Cuando está a punto de comerme, me despierto y vuelvo a la realidad. Aún no puedo creer que fuera un sueño, parecía muy real.
La señora anterior vuelve.
-Acá esta tu psicólogo, él te va a ayudar y ahora será tu amigo de mayor confianza- Dice y cierra la puerta sin decir más.
-Hola Eli ¿Cómo estas? ¿Te sentís bien?- Dice mientras escribe en una libreta roja.
-Creo que sí, sólo me siento adolorida en la cabeza y creo que por la caída de cuando me desmaye - Digo y pienso si debo decirle del sueño que tuve- Y... tuve un sueño extraño- Digo de manera insegura.
- ¿Me podrías contar del sueño? Sólo si estás de acuerdo- Dice de manera amistosa.
- Creo que sí, estaba yo en la camilla y me atacaba un... indeño- Digo lentamente, mientras voy notando la cara de temor del psicólogo, y como aumenta su velocidad en escribir cuando pronuncio la última silaba me interrumpe.
-¿Sólo tuviste ese sueño? ¿O has tenido más de ese tipo?-Me pregunta y él examina mi expresión, sigue escribiendo.
Ahora que lo pienso, he tenido sueños con ellos, pero no recuerdo todos. Sólo sé que los he tenido.
- Sí, cuando estaba en primaria, no los recuerdo, pero sé que los he tenido- Digo y él me mira con sorpresa, deja de escribir.
-Bueno, es todo por hoy, ha sido un gusto conocerte- Dice y me da la mano- Nos vemos mañana- Y se va con la libreta bajo el brazo.
Cuando el psicólogo se va, entra mis hermanos y me dan un abrazo.
- Eli, dicen que estas loca ¡Siempre lo supe!- Dice Jaz entre carcajadas y Mati se empieza a reír.
Ya quería que vinieran, alegran el ambiente por donde van, son increíbles, me gustaría ser como ellos.
- Los dos apostamos hace un año, y le gane, así que pagame- Dice Mati sin aguantar la risa.
Todos nos empezamos a reír a carcajadas.
Mi padre entra desesperado con una libreta abajo del brazo.
- Vayansen, tengo que hablar su hermana - Dice mi padre y mis hermanos se van mirando para abajo.
- ¿Qué pasó? No tenías que echarlos de esa mane... - Empiezo a decir pero él me interrumpe.
- ¿Por qué no me dijiste de tus sueños?- Dice sin importarle nada- ¿Desde cuándo los tenes?
- 1ero: No los tenías que echar de esa manera- Empiezo a decir enojada- 2do: No quise, porque pensé que me iban a tratar de loca y 3ero: Desde que tengo memoria.
- ¿Cómo podrías pensar que te vamos a tratar de loca?- Dice incrédulo.
- Según la expresión del psicólogo de recién, creo que sigo pensando lo mismo- Digo y mi papá se empieza a entristecer.
- Es MUY triste que pienses eso, somos tu familia, JAMÁS te vamos a juzgar- Dice aguantando las lágrimas- A partir de ahora todos tus sueños, aun que sean extremadamente normales, los escribís acá.
- ¿Qué? Después queres que piense que no estoy loca ¿Es para qué me analicen? ¿Tan mal estoy?- Digo apunto del llanto- Está bien, dame la libreta, esto me pone peor de lo que estaba.
Mi papá me da la libreta y sin decir una palabra se va, sólo me hace un gesto al cerrar la puerta.
No puedo creer que en dos días todo haya cambiado, algo tan lejano empiece a aproximar a mi vida. Me gustaría volver a mi casa, a mi cama, a mi vida habitual, extraño convivir con mis hermanos, ver a mis padres irse apurados a muchos lugares y a Ed. Ahora que lo pienso no vino.
Entran tres señores a mi habitación y empiezan a inspeccionar acá.
- ¿Esto es el centro de la ciudad? Porque estaba segura que era MI habitación- Digo en tono irónico y nadie hace un sonido- Encima de entrar sin pedir permiso no me responden, muy bien, perfecto ¿Quién los educó?- El más joven se queda inmóvil y me empieza a mirar fijamente.
- Es ella- Susurra y sigue sin apartar la vista.
- ¿Soy quién? Soy Eli, encima de entrar así no saben mi nombre- Digo y todos me empiezan a mirar fijamente- Disculpen, es medio incómodo, pueden irse, quiero descansar y no puedo con tres señores mirándome.
Y sólo me miran sin moverse ni decir nada. El más viejo saca un teléfono de su bolsillo y empieza a hablar en un idioma extraño con alguien. Los otros no creo que tengan en sus planes moverse ni hacer nada más que mirarme. El más viejo se me acerca.
- ¿Nos podrías contar tu sueño?- Dice, queriendo ser amistoso.
- Perdón, pero antes de hablar de mi sueño, que al parecer es más importante que mi privacidad, ¿Me podrían decir qué hacen acá?- Digo en tono desagradable.
- Somos personas que podrían cambiar tu presente y futuro, aho...- Dice y lo interrumpo.
- ¿Se podría las razones por las que están acá?- Digo indiferente.
- Me llamo Santino, ese joven es Emilio y el de al lado es Ricardo. Vinimos para conocerte y saber tus sueños, vendremos todas las semanas- Termina de decir y antes que diga algo dice- ¿Algo más queres saber?
- Sí ¿Por qué dijo “Es ella“?- Me gusta estar enterada de algo, mínimo.
- Es que él es...- Empieza a decir pero Antonio lo interrumpe.
- Estaba confundido, pensé mal, no me prestes atención- Dice Antonio angustiado- Perdón.
- ¿Y qué necesitan que haga?- Digo entusiasmada.
