Sonrisas

5 0 0
                                    

No entiendo la vida. No entiendo por qué hay días en los que estamos tristes a pesar de haber tenido la mejor compañía posible. No entiendo por qué al llegar la noche aparecen las caras largas y las ganas de llorar, incluso después de haber pasado un día feliz. ¿A qué se debe? ¿Por qué no puedo estar feliz? ¿Por qué no puedo controlar mis sentimientos? Tampoco entiendo por qué se supone que estar triste está mal, que lo correcto es estar feliz.

Siempre sonriendo. Esa es otra cuestión. He escuchado en más de cien bocas esa frase de "Sonríe incluso si estás triste". Bien. Mi frase es la siguiente "Sonríe cuando te de la gana". Porque sonreír no es una obligación. Porque sonreír no es lo correcto. Ser feliz no es lo correcto. Si quieres sonreír, sonríe. Si quieres llorar, llora. Si estás triste, está bien. No tienes que avergonzarte de ello.

Y es que, ¿de qué vale una sonrisa si está vacía? ¿De qué vale si no tiene un sentimiento detrás de ella? ¿De qué vale si es forzada? ¿De qué vale sonreír por cortesía? Exacto, no vale de nada. Tampoco vale de nada asociar las sonrisas al sentimiento de felicidad. ¿O es que no os han salido grandes sonrisas estando tristes? O incluso pequeñas sonrisas nerviosas. O, ¿por qué no sonrisas en reclamo de ayuda?

Porque las sonrisas pueden decir mil cosas si nos paramos a observarlas.

S.C.

ReflexionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora