La Historia otra vez

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Ahí estaba él, regresando de su colegio en una tarde nublada y ventosa como las acostumbradas del mes de noviembre, lugar en donde había estado desde que fue tan sólo un niño aprendiendo a andar en bicicleta con incontables caídas y jugando con sus padres en el parque de la ciudad, cuando entró a su casa.

-Chris empaca tus cosas que ahorita nos mudamos a una nueva casa.
Esto lo tomó por sorpresa como una ráfaga de viento helado directo en su cara.
-¿Pero porqué?
-Porque vivir en esta ciudad es muy caro. Por más que trabajo día y noche mi salario no me da para seguir viviendo aquí. Tu madre nos ayudaba pero desde que se fue todo se ha vuelto más difícil.
Con ira en sus labios dio un grito como quien deseara ser escuchado por las mismas nubes que soplaron la noticia helada en su rostro.
-¿Porqué tuviste que morir?
-Ya cálmate, no podemos regresarla a la vida. No te puede escuchar en donde está.

 Su madre, May Steeward hace ya varios años atrás había fallecido así que Chris tuvo que crecer solo ya que su padre no le prestaba la debida y necesaria atención para criarlo ya que pasaba sumergido en su mundo del trabajo. Su nuevo barrio era muy tranquilo, nada de ruidos molestos, pocos carros transitando las calles y el típico vecino molesto.

Tras un largo viaje hacia la nueva ciudad, llegaron a su nueva casa. Al día siguiente luego de la mudanza, Chris tenía que ir al colegio así que sin ganas comenzó a alistarse para irse.

Cuando llegó no sabía cuál era su aula a la que tenía que ir porque, obviamente, era nuevo ahí. Anduvo preguntando pero nadie le ayudaba. Luego de un rato encontró a un profesor.

-Profesor donde puedo saber a cuál aula tengo que ir?-

-Sígueme-

El profesor llevó a Chris a la dirección para buscar en el registro de alumnos y saber en cuál aula debía ir.

-Chris Hafsterd, cierto?- Preguntó el profesor

-Si Señor-

-Aquí dice que tienes que ir al aula B-2-

Chris dijo:

-Gracias profesor-

Salió de la Dirección y de una vez se dirigió a su salón de clases. Cuando entró al aula, los alumnos estaban en clases de matemáticas y sus compañeros lo miraron fijamente. El profesor Alex Henderson le dijo:

-Eres el chico nuevo, no es cierto?-

-Si-

-Dinos tu nombre-

Chris se puso un poco nervioso por ser la primera vez en ese colegio y dijo:

-Mi nombre es Chris Hafsterd-

El Profesor Alex le dijo:

-Toma asiento Chris –

Cuando iba caminando hacia una silla vacía casi al final del salón, sus compañeros lo siguieron con la mirada. Chris se sentía acosado pero pudo llegar al lugar y se sentó. Por alguna extraña razón del destino junto a él había una hermosa mujer de ojos color miel, pelo como el café de las hojas en otoño, cara de diosa, piel delicada, al parecer muy cuidada, y una voz muy dulce.

-Hola- Dijo ella

Chris se sorprendió de que una mujer así le hablara:

-Hola, como te llamas?-

Ella dijo:

-Sol Arauszt-

Su apellido se debía a que su padre era de origen Hungaro. Chris no era muy bueno con las matemáticas así que no entendía muy bien porque en su antiguo colegio las matemáticas no eran tan avanzadas como en este. Sol con su ternura sumamente pura decidió ayudarle y así fue como todo comenzaría.

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