habiertos en un verde zafiro mirando asustada justo detrás de esta.
Su mirada se clavo en robusto chico de unos diez años. Oscuro como los demás se asuto al ver tan claros ojos. Casi corrió hacia la mujer que lo había criado pero se contuvo porque sabía que pronto tendría los ritos para ser un Hombre más.

El chico se sintió colérico de que ella lo mirara de golpe a los ojos. Una mujer lo miraba! Y no sólo eso. Lo estaba asustando! Desde ese momento decidió que aquella sería la víctima de sus peores maltratos.

La mujer que había actuado sin siquiera preguntar al jefe de su Clan se puso depie y fue en su busca. Algunas personas poco interesadas había seguido con la tarea de descuartizar al animal y otras demasiado horrorizadas por la pálida piel de la pequeña niña se apartaron sin ganas de que esta les robara su color.

- Hermano - pronunció con una voz grabe y bien modulada como cualquier mujer adulta. Miraba el suelo pero levantaba la barbilla en señal de que quería poder expresarse.

- La Gran Diosa sabe que yo no fui capaz de concebir una vida hasta que mi compañero murió. También sabe que el castigo de toda hembra sin compañero es dar a concebir una nueva hembra y que para las dos yo deberé trabajar.- Hizo una pausa y hagacho la cabeza en forma de suplica - Puesto que yo mate al animal y que quizás este estaba criando Una Que Sirve A La Diosa... Me gustaría quedarme con la hembra. Como Hacedora De Hombres jamás faltará en mi casa comida para alimentarla ni mantas de hielo para refrescarla - Sentenció la hechicera. Incluso ella sabía que después de su propia jerarquía ya no abría nada. Pero se sentía tan culpable por matar a la que ella creía la madre de la niña que quiso quedarse la y cuidar su luto.

Aunque a regañadientes el Jefe acepto a la recién llegada y ordenó que alguien buscará el símbolo de unión entre el pez y ella. Algunas de las huevas rotas fueron tomadas y disecadas como símbolo y la niña que apenas podía sostenerse recibió en los cortados y doloridos lavios agua. Agua dulce! Trago con necesidad gimiendo por el dolor de su garganta y buscando con su mirada a la persona que la cuidaba y quería.
Escuchaba sonidos salir de los labios rojo pasión de aquella mujer. Su piel marrón oscuro y su cabello castaño le resultaron tan familiares como si los viese a diario. Quizás si los veía a diario.

- Mama- dijo. Aunque la mujer no entendió el idioma entendió que significaba esa palabra y asintió a la desconsolada niña. Buscó algo con que alimentarla y se la ató a la espalda en una de las suaves pieles de león dientes de sable como a cualquier bebe. La calidez de la mujer la hizo caer en un profundo sueño. Ni el mal olor de los restos del pescado ni el dolor de todo su cuerpo le impidió sentirse tan a salvo y tan querida en brazos de su nueva madre.

- Actualmente -

Parpadeo varias veces en el primer recuerdo de su vida. La necesidad de llorar ahogó en lágrimas sus verdes ojos cuando la cría de caballo de crin dorada llegó y lamio sus lágrimas

-Oh Sat estoy bien .. - acarició y abrazo la pequeña(media más de dos metros aun siendo un cachorro de un año)) potra entre sus brazos y fue entonces cuando se dio cuenta que a lo lejos al otro lado del lago había una estampida.

Suvio sin pensarlo a las espaldas. Cogió la lanza y la onda y corrió con el animal hacia ella. Las estúpidas siempre ofrecían una buena caza y no era ella quien la desperdiciaría

Madre TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora