Obscuridad

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No, no me tengas miedo.

Se que no soy un ser de luz, pero en el fondo soy bueno.

La obscuridad no siempre ha sido mala.

Sólo vine como un amigo a llevarme algo que se te regalo al nacer.

Y en esta noche lúgubre de enero, te llevare conmigo, a una vida eterna.

Eterna como esas noches en las que pasabas sólo.

Pero chico, nunca estuviste sólo.
Estuve yo haciéndote compañía hasta el día de tu muerte.

Así que, acompáñame en este viaje.

Podrás contarme todo lo malo que hiciste, por que de lo bueno nadie se acuerda.

Y yo amo las historias infelices.

Relatos de una noche eternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora