Es una mujer irregular, pero de personalidad única, de voz fina, pero de palabras gratas, de cuerpo diferente, pero lleno de magia. Ella es especial, y aunque veces no lo crea, para eso estoy yo, para recordarle no solo lo especial que es por sí misma, sino para mi. Sus ojos son como focos incandescentes de 100 watts, con sus ojos no quiero ahorrar energía, quiero que brillen tan intensamente, porque así como el tungsteno alimenta al bombillo, el amor alimenta sus ojos.