Tan cercanos como extraños

526 73 11
                                    

Frank se encontraba sentado en una de las esquinas de la cafetería, observando atentamente al pequeño de alex dando vueltas por todo el lugar, tomando pedidos y sirviendo los platillos de los comensales, como lo hacía de lunes a viernes de 6 a 3, apenas abrían la cafetería frank ya se encontraba ansioso por entrar y sentarse en su lugar de siempre para observar al menor, pasaba al rededor de 2 horas sentado, con su laptop sobre la mesa y el café de siempre acompañado por una galletas que según alex eran las mejores, pero para ser sinceros para frank no eran la gran cosa aún que si él decía que eran las mejores, eran las mejores.

Llevaba al alrededor de un año asistiendo a la misma cafetería todos los días de 6 a 7, con la esperanza de que algún día alex lo reconociera y todo volviera a ser como antes, como antes de aquel accidente en el que alex perdió la memoria, ese día atormentaba a Frank  culpándose asimismo de el daño que le causó, si tan solo  hubiera escuchado a alex pidiéndole que bajara la velocidad del auto, si tan solo hubiera  sabido festejar con su novio sin necesidad de consumir alcohol, todo esto no hubiera pasado, tendría a su alexby junto a él y su problema más grande sería la aceptación de sus padres, que comparado con esto no sería la gran cosa.

Frank volvió a la realidad cuando una voz familiar lo llamo

"-¿Puedo retirar esto?"-Preguntó el menor  sin mírale a los ojos, por alguna razón para alex el chico le parecía bastante familiar

"-He.. S-si por favor".

Frank miró por instinto la hora de su laptop y se exaltó 7:20, guardo la laptop en su portafolio y le lanzó una última mirada a su novio que atendía una mesa cercana a la suya, y salió lo más rápido que pudo directo a la facultad.

Los siguiente días Frank se mantuvo encerrado en su habitación sin ánimos de nada, desde que visitó la pagina social de Alex su mundo se hizo añicos, el chico está viendo últimamente a una tal Eva, y dudo en sí debía seguir intentando conseguir a alex, tenía lo que parecía una vida perfecta, un buen trabajo que le dejaba para vivir, una chica linda y además una buena relación con sus padres, cosa que estando con Frank no tenía, empezó a aceptar que no volvería despertar con su Alexby a su lado, no volvería a escuchar cómo su novio  le llamaba cariñosamente Staxx  y lo más importante tendría que soportar verlo con alguien más.
Finalmente Frank se decidió a volver a su vida cotidiana como estudiante, claro sin volver a la cafetería, no quería seguir haciéndose daño, alisto sus cosas un poco más tarde de lo normal y salió de casa decidido a empezar una nueva vida sin el, sin su alexby, camino una cuadra y de un momento a otro el ya estaba frente a la facultad, miro la hora de su reloj y por un momento dudo si volver a la cafetería todavía le restaban 20 minutos para que iniciara su clase, metió ambas manos en sus bolsillo y giro en sí mismo de regreso a la cafetería mientras su cabeza le pedía a gritos que se detuviese pero al parecer su cuerpo no parecía hacer caso, tenía que verle una última vez, tenía que escuchar su bella voz preguntándole si pediría lo mismo de siempre, simplemente lo necesitaba a él, aumentó la velocidad, no quería  perder ni un segundo de su tiempo quería contárselo todo, no le importaba que los padres de alex se lo prohibieran él quería al amor de su vida devuelta.

Entro nerviosamente a la cafetería y se sentó en su lugar de siempre, tenía miedo, miedo de ser rechazado esta era la única oportunidad  y tenía que aprovecharla, recargo sus codos sobre la mesa y sostuvo su cabeza con ambas manos esperando a que el chico se le acercara para soltarlo todo.

"-Cuanto tiempo, ¿lo de siempre Staxx?"

Tan cercanos como extraños [Staxxby]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora