Noche.

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Toma una calada más de su pequeño vicio personal, mientras deja que el humo del tabaco recorra lentamente a través de su garganta, manteniendo dentro un par de segundos el humo.Es tarde, cerca de la media noche, en realidad.

El frío del invierno aún no ha terminado, es espeso y denso, pero mantiene el cielo libre de cualquier nube.
Deja escapar el humo lentamente, aún sin dejar de contemplar la luna y JungKook se siente un poco estupido, solo y abandonado, pero sobre todo se siente demasiado cliché.
JungKook no debería sentirse de esta manera.

JungKook es el chico perfecto, de buena familia, en una posición económica y social que cualquiera envidiaría. Educado y entrenado para ser perfecto, igual a un perro.
Le gustaría decir que se siente solo, ahogado y abandonado, pero no quiere que piensen que solo está en busca de atención.

Termina con lo suyo y antes de siquiera entrar de nuevo, lo ve.El mismo ritual de todas las noches.

Kim Taehyung, jugando fuera con un gato.

Lo conoce, es obvio. Llevan siendo vecinos poco más de tres años, pero la vida de JungKook es tan monótona, que el agregar a una persona más en su lista de conocidos le resulta algo tedioso.

Kim Taehyung.

Su nombre resbala con demasiada facilidad sobre sus labios, como si hubiese nacido con ese comando, es un chico jodidamente bello, es algo que no puede ignorar, pero Taehyung parece tan lleno de vida, irradia demasiada luz, demasiado optimismo, demasiado amor por la vida.

Taehyung sería el tipo de chico por el que te sentirías irremediablemente atraído, el tipo de chico al que le podrías entregar los restos de tu alma y podrías confiar plenamente en el.
Puede jurar que Taehyung tomaría cada fragmento de su destrozada alma y se encargaría de repararlo o mejor aún, de ofrecerle la suya propia.
Sería el chico con el que se vería arrastrado a innumerables lugares y aunque una molesta expresión se adueñara de su rostro, no pondría queja alguna, sin ninguna duda sería él quien diera el primer paso al besarle, pero JungKook puede jurar que no le importaría en lo más mínimo, de hecho secretamente desearía que el beso durará aún más, probablamente un par de meses y después de haber escalado algunas bases más, Taehyung entregaría su cuerpo a el, y puede decir que el amaría tan delicadamente a Taehyung, pasadía horas susurrándole lo perfecto que es, trazando delicadamente cada ángulo del castaño, cubriendo sus párpados de millones de promesas y esperando que la claridad de la mañana no se llevase nada de eso, porque JungKook estaría tan perdidamente enamorado, que le ocasionaría miedo, pero finalmente no importaría demasiado, porque Taehyung se encargaría de hacerlo confiar, habrían miles de besos, caricias, abrazos, promesas y Taehyung se encargaría de tomar un fragmento del alma de Jeon JungKook en cada oportunidad, lo haría tan rápido y tan silenciosamente que para cuando se diese cuenta, el y Taehyung estarían en algún país extranjero compartiendo trivialidades frente al balcón con una pesada manta cayendo sobre ellos, Taehyung reiría por alguna mala broma por parte de él y su corazón se hincharía al escuchar el melódico tintineo, lo atraería hacia él y en medio de un montón de besos y risas le agradecería infinitamente por haberlo rescatado de su miseria, por arreglarlo, por amarlo aún con todo su dolor.

Pero eso sería demasiado cliché, y JungKook odia demasiado las historias cliché.

En donde alguno de ellos está demasiado roto y nadie lo nota y el otro está dispuesto a sacrificar su alma con tal de reparar la ajena, demasiado soso, demasiado visto.

Ríe con amargura, su vida es demasiado cliché.

Antes de girarse y poder terminar con toda esa ronda de pensamientos demasiado aleatorios, escucha la voz clara y profunda del castaño.

-¿No eres algo joven para fumar?

Su corazón se agita ligeramente y siente su estómago revolverse, pero deshecha la idea, eso es algo que seguramente se ha escrito un millón de veces y es tan cliché que rompe a reír sin medirse.

-Lo soy.- responde aún riendo.

Abajo, el castaño le mira extrañado pero al mismo tiempo parece divertido y no pasan más de dos segundos antes que lo acompañe.
Si, justo de esa manera. ¿No se los había dicho?
La risa de Kim Taehyung es tan melódica y hermosa, justo como lo había predicho.

-¿Quieres venir a jugar?.- grita un poco bajo y  levanta al gato en una extraña posición mientras este se retuerce torpemente.

Esto es el inicio de una amistad cliché, que dará paso a una relación cliché y desembocará en un amor cliché.

Sonríe.

Tal vez, los clichés no sean tan malos.
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Palliyong.
11:52 pm.

Cliché. |Vkook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora