| Viviendo con unos idiotas | Vocaloid, Kaai Yuki.

Prólogo.

Mis nervios parecían querer hacerme la vida imposible.

Me encontraba con mi hermana Iroha, mi padre Kiyoteru, y mis 3 primas, Zunko, Yukari y Miki.

Hoy, me habían elegido para ser una Vocaloid, lo que se significaba que tendría que vivir con gente desconocida, pero que parecía confiable. Aunque no debía dejarme llevar por las apariencias.

Todos se estaban presentando, sólo faltaba yo.

- ¡Y por último, amo a Hello Kitty! - Exclamó con felicidad Iroha, para luego hacerme señas de que pase. - ¡Tu turno, hermanita!

Yukari me empujó levemente, mientras mi padre me miraba con una sonrisa y me levantaba los pulgares en signo de "¡Suerte!", Zunko y Miki me hacían señas de que entrara.

Tsk, ¡Traicioneras!

Finalmente, me dirigí hacia la puerta a la par que Iroha salía de ésta y me miraba con confianza.

Al entrar, chicos y chicas estaban sentados en miles y miles de sillas, wow, no parecía grande la sala de donde antes estaba Iroha.

Cuando entré, traté de hacer ni el más mínimo sonido, aunque fue en vano ya que había tirado una silla con libros. Lo que causó la risa de una chica pelinaranja y un niño peliverde. Un niño y una niña casi identicos rubios me miraban con una leve sonrisa sin mostrar los dientes, un niño el cual su venda le tapaba el ojo izquierdo me miraba 'maravillado', pero de seguro en realidad por dentro se estaba riendo.

Tragué saliva nerviosa, ¡Que imbécil! Primer día y ya tiraba algo. Una chica peliaqua vino a ayudarme, su cabello era extremadamente largo, y lo llevaba recogido en dos coletas.

- ¡Tranquila, a todos nos pasó! - ¡Já! Se ríen de mi pero ellos ya lo habían pasado, duh. - Debería haberle hecho caso a Luka y tendría que haber quitado ésta silla. - Suspiro resignada, aunque luego volvió a sonreírme, wow.

- Gomen. . . - Me disculpé juntando ambas manos y inclinándome. Algunos murmuraban, los niños que parecían gemelos me miraban todavía con aquélla sonrisa, mientras tanto, el niño de la venda me miraba tierno. . .

¡QUE DEMONIOS LE PASA A LA GENTE!

- Bien, adelante bonita, preséntate. - Dijo la chica peliaqua. - Soy Miku Hatsune, tengo 16 y amo los puerros, ¿Y a ti?

- Hmm, bien. - Me paré de puntillas y carraspeé la garganta. - Mi nombre es Yuki, Yuki Kaai, vengo de Tokyo, Japón. Tengo 9 años, soy tan alta como 10 manzanas grandes y tan pesada como 86 pequeñas. Y para serles sincera, ¡Amo las manzanas! - Finalicé, todos me miraron por unos segundos. Comencé a ponerme nerviosa, "Quizá dije algo que no les gustó. . ." Pensé. Hasta que ése pensamiento se fue cuando escuché como los niños gemelos y el niño de la venda aplaudían, logrando que todos aplaudieran.

- ¡Ultra-súper-dúper-máxima-mega KAWAII! - Exclamó una chica peliverde mientras dejaba la Zanahoria que estaba comiendo y se levantaba de su asiento.

- ¡Eres súper linda! - Le siguió Miku con una amplia sonrisa.

- ¡Que adorable! - Gritó la niña de cabello rubio, logrando que su posible 'hermano' la mirara extrañado.

- ¡Eres muy tierna y preciosa! - Dijo el niño de la venda. Todos lo miraron extrañados, a excepción de las chicas que me miraban a mi y a él con una sonrisa "pícara". - ¿Qué? ¿Qué dije?

- Concuerdo con el rarito. - Dijo un chico de cabello blanco casi gris y unos ojos con heterocromia.

- ¡Rarito tú! - Le contestó apretando los puños el niño.

Reí, pues todos se habían puesto a pelear, mientras que algunos me seguían halagando.

Okay, definitivamente. . .

¡Estoy viviendo con unos idiotas!